Mineras anuncian inversiones en litio en Argentina por más de US$ 4.300 millones

23 marzo, 2022
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Según las estimaciones de Cochilco, el país vecino igualará la producción local a fines de esta década. Uno de los factores que explican este boom, tiene que ver con el impulso que se ha dado en materia de exploración.

Un fuerte impulso está dando Argentina para atraer inversión en el sector minero, más precisamente en el desarrollo
de la industria del litio. Así quedó demostrado esta semana, en la que dos empresas asiáticas anunciaron millonarias inversiones del otro lado de la cordillera, asociadas a este mineral, que al igual que en Chile, se extrae de los salares ubicados en el norte del país.

Una de esas iniciativas corresponde a lo anunciado por la firma surcoreana Posco, que el lunes confirmó desembolsos por US$4.000 millones en un proyecto de hidróxido de litio, en obras que se desarrollarán en el Salar de Hombre Muerto, en la frontera entre las provincias norteñas de Salta y Catamarca.

Según se detalló, la empresa espera iniciar con una producción de 25.000 toneladas hasta alcanzar, una vez finalizada las obras, 100.000 toneladas. Así, espera generar divisas por exportaciones ascendentes a US$ 260 millones anuales durante los próximos 30 años.

A esto se sumó el anuncio de la principal productora de oro china, Zinjin Mining Group, que tras reunirse con autoridades del vecino país dio inicio a la construcción de la planta de carbonato de litio en el yacimiento Tres Quebradas, un depósito cuya inversión supera los US$ 380 millones, y que proyecta crear más de 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos en la región. Esta iniciativa está ubicada a 30 kilómetros de la frontera con Chile y se encuentra a 4.200 metros sobre el nivel del mar.

Se espera una producción, en una primera etapa, de 20.000 toneladas anuales de carbonato de litio, con el objetivo de duplicarla en el mediano plazo. Según las autoridades de ese país, el yacimiento comenzará producir a finales de 2023 y tendrá una vida útil de aproximadamente 50 años. Con este ritmo de desarrollo, según las estimaciones de Cochilco, Argentina llegará a igualar la producción de Chile hacia fines de la década con alrededor de 238 mil toneladas de Carbonato de Litio Equivalente.

Este rápido crecimiento se atribuye a la entrada operacional de varios proyectos nuevos con alta probabilidad de
materialización, tales como Centenario Ratones, Sal de Vida, Kachi, Pastos Grandes, Salar de Rincón y el mencionado Tres Quebradas, mientras que, a nivel local, sólo se encuentran a firme expansiones de producción de las empresas que ya están operando, y eventuales iniciativas en Maricunga.

Desde Sonami, explican que pese a que Chile tiene las mayores reservas de litio del mundo — y cuenta con importantes ventajas competitivas, como la concentración de mineral o la cercanía a los puertos para despachar — ha ido perdiendo posiciones en el mercado mundial, cediendo el primer puesto a Australia.

“El desafío del Chile actual es que no tenemos ningún tipo de certeza que haga que la inversión se materialice. El
principal elemento que incide en la falta de certezas es el proceso constitucional que está viviendo el país, donde todas las señales, hasta ahora, son contrarias a la inversión en minería, incluyendo el litio, especialmente con la decisión de aprobar la nacionalización de las empresas mineras. Y por otro lado, el gobierno tampoco contribuye a despejar la incertidumbre, pues las señales son ambiguas. Ningún inversionista va a venir a Chile en estas circunstancias”, advierte el presidente del gremio, Diego Hernández.

Por su parte, la directora de estudios de la consultora Vantaz, Daniela Desormeaux, agrega que en la última
década, del otro lado de la cordillera se ha impulsado fuertemente la actividad de exploración en salares
ubicados en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. “La diferencia es que allá se trata el tema a nivel de
provincia, con sus propias regulaciones, y ha habido un gran impulso para explorar y hacer prospección en estos
salares, en los que hay dos grandes operaciones nuevas, además de otras que están en carpeta. En ambos casos el
Estado tiene participación a través de la propiedad de los proyectos a través de empresas que participan en el
desarrollo y propiedad”, sostiene Daniela Desormeaux.

Fuente: El Mercurio

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