Los cambios de NuevaUnión

29 abril, 2019
NuevaUnión

La construcción de una correa transportadora mixta -terrestre y aérea-, el cambio en la ubicación del depósito de relaves, entre otros aspectos, destacan entre las modificaciones realizadas al proyecto minero ubicado en la provincia de Huasco, Región de Atacama.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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Si durante los últimos cuatro años primó una sensación de pesimismo respecto a la baja de las inversiones y los proyectos mineros, hoy el clima de recuperación se está impregnando poco a poco en el sector. La Región de Atacama ha sido una de las más beneficiadas con este nuevo escenario debido a la reactivación de proyectos y la próxima puesta en marcha de nuevas iniciativas (ver crónica aparte en página xx).

En este contexto, destaca NuevaUnión, proyecto situado en la provincia de Huasco, Región de Atacama, que combina los proyectos Relincho (de Teck) y El Morro (de Goldcorp, en probable proceso de ser adquirida por Newmont Mining).

La obra involucra una inversión total inicial de US$7.200 millones distribuida en tres fases operacionales, para una producción anual promedio de 224.000 toneladas de cobre, 1.700 ton de molibdeno y 269.00 onzas de oro.

En un comienzo, el proyecto se denominó “Corredor”. Luego, en junio de 2016 se dio a conocer su nombre definitivo “NuevaUnión”, y en octubre de ese año comenzó el levantamiento de líneas base ambientales y sociales para el desarrollo de la iniciativa.

En detalle, en la primera fase (año 1 al 3) se explotará el yacimiento Relincho y se invertirán US$ 3.500 millones, aproximadamente. En la segunda etapa (años 4 al 15) se desarrollará la explotación del yacimiento La Fortuna, con una inversión de US$ 2.700 millones, y finalmente en la tercera fase (años 16 al 38) se vuelve a Relincho, con una inversión de US$ 1.000 millones.

En términos ambientales, probablemente en el segundo semestre de este año será presentado a tramitación el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto, etapa que coincidirá con el término de la ingeniería de factibilidad de la iniciativa. También esperan recibir la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) a fines de 2020, de manera que la decisión de inversión sea tomada en 2021.

Transformaciones realizadas

Pero el proyecto original ha sufrido cambios, con implicancias tanto medioambientales como sociales. Es así como se modificó la ubicación del depósito de relaves, situándolo fuera de la cuenca del río Huasco. Además, se utilizará agua desalinizada para la operación del proyecto, aunque todavía no se define si será por medio de una planta desaladora propia o vía compra a terceros.

También se determinó construir una correa transportadora mixta -terrestre y aérea (irá elevada en algunas zonas estratégicas)- para el transporte de mineral, y se cambió el diseño de la ruta de acceso al proyecto.

En relación a la correa mixta que se utilizará para transportar el mineral desde el yacimiento La Fortuna hasta Relincho, ésta tendrá una extensión total de 43 km, lo que la convierte en “la más larga en Sudamérica”, según destacaron ejecutivos vinculados al proyecto en una reunión con la prensa, quienes añadieron que implicará una inversión 30 a 50% mayor que una correa convencional.

Además, la firma tomó la decisión de transportar el concentrado de cobre a través de un mineroducto, que irá desde una planta concentradora ubicada en la zona de Relincho hasta un puerto localizado en Huasco.

“Una de las principales características de este mineroducto es que irá enterrado durante todo el trayecto y que se sumergirá para atravesar el rio Huasco en la zona de Maitencillo, a una profundidad de, al menos, 24 metros por debajo del lecho del río Huasco”, sostuvieron los ejecutivos en el encuentro.

Y en relación con la energía, el proyecto no tendrá una planta generadora propia, sino que se conectará al sistema a través de una línea de transmisión eléctrica de 220 kV, desde la estación Nueva Maitencillo hasta las subestaciones Relincho y La Fortuna.

Considerando estos factores, desde NuevaUnión aseguran que el proyecto fue diseñado para tener una huella ambiental reducida al combinar dos proyectos distintos en uno, como El Morro y Relincho. “Esta sinergia se traduce, por ejemplo, en la existencia de infraestructura común, como una sola planta concentradora, una sola línea de transmisión de energía, una red de caminos y un solo puerto”, planteó Petri Salopera, director de Sustentabilidad de NuevaUnión, añadiendo que la iniciativa prevé una vida útil de 38 años, con potencial de expansión.

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