Revista Nueva Minería

Tras el cierre de la mina Chatree, en Tailandia, y la probable venta del proyecto Nueva Esperanza, la compañía está analizando distintas opciones para salir a flote. ¿Qué cartas seguirá tomando la minera? La respuesta es incierta.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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En 1988 salió al mercado la compañía minera australiana Kingsgate Consolidated, cuya subsidiaria es Laguna Resources Chile. En ese tiempo se dedicó al área de exploraciones, pero no fue sino hasta el 2001 cuando la firma comenzó la producción de oro en su mina Chatree, ubicada en Tailandia.

Desde el inicio de sus operaciones en ese año, Chatree ha producido más de 1.8 millones de onzas de oro y más de 10 millones de onzas de plata, con una tasa de aproximadamente 125.000 a 135.000 onzas por año durante el último tiempo.

Pero Akara Resources Public Company, subsidiaria tailandesa de Kingsgate a cargo de Chatree, dejó de operar esta mina de acuerdo a la orden de cierre del gobierno tailandés, por lo que el 1 de enero de 2017 Chatree quedó bajo la categoría de “cuidado y mantenimiento”.

Hoy, aproximadamente 25 empleados de tiempo completo permanecen en esta mina para administrar el cuidado y mantenimiento en curso y las obras de rehabilitación. Al cierre de la mina, se mantenían aproximadamente US$ 6.7 millones de inventario de oro y plata.

Nueva Esperanza: bajo signo de interrogación

A este lado del continente, en tanto, la compañía también se ha hecho presente. En el año 2009 Kingsgate aterrizó en Sudamérica con la adquisición del proyecto minero Arqueros en Chile, actualmente conocido como Nueva Esperanza, situado en la Región de Atacama.

“En sus inicios la compañía apostó por el proyecto Arqueros, logrando las autorizaciones para la explotación. Sin embargo, en su afán de continuar sus operaciones en Chile, siguió con exploraciones en paralelo, lo que más tarde dio origen al proyecto Nueva Esperanza”, señalaron desde la subsidiaria de Kingsgate.

Y es que el equipo de Kingsgate tiene experiencia en el descubrimiento, delineación, construcción y operación de oportunidades de negocio en metales preciosos.

[Aproximadamente 25 empleados de tiempo completo
permanecen en la mina Chatree, para administrar el cuidado
y mantenimiento en curso] 

A grandes rasgos, el proyecto considera 11,5 años para la fase de operación y 1 año para la fase de cierre, con una capacidad de procesamiento de 2 millones de toneladas anuales de mineral en una planta de lixiviación por agitación, y una inversión estimada de US$ 215 millones.

No obstante, al cierre de esta edición, el gerente general y vicepresidente de Desarrollo de Proyectos de Kingsgate en Chile, Leonardo Hermosilla, comentó a Revista Nueva Minería y Energía que la minera estaría ad portas de concretar la venta de Nueva Esperanza.

Así las cosas, tras el cierre de la mina Chatree, en Tailandia, y la probable venta del proyecto Nueva Esperanza, la compañía está analizando distintas alternativas para salir a flote. ¿Qué cartas seguirá tomando la minera? La respuesta es incierta.