Ignacio Santelices, Director Ejecutivo de Adelat: “Hablar de transición energética es hablar de distribución”

16 enero, 2023
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A poco más de 7 meses de asumir la dirección ejecutiva de la Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica Latinoamericana, Adelat, Ignacio Santelices, reconoce que la distribución es un tema del que poco se habla, sin embargo, juega un rol estratégico en la Transición Energética con importantes desafíos para la región.

Por Constanza Schaub
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Más inversión, modernización de redes y generación distribuida son los temas que concitan la atención de Ignacio Santelices, desde que dejara la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) para asumir la dirección ejecutiva de la Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica Latinoamericana (Adelat).

Con el foco puesto en el futuro y la innovación el organismo reúne a distribuidoras eléctricas de Brasil, Perú, Chile, Colombia y Argentina, para promover la cooperación, mejorar las prácticas y fortalecer el servicio en la región.

En conversación con Revista Nueva Minería y Energía, el ejecutivo profundizó en el rol del organismo que lidera y los desafíos de la distribución como factor clave para la transición energética.

¿Cuál es el objetivo que cumple Adelat para el desarrollo de la industria en la región?

El objetivo de Adelat es, básicamente, instalar en la opinión pública la importancia que tiene la distribución en la transición energética. En general, este es un tema que ha sido más bien descuidado en los países de la región, pero es un habilitador para lograr una transición exitosa, porque va a llegar un punto en que no va a bastar la capacidad que tenemos en distribución y tenemos que prepararnos para ese momento. Ese es el rol que nos compete, aportar con una visión a largo plazo para instalar las materias en la discusión de los países.

¿En la práctica esto se traduce en propuestas?

Hoy estamos elaborando documentos de trabajo en los cuales presentamos nuestras propuestas institucionales que abarcan, por ejemplo, los elementos mínimos que debiera contener la regulación para la distribución del futuro. Esto a modo de recomendación para quienes toman las decisiones respecto a lo que se requiere.

Actualmente se habla bastante de distribución, pero no hay mucho contenido, por lo que estamos trabajando con consultores de distintos países, mirando la experiencia internacional para conocer las mejores prácticas y hacer algunas recomendaciones. También respecto del tipo de inversiones que demanda la distribución para poder responder a los desafíos de la transición energética.

¿Cuál es su visión respecto a la situación actual de la distribución?

Creo que hoy día el desarrollo de la distribución no está de la mano con los avances que hay en otros aspectos de la transición energética. El foco está puesto en la producción de energías limpias, pero se da poca importancia a temas del consumidor. Pienso que la eficiencia energética suele estar en un segundo plano, pese a todo lo importante que es, y también el cómo preparamos las ciudades para recibir toda esta energía limpia -y mucho más abundante- si tomamos en cuenta que vamos a empezar a electrificar el consumo. Nos falta hacer ese cambio de switch que ya se hizo en el segmento de la generación con el avance hacia una matriz limpia, pero ahora con miras a la distribución.

¿Latinoamérica está preparada para afrontar el fuerte incremento en la demanda de electricidad que se prevé en los próximos años?

Ciertamente no, pero lo bueno es que todavía estamos a tiempo. Actualmente en Chile los datos de interrupción se miden en horas mientras que en Europa y Estados Unidos se hace en minutos. Para solucionarlo hay que hacer inversiones porque en el futuro las interrupciones afectarán más procesos productivos e industriales que se van a electrificar.

Del mismo modo, será necesario poner inteligencia en las redes para cuando cientos de miles de automóviles o muchos sistemas de climatización eléctricos requieran cargar energía al mismo tiempo, éstas respondan adecuadamente. Además, se va a requerir mucha inversión y ojalá lo más espaciada en el tiempo posible, porque de lo contrario, va a tener un impacto en la tarifa mucho mayor que si lo planificamos con diez o quince años de anticipación.

