Revista Nueva Minería

Guerra comercial entre China y Estados Unidos, coronavirus y la evolución del estallido social que aún impacta al país, son algunos de los temas que marcarán la agenda de la industria minera nacional durante este año. Es en este contexto que la palabra incertidumbre se hará más presente que nunca.

Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
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Se pensaba que el 2018 iba a ser el año de la recuperación para la minería, pero los pronósticos no fueron acertados. Y el 2019 tampoco fue así. El año pasado, el precio del cobre llegó a su nivel más bajo desde el 2016, promediando US$ 2,72 la libra, lo que impactó en los resultados de las empresas.

Para el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Marco Riveros, esto se debe más a incertidumbres en la economía mundial que a los fundamentos del mercado minero. En cifras: la producción chilena de cobre mina registró una caída de 0,8% en 2019, respecto de 2018, totalizando 5,79 millones de toneladas.

Pero dentro de este escenario hubo hechos destacados como la inauguración de uno de los proyectos más esperados por la industria, como lo es Chuquicamata Subterránea, y el anuncio de Cochilco respecto a las inversiones por US$ 72.503 millones proyectadas para el próximo decenio en el “Catastro de Inversiones Mineras”.

¿Qué pasará entonces este 2020? ¿Cambiarán las condiciones para el sector? Lo cierto es que existen varias señales que impactarán en el futuro de la industria.

Desde el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) señalan que en el ámbito internacional, luego de la incertidumbre generada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China durante 2019, el acuerdo alcanzado por ambos países en una primera fase se vio reflejado en el alza del precio del cobre que se registró a fines de diciembre.

“Al existir una segunda etapa que debe concretarse para este acuerdo, el optimismo debería mantenerse, por lo que debiéramos ver un mercado más estable en ese sentido”, dice Alejandra Wood, directora ejecutiva de Cesco.

Algo en lo que coinciden en Cochilco, quienes añaden que el precio promedio anual del cobre podría estar en torno a los US$ 2,85 la libra, superior al año pasado.

Aunque, -advierten en la institución-, se deben considerar algunos factores de riesgo, como la actual tensión geopolítica entre Estados Unidos e Irán, y el surgimiento del coronavirus en China. Este último fenómeno podría llevar hacia un cambio en la proyección hecha por Cochilco, dependiendo de su extensión y profundidad.

“Las medidas que ha tomado China para poder contener el brote -que incluyen el cierre de ciudades, cancelar vuelos, cerrar mercados locales y alargar el feriado por el año nuevo lunar, entre otras-, han golpeado las expectativas del mercado a corto plazo que se ha alarmado ante un inminente recorte en la tasa de crecimiento del país asiático”, sostiene Wood, quien agrega que este temor se ha visto reflejado en una baja significativa en las bolsas a nivel mundial y en la cotización del precio del cobre, que estará marcado por la volatilidad.

Con todo, en Cochilco plantean que para este año se prevé que la producción chilena de cobre se expanda 1,5%, con lo cual se situaría en torno a 5,87 millones de toneladas.

Chile, un momento clave

En este abanico de acontecimientos que marcarán el devenir de la minería nacional, hay uno que será crucial. Se trata de la evolución del estallido social que se inició el pasado 18 de octubre en el país, junto con el proceso en marcha para una nueva Constitución.

En Cesco aseguran que este último hecho influirá en las decisiones de inversión, “al generar un alto grado de incertidumbre para el sector durante los próximos dos años, siendo el mayor reto que enfrentará la industria”, afirma la directora ejecutiva de la entidad.

Mientras tanto, en Cochilco comentan que es razonable prever que cualquier cambio que afecte a la industria minera no debiera alterar su desarrollo. La razón, explican, radica en el importante potencial minero que ostenta el país y además, porque Chile históricamente ha entregado las condiciones para que este sector productivo crezca.
“Chile es reconocido por poseer un privilegiado potencial minero, dar prioridad a la estabilidad en las reglas que regulan una industria atractiva y consagrar la transparencia en el otorgamiento de las concesiones mineras. Condiciones, entre otras, que le han permitido mantener el liderazgo mundial en la producción cuprífera y otros minerales en los últimos 30 años”, argumenta Marco Riveros, vicepresidente ejecutivo de Cochilco.

En la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), en tanto, también se han pronunciado respecto al tema. En el marco del encuentro anual de camaradería con la prensa, el gremio minero señaló que en la actual coyuntura, la minería tendrá un rol gravitante para mantener la economía a flote y reactivar el crecimiento.

“En 2020, será nuestro sector el que seguirá creando empleo, generando divisas y manteniendo las economías locales en zonas donde no hay otras actividades económicas”, afirmó el presidente de la Sonami, Diego Hernández.

En su discurso, el dirigente gremial hizo especial énfasis en relación al proceso constituyente, señalando que “la minería no le ha fallado a Chile y no le fallará esta vez. Confiamos en que Chile no le falle a su minería y permita seguir contribuyendo con un marco que entregue certeza jurídica y atraiga inversiones”.

Más desafíos

El Consejo Minero no se ha quedado ajeno al debate. En una entrevista radial, el presidente ejecutivo de la entidad, Joaquín Villarino, destacó que dentro de la Constitución, está la propiedad minera. “Mientras no sepamos el destino de ésta y no sepamos las reglas del juego, es muy probable que la incertidumbre lleve a que nuevos proyectos y grandes inversiones se retrasen”, dijo el máximo representante del organismo.

Y es que en un contexto de mayores demandas sociales, este año será decisivo para la industria minera dada la cantidad importante de negociaciones colectivas que se desarrollarán.

“Las medidas que ha tomado China, para poder contener el brote del coronavirus, han golpeado las expectativas del mercado a corto plazo”, señalan en Cesco. (Foto: RTVE.es)

“Eventualmente éstas podrían traer algún grado de interrupciones en las faenas. Por ello, será relevante que la industria profundice y estreche su contacto y relaciones con las comunidades, proveedores y pymes”, asevera Wood, de Cesco.

Y cómo no mencionar la emergencia hídrica por la que atraviesa el país y que preocupa a la industria dado el alto impacto en su desempeño. Una crisis que ha obligado a las compañías mineras a utilizar plantas de desalación e impulsoras de agua de mar para abastecer sus operaciones. “Esto ha presionado los costos al alza, pues las operaciones son muy demandantes de energía”, expresa Marco Riveros, de Cochilco.

En relación a este aspecto, en Cesco añaden que si bien la industria minera usa menos del 3% del total del agua disponible, al encontrarse en zonas donde hay mucha escasez, ésta debe hacer un uso lo más eficiente posible del recurso hídrico a través de la búsqueda de fuentes alternativas.

Así las cosas, en este cuadro de desafíos y factores que envuelven el desarrollo de la minería en Chile, hay algo ineludible: la palabra incertidumbre se hará más presente que nunca en este 2020 y guiará las determinaciones que se tomen en esta actividad ancla de la economía chilena.