Las posibilidades de generar con biomasa

24 agosto, 2015
Biomasa 01

Biomasa 01

En algunos casos es una alternativa ante la prohibición de las quemas agrícolas, pues se aprovechan restos forestales y vegetales, entre otros.

Desechos forestales, estiércol de cerdo, restos de cereales, la basura de su casa y un largo etcétera forman parte de la más abundante de las energías renovables no convencionales (ERNC), la biomasa, que está en la mira de las autoridades y del mercado.

Verónica Martínez, jefa de la Unidad Mercado y Financiamiento del Centro Nacional para la Innovación y Fomento de las Energías Sustentables, Cifes, explica que se está trabajando “para que el país pueda aprovechar el inmenso potencial de la biomasa, de manera moderna y eficiente”.

Citando el estudio sobre el potencial de biomasa forestal (Ministerio de Energía, UACh, 2013), este señala que Chile cuenta con 13 millones de toneladas secas por año como potencial bruto, proveniente de residuos y del manejo -no tala- del bosque nativo, lo que “traducido” a electricidad implica un potencial de 2.500 megawatt eléctricos. Actualmente, señala, la generación energética por biomasa es de aproximadamente 450 megawatt (422 de biomasa y 43 de biogás).

Una de las ventajas del recurso en comparación con otras ERNC como el viento o el sol, es que posee un mayor factor de planta. Como puede almacenarse, su disponibilidad es más permanente. La otra gran ventaja es que permite la cogeneración (generar electricidad y calor al mismo tiempo), lo que hace más eficiente un mayor número de proyectos. ¿La desventaja? Grosso modo, que aún no existe un mercado de proveedores de biomasa y que en el caso del biogás, se requiere de una inversión inicial más alta que otras ERNC.

Hoy, la mayor parte de los proyectos de biomasa están asociados a sectores productivos. Quienes más la están utilizando son las forestales en sus propias plantas e inyectando los excedentes a la red. También hay iniciativas donde se obtiene biogás en rellenos sanitarios, por ejemplo, Lomas Los Colorados y Santa Marta, que también inyectan sus excedentes de electricidad a la red.

En Lautaro

Claro que sí hay plantas de biomasa exclusivamente dedicadas a la producción de energía eléctrica que mayoritariamente se inyecta al SIC. Una de las pioneras, en 2011, fue Lautaro I, de Comasa, situada en la comuna de igual nombre, de 26 megawatt/h y que se alimenta de biomasa forestal (aserrín, astillas, etc.). Luego vino la planta Lautaro II, de 22 megawatt/h, que utiliza biomasa agrícola. Se considera que este uso de los restos poscosecha es la mejor alternativa ante la prohibición de quemas agrícolas.

Verónica Martínez señala que hecho el diagnóstico sobre el potencial la tarea ahora es saber cómo aprovecharlo: “Estamos trabajando en coordinar a los distintos actores, en analizar el estado del arte en los temas tecnológicos y en el desarrollo de modelos de negocios”.

Por su parte, en el Instituto Forestal, una de las líneas de investigación se relaciona con las plantaciones bioenergéticas o dendroenergéticas. Esto es, plantar para producir energía. Estos cultivos, considerados la alternativa más eficiente y segura para abastecer la industria generadora de electricidad a partir de biomasa, son ampliamente utilizados en España, EE.UU., Suecia, Alemania y Brasil, entre otros países.

“Si bien se han realizado importantes esfuerzos en este sentido, aún se requieren respuestas validadas y herramientas de gestión para la empresa y propietarios particulares, para la selección, uso y manejo de plantaciones dendroenergéticas basado en el concepto de la mejor especie para cada sitio en particular”, señala Fernando Rosselot Téllez, director ejecutivo del Instituto Forestal.

Las especies forestales clasificadas como dendroenergéticas se caracterizan por poseer una alta tasa de crecimiento y producción de biomasa, la posibilidad de regenerar de tocón (al talarse pueden volver a crecer a partir de la base) y cuentan con un alto poder calorífico.

Entre las especies de interés para el país, destacan acacias, eucalipto y variedades de salix. En Aysén, por ejemplo, se realizaron pruebas del poder calorífico de álamos de dos años de edad, donde se destaca que alcanzaron valores calóricos de unos 4.600 kcal/kg, similares a un pino radiata de 20 años.

Fuente: El Mercurio

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