Mejoras en Collahuasi aumentarían posibilidades de reactivar su Fase III
La compañía incrementó en 25% su producción en el primer semestre, logró reparar un molino clave para su operación y cerró su negociación colectiva con los trabajadores
Parece que Collahuasi poco a poco va dejando en el olvido su difícil 2012, año en que la compañía redujo en un 38% su producción de cobre.
La tercera minera más grande del país -controlada en partes iguales por Anglo American y Glencore Xstrata- ha mejorado sus indicadores de accidentabilidad y ha aumentado su producción.
En enero-junio, la compañía anotó un alza de 25% en su extracción y procesamiento de cobre y en junio el incremento alcanzó el 110,5% respecto del mismo mes de 2012.
El mejoramiento viene de la mano de la reparación del molino SAG 3, instalación responsable del 60% de la producción de Collahuasi.
“En esta primera etapa, nuestros esfuerzos han estado orientados a mejorar los niveles de seguridad y productividad, de manera de alcanzar el estándar que se requiere para asegurar un crecimiento sustentable en el mediano y largo plazo, acorde con las características de nuestro yacimiento, que está entre las tres reservas de cobre más grandes en el mundo”, dijo Jorge Gómez, presidente ejecutivo de la minera en el lanzamiento de su reporte de sustentabilidad.
Todas estas mejoras le permitirían pensar en reactivar su proyecto más ambicioso: la Fase III de Collahuasi.
La iniciativa contempla una inversión cercana a los US$ 6.100 millones y tiene como objetivo que el yacimiento alcance una producción cercana al millón de toneladas.
El proyecto fue paralizado en 2012 debido al fuerte descenso productivo. Ante este escenario, una de las condiciones que puso el directorio para reanudarlo fue retomar la senda productiva, cercana a las 500 mil toneladas.
Las mejoras fueron bien evaluadas por Glencore Xstrata y Anglo American.
Sin embargo, desde la empresa sostienen que todavía quedan varias cosas por mejorar en materia operacional y de seguridad. Es por eso, explican las fuentes, que todavía es prematuro pensar en la reanudación del proyecto para este segundo semestre.
Por el momento, la compañía ya lanzó una licitación de energía por 300 MW para reemplazar sus contratos de suministro de su operación actual. Este paquete en un inicio contemplaba un total de 900 MW, de los cuales una parte MW iba a ser destinada a abastecer el funcionamiento futuro de la Fase III.
Además la minera cerró de forma anticipada la negociación colectiva con sus trabajadores. Este último punto no es menor, si se tiene en cuenta el historial de conflictos que tuvo la minera entre 2010 y 2011, que se tradujo en huelgas y paralizaciones de producción.
Fuente: El Mercurio
