Grupo CGE: El dilema de la venta separada de los activos

9 octubre, 2014

Firma viene pidiendo desde 2008 que se aprueben sus bases.

Si bien desde CGE confirman que las ofertas son exclusivamente por el control del holding, conocedores de la operación admiten que la venta separada de los activos en tres áreas de negocios sería lo más eficiente y rentable.

La última joya de la corona. Así catalogan muchos al centenario grupo energético, controlado por las familias Marín (con tres ramificaciones), Pérez Cruz y Almería, que agrupa a los Hornauer. ¿Y por qué? Por estar en manos nacionales, familiares y principalmente por el mix de sus activos, que la convierten junto a Colbún en la única eléctrica chilena de gran tamaño.

Si bien desde CGE confirman que las ofertas son exclusivamente por el control del holding (lo que desataría una OPA) y que no está en la cabeza de nadie al interior del grupo separar activos, para desprenderse por separado de ellos, conocedores de la operación -a cargo de JP Morgan y liderada por Alfonso Eyzaguirre- admiten que la venta separada de los activos en tres áreas de negocios sería lo más eficiente y rentable.

Es decir, desprenderse por separado del negocio eléctrico (CGE Distribución, Conafe, las ex filiales de Emel en el norte y la zona central, y las transmisoras Transnet y Transemel) de los activos de distribución de gas natural y licuado domiciliario e industrial (principalmente Gasco y Metrogas en Chile) y de las redes gasíferas. Esto sin contar el potente mix geográfico que ofrece el grupo, con compañías en Chile (mayoritariamente), Argentina y Colombia.

Por eso, personas que conocen el deal -que tiene como principales interesados al fondo australiano IFM Inverstors (controladores de Pacific Hydro), la compañía pública colombiana EPM y la hispana Gas Natural Fenosa-, aseguran que esa opción desde el punto de vista económico es más atractiva, tanto para los vendedores como para los compradores, aunque hace la operación más compleja y lenta.

Y es ahí donde las familias controladoras han querido despejar dos temas en la venta: que no exista ni el más mínimo cuestionamiento de los accionistas minoritarios (aquí las AFP son muy pequeñas, con menos del 2%) y que la compañía se transfiera tal como está. Sin embargo, hay quienes afirman que esta es una primera etapa, y que no se podrá impedir dividir los activos una vez vendidos.

Incluso ya hay quienes sostienen que los australianos -que liderarían la carrera- no tienen una obsesión por el negocio eléctrico y que su objetivo principal es el gas. Por el contrario, los de Medellín (una curiosa y exitosa empresa gestionada por el municipio de la ciudad y que se abre paso en Chile) apostaría por la redes de distribución eléctrica. Sólo los españoles pujarían por el 100% de los activos. Si al final ganan los oceánicos, no es descartable que vendan el negocio eléctrico a los colombianos.

El negocio del gas

Gasco, el brazo industrial a través del cual el grupo CGE controla directa o indirectamente el negocio del gas en tres países, podría ser el destino para que una de tres familias mantenga presencia en la compañía.

Los Pérez Cruz tienen una participación minoritaria directa que está fuera del pacto controlador, que podrían mantener una vez lanzada y aceptada la OPA. Sin embargo, los últimos acontecimientos, que han puesto a la industria del gas en la mira de la autoridad sería un incentivo para desprenderse de esa participación.

Fuente: Pulso

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