Las señales que marcaron la inauguración de Chuqui Subte

9 septiembre, 2019
Inauguración Chuqui Subte

(Foto: Codelco)

El segundo proyecto estructural de Codelco en construirse, que desde 2026 y por 40 años producirá 320 mil toneladas de cobre fino, tuvo su jornada estelar, que además significó la despedida de su emblemático presidente ejecutivo.

Por Cristián Venegas, desde Calama
Revista Nueva Minería y Energía
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Tanta o más atención que la inauguración de Chuquicamata Subterránea, que fue encabezada por el presidente Sebastián Piñera, acaparó el ex timonel de Codelco, Nelson Pizarro, uno de los hombres más reconocidos de la minería nacional.

¿La razón? Luego de 53 años en la industria, se retiró como el presidente ejecutivo que inauguró el más emblemático de los proyectos estructurales de la Corporación, y el más costoso de su historia, con un valor que superó los US$ 5.000 millones.

La iniciativa insigne, además de la profunda transformación que experimenta la minera estatal a nivel corporativo; se inició a mediados de los años 90 con una etapa de exploración que consideró 150 mil metros de sondajes y continuó con 18 años de inversiones, en que además se requirieron 30 millones de horas hombre totales directas y más de un millón de horas hombre de ingeniería.

Y es que gracias a reservas por 1.028 millones de toneladas de mineral de cobre, con una ley de 0,82%, la fase subterránea de Chuquicamata producirá 320 mil toneladas de cobre fino anuales cuando termine su ramp up y entre en régimen en 2026 y por un espacio de 40 años. Cifras que significarán un incremento de 40% en la productividad de Chuqui, que pasará de las actuales 44 toneladas métricas finas (tmf) por persona, a 61 tmf en 2025.

Pero no sólo destaca por estos números. Debido a su alto grado de tecnologización, Chuqui Subte, como lo denominó Codelco, tendrá una producción más moderna, eficiente y sustentable, pues la división de 104 años reducirá en 97% la emisión de material particulado (PM10), no aumentará el consumo hídrico y disminuirá anualmente el consumo de diésel desde 75 mil metros cúbicos (m³) a una cifra entre dos y quince mil (entre 80 y 97%).

En términos de recursos humanos, durante las obras tempranas del proyecto se contrataron a 3.100 personas, mientras que en la etapa de mayor apogeo de la ejecución del proyecto se generaron 13.000 empleos.

Hoy, se espera que la mina bajo tierra demande 2.200 empleos directos durante su operación, que hoy ya cuenta con 96 trabajadores y 17 supervisores propios, quienes se “transformaron” para esta etapa subterránea, cumpliendo una pasantía en El Teniente.

Hito de la ingeniería chilena

El vamos a esta obra generó distintas reacciones entre los actores de la industria. El académico del Centro de Minería de la Universidad Católica, Gustavo Lagos, relevó la importancia ingenieril de Chuqui Subte.

“Este es el logro tecnológico más importante que ha tenido Chile, porque es un proyecto hecho aquí, por supuesto que con profesionales y empresas extranjeras, pero todo el concepto, el conocimiento del block caving está en el país, es propio, y eso hay que reconocerlo”, destacó el especialista.

El experto de la UC agregó que este proyecto es emblemático, porque representa la posta de Chuquicamata a rajo abierto, que es históricamente la mina más importante del mundo, a una subterránea que es un proyecto gigante, que tiene las tecnologías más avanzadas y que de aquí a cuatro años estará prácticamente automatizada.

Igualmente admirado tras el inicio de esta ambiciosa iniciativa se mostró el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández. “Creo que uno de los problemas que tendrán con Chuquicamata Subterránea, es que van a tener muchas visitas de gente técnica de todo el mundo queriendo saber cómo se hace”.

“Esta es una gran obra, que costó mucho esfuerzo y recursos financieros, pero que asegurará la vida de Chuquicamata por muchos años más. Es importante también indicar que es un proyecto que se ha enfocado con la mejor tecnología. Esta es una mina del futuro, no es una mina del pasado, y creo que eso es relevante recalcarlo”, analizó quien fuera presidente ejecutivo de la estatal en el período 2010-2012.

Gran parte de la atención mediática se centró en Nelson Pizarro. (Foto: Codelco).. (Foto: Codelco)

El término de una era

La renuncia de Nelson Pizarro a la presidencia ejecutiva de Codelco, oficializada por la compañía el 12 de julio, supuso un renovado interés por el ingeniero civil de Minas de la Universidad de Chile, que con 78 años puso término a cinco años a cargo de la Corporación. En este período se atrevió a reformular Chuqui Subte, ahorrándole US$500 millones a la empresa, que desde el 1 de septiembre es presidida por el ex vicepresidente de Operaciones Centro-Sur, Octavio Araneda.

“Dormir, dormir, dormir”, es lo que aseguró Pizarro -entre risas- qué haría en cuanto saliera de Codelco y “después de 60 días ubicarme en distintas actividades tres días a la semana”, agregó “manos de tijera”, apodo que lleva consigo desde su etapa en Chuquicamata, donde no dudaba en despedir a quien no cumpliera con las expectativas, además de reducir presupuestos.
Temple que por momentos lo abandonó en su discurso de inauguración de Chuqui Subte, elocución en que repasó su trayectoria con un nudo en la garganta que no pudo disimular y que dio pie a un aplauso cerrado de los cerca de 300 invitados al evento.

“En este largo recorrido ligado a la gran minería chilena viví de todo: aprendizajes vitales, sacrificios ineludibles, sinsabores dolorosos y éxitos gratificantes como el de hoy, cuando inauguramos Chuquicamata Subterránea”, resumió Pizarro, notoriamente emocionado en sus 53 años de carrera en minería, 30 de ellos en Codelco.

Minería más desafiante

Los años en los que Nelson Pizarro estuvo al mando de la estatal también fueron testigos de los cambios que ha experimentado la minería en el último tiempo. Y así lo evidenció el ejecutivo en su discurso.

“Estos cinco años de Codelco han sido duros, porque las circunstancias de la minería, del país, han cambiado. Ha cambiado toda la legislación laboral, ambiental, y todo impacta en la minería que se torna cada vez más compleja, más difícil, y también más desafiante”, resumió Pizarro.

Pero este proceso de transformaciones que se ha iniciado tanto en Codelco como en la industria en general, sostuvo el ejecutivo, no se detiene. “Son muchos años por delante para ir adecuando y adaptándonos a las tecnologías, a los nuevos perfiles, a las nuevas comunidades, pero hay que hacerlo porque la minería es demasiado importante, trascendente para Chile”, recalcó, por último, el reconocido profesional minero oriundo de Illapel, quien tras finalizar sus palabras, celebró la puesta en marcha de esta trascendental obra para el futuro del país.

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