Cuando invertimos en redes permitimos mayor despliegue de las renovables y electrificar más el consumo. Con redes más inteligentes podremos hacer gestión de demanda, que hoy prácticamente no se hace, pero que va a bajar los costos de la generación eléctrica. En este sentido, tenemos que cambiar la mirada de minimización de costos en que habitualmente se pone a la distribución, a una visión sobre qué distribución necesitamos para maximizar el valor de las redes, lo que nos va a beneficiar a todos.

Distribución eléctrica

¿Cuáles son las principales dificultades que afrontan las distribuidoras por estos días?

A nivel de industria hay dos desafíos grandes. Las distribuidoras saben que la transición energética exige modernizar las redes y mayor inversión, pero para ello se necesitan regulaciones más modernas. Hace falta una Ley Larga de Distribución no sólo en Chile, sino en toda Latinoamérica.

El otro reto fundamental es cómo abordar la generación distribuida en las redes. De qué manera hacemos una legislación que no desincentive tener paneles solares, por ejemplo, pero que también obligue a pagar lo que corresponde por el uso de las redes.

Durante 2022 la Asociación condujo una serie de mesas de trabajo que abordaron regulación, nuevos modelos de negocios y el rol estratégico en la transición energética ¿Cómo observa la realidad chilena frente los nuevos desafíos?

Estamos en general en una situación bien parecida en toda Latinoamérica. En todas partes la legislación es anticuada y requiere adecuarse. Los países que están un poco más avanzados hoy día son Brasil y Colombia, pero todavía les queda mucho por hacer. La distribución es un tema pendiente en forma transversal y justamente esa es la lógica de crear una asociación latinoamericana de distribuidoras. En Europa sucedió algo parecido, por lo que avanzar en el desafío de la distribución eléctrica es un fenómeno global.

De acuerdo con Fitch Ratings, producto de la pandemia el negocio de distribución eléctrica acumuló importantes cuentas por cobrar, y tras conversaciones con el Regulador durante 2023 podría recuperarse parte de la deuda ¿vislumbra que este problema se subsane en el mediano plazo?

A título personal creo que atravesamos una situación absolutamente inédita para todo con esta mezcla de estallido social más pandemia, pero hay que confiar que estamos en un país serio que ha sabido salir adelante de estos problemas y que la situación se va a normalizar. Hay que tener paciencia y confiar en las autoridades. Chile en general se ha destacado por respetar sus acuerdos e institucionalidad y hay que tomarlo con calma.

¿Qué rol les compete a las distribuidoras en la democratización de la calidad, equidad y acceso a la energía por parte de las personas y la consiguiente lucha por erradicar la llamada “pobreza energética”?

Parte importante de solucionar la pobreza energética tiene que ver con electrificar el consumo y en esto tiene un rol muy importante la política pública de apoyar el recambio tecnológico. Creo que ya está la voluntad política, pues salió hace poco la Ley de Biocombustibles Sólidos -que básicamente regula el uso de la leña- y con ella se van a acercar los costos con otras soluciones tecnológicas.

Hoy los sistemas eléctricos son muy competitivos, pero hay que hacer inversiones y la política pública tendrá que apoyar a los hogares de menores ingresos. Es muy importante que el servicio eléctrico que se preste sea de calidad por lo que debemos reforzar las líneas, aun cuando esto debe ser mandatado por el Regulador y para eso debe haber un plan de inversión.

¿Cómo ha sido la experiencia durante estos meses a la cabeza de la asociación?

Estoy descubriendo un mundo bien inexplorado del que se habla muy poco lamentablemente, pero que tiene cosas alucinantes como los sistemas automatizados capaces de redirigir el consumo para solucionar cortes en segundos, que existen, pero no se han masificado.

Sin embargo, el mensaje que quiero dejar planteado y no debemos perder de vista es que, si queremos hablar en serio de transición Energética, tenemos que hablar en serio de distribución eléctrica porque sin ella difícilmente será posible alcanzar este importante desafío.

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