Revista Nueva Minería

El presidente de Antofagasta plc, ex Codelco y ex BHP Billiton, criticó el foco que tuvo la industria durante toda la década pasada y parte de la actual, en relación a preferir maximizar la producción descuidando la contención de los costos.

“No podemos decir que el Gobierno, las empresas de servicio o la legislación son el motivo por el que no hemos mejorado la productividad. Es un tema nuestro, es una responsabilidad nuestra y la coyuntura de mercado nos está empujando a que efectivamente nos hagamos cargo”.

Con estas palabras el presidente de Antofagasta plc -brazo minero del grupo Luksic-, Diego Hernández, realizó una dura autocrítica del desempeño de la industria minera durante los últimos diez años.

A su juicio, en la historia minera contemporánea existen dos periodos: uno de crecimiento de la producción y la productividad -entre 1990 y 2004- y otro de estancamiento de la producción y una baja en la productividad -desde 2004 a la actualidad-.

Esto lo reflejan las cifras, indica, y ejemplifica con el hecho de que en los 90 el crecimiento de la producción fue a un promedio de 9,2%, con inversiones que sumaron US$40.400 millones y con una variación positiva de la productividad laboral de 101%.

“Este crecimiento fue motivado por el apetito de inversión de las empresas mineras, las ventajas competitivas que ofrecía Chile con propiedad minera sin desarrollar, legislación adecuada, mano de obra calificada, ingenieros brillantes, no discriminación al riesgo extranjero y el bajo riesgo país”, enumeró.

En cambio, graficó el ex Codelco y ex BHP Billiton, desde 2004 a la fecha la industria minera nacional presentó un crecimiento del 0,7%, una inversión de US$ 44.000 millones y con una variabilidad laboral negativa de 41%. Esto, añadió, arrastrado por bajas leyes de mineral por envejecimiento de los yacimientos y el aumento de la dotación.

“Un aspecto importante que afectó a la minería del cobre fue el foco que tuvo la industria en maximizar la producción y la menor preocupación que tuvo en la contención de costos y en la productividad”, sostuvo.

Por ejemplo, acotó que “cuando miramos la dotación vemos que el aumento ha sido mucho más significativo que el aumento de las toneladas procesadas en la planta y el movimiento de material en la mina”.

Esto, a su juicio, lo comprueban las cifras. En los últimos 10 años la ley de cobre ha caído un 30%, la dotación ha aumentado en un 74% y la producción a nivel país solo ha presentado un alza del 7%.

A esto se suma el costo laboral que aumentó en el mismo periodo desde US$0,16 por libra de cobre a US$0,209, lo que se explicaría tanto por “la escasez de mano de obra calificada como la fortaleza de los sindicatos”.

Pero el escenario actual es un poco más optimista. Esto, porque en 2015 la presión alcista debería moderarse, por la depreciación del peso chileno.

Hernández también apuntó a la estandarización de las prácticas mineras. “La formación ha aumentado y nosotros no le hemos sacado partido a esa nueva realidad. No podemos tener personas que podrían estar en un país desarrollado y nosotros trabajar con esa gente como si estuviéramos en un país que no es desarrollado, de hace 15 o 20 años atrás. Si reflexionamos, nuestras prácticas de trabajo no han cambiado mucho desde a mediados de los 90 hasta ahora, es decir, seguimos haciendo las cosas muy parecidas”, dijo.

Por ello, hizo un llamado a revisar prácticas de trabajo para reducir tiempos muertos, fomentar la innovación tecnológica y ajustar estándares operacionales de acuerdo al tamaño y complejidad del activo minero.

La coyuntura

Pese al negativo escenario presentado, Hernández hizo un llamado a sus pares para seguir creyendo en la industria nacional, aún en momentos en que el cobre alcanza los niveles más bajos desde 2009.

“Para nosotros es muy importante defender nuestra industria, no dejar que el país baje la guardia y que sigamos como somos, una industria que siempre tiene que estar mirando el largo plazo, es en estos periodos seguir con las actividades que nos van a permitir poder retomar los proyectos en forma oportuna”, remarcó.

Fuente: Pulso