Minería en Bolivia: Buscando un nuevo horizonte
La industria minera en Bolivia trabaja en una hoja de ruta que lleve un paso más allá el crecimiento del sector. En un país con importantes reservas minerales, pero escaso desarrollo en la materia, el gobierno pretende definir una política minera hacia el 2030.
Por Camila Morales
Revista NME
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“Recuperar la democracia”. Esas fueron las palabras de Luis Arce una vez que asumió la presidencia de Bolivia, luego de que Jeanine Añez dejara el cargo tras un polémico año a la cabeza. Ya en el sillón presidencial, el nuevo mandatario profundizó sus palabras y celebró que con su llegada al poder también se recuperaron las empresas públicas.
De ellas, las que han cobrado relevancia en el último tiempo son las del sector minero. ¿La razón? El país posee las mayores reservas de litio a nivel mundial y es el quinto país con más reservas de oro en Latinoamérica. El problema es que hasta el momento la industrialización no ha tocado la puerta del rubro.
Por este motivo, en el mes de febrero el presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció la realización de una cumbre nacional de minería, con el objetivo de diseñar una estrategia que garantice una mayor sostenibilidad y pueda resolver problemas estructurales del sector.
“Hay muchos desafíos, por eso hemos decidido llevar adelante una cumbre donde se defina la política minera del país entre todos los actores involucrados, para que nuestro gobierno pueda tener un horizonte claro”, indicó el mandatario.
En tanto, el ministro de Minería y Metalurgia, Ramiro Villavicencio, informó que en el encuentro se analizarán cinco aspectos: prospección y exploración, nuevos proyectos, dotación de áreas mineras, asesoramiento técnico, financiero, ambiental y capacitación, además del fortalecimiento del proceso de la industrialización con la creación de nuevas fundiciones y la reingeniería de empresas estatales.
Sumado a ello, también se discutirá la idea de conformar una comercializadora de oro que capte el 100% de la producción del mineral, con el propósito de evitar el contrabando y favorecer a los productores auríferos. Con estos ejes en el horizonte, “la expectativa es grande”, indicó Ramiro Villavicencio, pues este será el encuentro del que se pretenden establecer las políticas para el sector hacia el 2030.
“A través del Ministerio de Minería y Metalurgia se pretende generar cambios cualitativos que permitan desarrollar una nueva minería acorde con los nuevos desafíos y demandas de la sociedad moderna. Se trabaja dentro de un modelo social, económico, productivo y comunitario”, destacó el secretario de Estado.
Si bien el desafío es grande, tomando en cuenta que en el último ranking Fraser Bolivia registró una caída de 24 peldaños, llegando al puesto 72 a nivel global en el índice de atractivo para invertir; la apuesta del gobierno es que, en esta oportunidad, una política minera clara y acordada por todos los actores, sí pueda desarrollar una industria minera fortalecida y con potencial de desarrollo.
