Megalínea eléctrica podría subir más de 60% su inversión: firmas detallan factores que incidirían en el aumento

19 octubre, 2021

Tendido que unirá Antofagasta con Santiago corre el riesgo de ser declarado desierto si es que las dos ofertas recibidas subieran mucho los costos.Altas multas y asumir el riesgo del trazado habrían influido en las pocas ofertas que llegaron.

Los consorcios Yallique -integrado por ISA Inversiones, Transelec y China Southern Power Grid International HK- y Meval (Iberdrola Redes España y Celeo Redes Chile), entraron en carrera para adjudicarse la megalínea Kimal-Lo Aguirre que unirá Antofagasta y Santiago. Considerando que se esperaban tres o cuatro propuestas, la llegada de solo dos -aunque tiene a grandes actores internacionales- fue tomado en la industria como una señal de baja competencia, mostrando el riesgo de apostar por este tendido de corriente continua (HVDC), inédito en el país.

Una de las razones más relevantes de esto -coinciden en el sector- son temas de incertidumbre jurídica, como por ejemplo se tomó la señal del proceso de valorización de activos de transmisión que lideró la Comisión Nacional de Energía (CNE), el que implicará una reducción en el valor de sus instalaciones en poco más de un 20%, aunque no tiene efecto en este tendido.

Además, muestra algunos de los efectos indirectos de la última reforma al sector, que trasladó todo el financiamiento de la transmisión a la demanda, lo que deja al sector generador libre para instalarse donde estime conveniente.

Finalmente, también habrían algunas condiciones de las bases de licitación del proceso liderado por el Coordinador Eléctrico que daban cuenta de mayores exigencias, lo que hacía esperable que limitara la participación.

De acuerdo a fuentes, había puntos a tener en consideración como que el riesgo del trazado recaía en el proponente, dado que el gobierno optó por no realizar un estudio de franja que habría dado una base que bajara la conflictividad.

Además, las multas involucradas podrían llegar a casi el 50% del valor de la inversión, explican conocedores. Esto, considerando expectativas de atrasos que pueden provocarse, dado que los plazos son exigentes.

En el Coordinador defendieron lo establecido en este punto, porque responde a “valores típicos utilizados en los procesos de licitación de obras nuevas y se ajustan a lo observado en proyectos de similares características”.

Efectos en la inversión
Todos estos factores podrían hacer subir el monto de inversión que podría implicar el proyecto, el que tenía una estimación inicial de US$ 1.480 millones.

Sin embargo, en la industria son varios los que apuestan porque será más alto.

Una luz de esto parece haber dejado ver la española Iberdrola, la que en una nota de prensa estimó que la inversión requerida sería en torno a US$ 2.500 millones. No hay claridad si la cifra refleja su oferta, lo que recién se sabrá el 6 de diciembre.

La revelación elevó las dudas sobre lo que podría suceder cuando se abran las ofertas económicas, ya que un escenario es que la licitación se declare desierta si es que los montos superan el denominado precio de reserva, que es un tope que puede fijar manera opcional la Comisión Nacional de Energía.

Conocedores de estos procesos apuestan a que el precio de reserva estaría por debajo de los US$ 2.000 millones.

De confirmarse, ya hay señales de alerta. El director ejecutivo de la Asociación de Clientes Eléctricos No Regulados, Javier Bustos, advierte que si la magnitud del alza se confirma, “creemos que esta línea no puede desarrollarse a cualquier costo”, dado que “es un costo que tendremos que pagar todos los clientes, tanto libres como regulados”.

Fuente: Diario Financiero

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