Italia y España: Dos gigantes en serios problemas

17 junio, 2020
España - Iltalia_foto_001

Imágenes de personas fallecidas por Covid-19 inundaron las pantallas televisivas, provenientes desde España e Italia, durante marzo. Aunque la pandemia sanitaria no ha sido controlada del todo, hoy ambos países se enfrentan a la reapertura de sus economías, cuyas proyecciones se prevén desastrosas.

Por Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
______________

Cuando nuestros hijos abran sus libros de Historia en algunas décadas más, se encontrarán con uno de los capítulos más oscuros por los que haya atravesado la humanidad: la crisis mundial del Covid-19.

Un hecho que a partir del mes de marzo, inundó de temor las calles de Europa, y que hoy está trazando de incertidumbre y pesimismo el futuro del planeta.

Uno de los países más afectados por esta emergencia sanitaria ha sido España, cuya primera oleada de la pandemia está siendo superada lentamente. Aunque el costo ha sido muy alto: más de 27.000 muertos, incalculables daños y una deuda de 250.000 millones de euros, es decir, un 20% del PIB.

Tan compleja es la situación que, en una ocasión, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del país europeo, José Luis Escrivá, señaló que el Covid-19 ha destruido en 14 días los mismos empleos que la crisis de Lehman Brothers en cinco meses. Y las proyecciones tampoco son las mejores.

Efectos y salidas para la economía española

Desde la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile (Camacoes) estiman que los efectos del Covid-19 en España serán tan profundos, como los experimentados en todo el mercado a nivel global. De hecho, a fines del año pasado se preveía que el PIB de España crecería un 1,9% en 2020. Sin embargo, la previsión actual de la Comisión Europea es de -9,4% para el país europeo.

En opinión de Carlos Molina, presidente de la Camacoes, habrá un efecto particularmente desastroso para el sector del turismo en España. En tanto que el sector de medianas y pequeñas empresas también se verá fuertemente golpeado.

“En este sentido, todas las ayudas crediticias del gobierno y los bancos serán fundamentales para reactivar y reanimar la economía doméstica, pues si bien España se encuentra hoy en fase de desescalada y reapertura de la economía, la pandemia aún no ha sido controlada”, dice el ejecutivo.

Un artículo del diario español La Vanguardia coincide con este punto de vista, pero manifiesta que la única manera en que el país podrá salir adelante será si incrementa su productividad, redimensiona el sector público y apuesta de forma decidida por la tecnología y la innovación.

“La pandemia ha mostrado la necesidad de las empresas de ponerse al día en transformación digital y lograr la continuidad de sus operaciones con equipos trabajando a distancia”, sostiene el líder de la Camacoes, añadiendo que España vivirá un momento de gran transformación en los negocios, la cual deberá darse en un contexto de riesgos regulatorios, demanda, cambios geopolíticos e incentivos fiscales.

El rol de Chile

En este escenario poco auspicioso, Chile podría jugar un rol fundamental para que España pueda salir de la crisis, y de esta manera, ambos países puedan enfrentar de forma conjunta, los estragos fruto de la pandemia.

Así lo indica Molina al aseverar que este momento puede constituir una gran oportunidad para generar una mayor inversión de España en Chile, tanto por la diversidad de rubros en los que se pueden ejecutar proyectos en suelo nacional, como por la importante experiencia y know-how de las empresas españolas.

“Entre los sectores relevantes, que pueden presentar posibilidades de desarrollo, destacan la energía y la infraestructura público-privada en Chile. España, por su parte, también ha implementado tecnología de punta y ha acumulado experiencia en los sectores del agua y del medioambiente, ámbitos en los que Chile ha decidido impulsar con fuerza”, plantea el máximo representante de la Camacoes.

Los próximos meses, por cierto, serán cruciales para España que no quiere perder su sitial en la eurozona.

No por nada, es el 4º país en la Unión Europea (UE) y 13ª economía del mundo, por volumen del PIB. Mientras que su privilegiada situación geoestratégica y especiales relaciones con Iberoamérica le permiten jugar un rol esencial como miembro de la UE; puente entre África y Europa; y hub para las empresas latinoamericanas que quieran establecerse en el continente europeo.

Italia en la encrucijada

Otro de los países que se ha visto fuertemente impactado por el Covid-19 en Europa ha sido Italia. El 22 de marzo, el presidente de ese país, Giuseppe Conte, anunció el cierre de todas las empresas que realizan “actividades de producción no necesarias”, con el fin de reducir el número de trabajadores obligados a moverse y a estar en entornos potencialmente contagiosos.

A tres meses de las primeras medidas decretadas, Italia contabiliza al día de hoy 52.942 casos positivos de Covid-19, 32.955 víctimas fatales y 144.658 recuperados, enfrentándose así a una situación económica que muchos analistas definen como dramática y sin una salida clara a la vista.

“El PIB italiano en los primeros 6 meses de este año podría caer un 10%, o sea, unos US$45.000 millones”, afirmó a la BBC de Londres el economista del Centro de Estudios de Confindustria (CSC), Matteo Pignatti. Esto equivale a decir que Italia, que actualmente es la octava economía del mundo según datos del FMI, perdiera el equivalente a todo el PIB de Bolivia.

Reactivación en la mira

De acuerdo al análisis del gerente general de la Cámara de Comercio Italiana en Chile, Olivier Lunghini, las industrias más afectadas serán las de hotelería, restauración, turismo y transporte, estimándose que el número de empleados en los sectores en riesgo de recesión, representan alrededor del 19% del total de la fuerza laboral italiana.

“Las previsiones económicas italianas están en línea con las de los otros estados europeos, pues se espera una desaceleración que durará todo el año en curso”, dijo el ejecutivo a revista Nueva Minería y Energía, añadiendo que el gobierno de ese país comenzó a trabajar en algunas palancas fiscales para reactivar la economía, incluyendo un paquete de estímulo conocido como el Decreto “Relanzamiento”.

Esta última herramienta pretende otorgar instrumentos concretos de garantía de crédito para las pequeñas y medianas empresas. A juicio de Lunghini, las palancas para respaldar un reinicio inmediato de la economía italiana son la digitalización y la automatización, el fortalecimiento de la relación con los clientes y la consolidación de la cadena de suministro, pasando a procesos más flexibles para adaptarse a los cambios repentinos de la demanda.

Potenciar relaciones

Para levantar la economía italiana también será necesario fortalecer las relaciones económicas internacionales. En el caso de Chile y el país europeo, el camino parece estar despejado, ya que en los últimos años el intercambio bilateral se ha contabilizado en alrededor de 1.700 millones de euros.

Así lo declara el líder de la Cámara de Comercio Italiana en Chile, quien asegura que las exportaciones del país del viejo continente están compuestas por más del 50% de maquinaria y tecnología, principalmente dirigida al sector de agro-industria, civil y minería, por lo que una desaceleración en las inversiones chilenas los afectaría directamente.

“Si sabemos prepararnos, podremos apoyar la recuperación de la economía chilena al continuar suministrando tecnologías de fabricación, especialmente todo lo relacionado a automatización, que será la gran tendencia post pandemia”, enfatiza Olivier Lunghini.

Noticias Relacionadas