Geotermia en Chile: Ahora es cuando

20 junio, 2022
Geotermia_foto_001

Chile ha sido sindicado como uno de los países con mayor potencial para el desarrollo de la geotermia como opción de generación renovable. Pero su fortalecimiento depende de que el Estado se vincule de manera más activa en su desarrollo, como lo plantean algunos actores del sector.

Por Daniela Tapia
Revista NME
_________________

Entre las energías renovables no convencionales, la geotérmica es una de las que menos se conoce en Chile, pero es también una de las que posee mayores oportunidades de desarrollo. Según el informe “Mesa de Geotermia”, publicado en julio de 2018, se podrían incorporar unos 2100 MWe geotérmicos al 2050, aunque el potencial podría ser mucho mayor, convirtiendo a Chile en una auténtica potencia geotérmica mundial.

Y es que la cadena volcánica en el país hace que los sistemas geotermales -de los cuales se extrae el fluido de alta temperatura- se encuentren a menos profundidad que en otros lugares del planeta. A modo de ejemplo: mientras en Alemania, país que ha reemplazado parte de su matriz energética a base de carbón por geotermia, tuvieron que perforar la tierra por sobre los 3.000 metros de profundidad, en Chile basta un tercio.

Pese al enorme potencial que posee esta alternativa de generación en suelo nacional, el director del Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes (CEGA), Diego Morata, afirma que el desarrollo de la geotermia en Chile se encuentra en una etapa de “peligroso reposo latente”.

Según su análisis, si bien la implementación de Cerro Pabellón significó un verdadero hito para la industria geotérmica en Chile al convertirse en la primera planta en Sudamérica, emplazada en la ciudad de Antofagasta y que se caracteriza por ser de alta a media entalpía para la generación de electricidad, no existe claridad respecto a cuáles serán los proyectos venideros que irían en esta misma línea.

“Se ha instalado la idea de que la geotermia “no es competitiva” económicamente en relación a los precios a los que hoy día se están ofertando en las diferentes licitaciones de suministro de electricidad en nuestro país. Y si bien es cierto que la geotermia tiene costos iniciales más altos respecto a otras renovables, claramente tiene beneficios que debiesen tomarse en cuenta. Se trata de la única energía renovable que tiene un elevado factor de planta y que puede, por lo tanto, ser considerada energía de base, funcionando las 24 horas del día, los 365 días del año”, señala el también académico de la Universidad de Chile.

Coincide con este punto el presidente del Consejo Geotérmico, Carlos Jorquera, quien sostiene que, ante el actual contexto de estrechez, sequía y descarbonización que vive el segmento de la generación, la energía geotérmica destaca como una alternativa viable y competitiva “para eliminar la generación a carbón y para reemplazar la deteriorada generación hidráulica”, asegura.

“Respecto a la tasa de desarrollo de la geotermia, tenemos como referencia a Turquía, donde la industria desarrolló cerca de 1.500 MW en los últimos 10 años, transformándose en una cifra interesante para la transición energética que estamos experimentando”, agrega.

Morata va más allá al destacar las lecciones que está dejando la invasión de Rusia a Ucrania, argumentando que el escenario bélico ha demostrado al mundo entero la fragilidad energética que tienen aquellos países que dependen de terceros para asegurar sus fuentes de energía.

“Chile, en este sentido, tiene una tremenda oportunidad debido al inmenso potencial que tiene bajo sus pies, el cual permitiría, junto a las otras renovables, poder establecer una seguridad energética que permita hablar de independencia para la generación y suministro de electricidad”, afirma.

Expectativas frente al nuevo gobierno

¿Qué puede hacer el actual gobierno para promover un mayor posicionamiento de esta opción en la matriz energética chilena? Mucho, comparten ambos analistas.

De acuerdo a Carlos Jorquera, a esta administración le corresponderá realizar un “trabajo de joyería”, con el fin de atender la situación actual del sistema eléctrico, donde las características tecnológicas de la nueva generación que se incorpore son relevantes para la seguridad y precios finales de la energía en el sistema.

“La nueva autoridad tiene que considerar que el desarrollo de los proyectos se extiende más allá del período de una administración (alrededor de 5 a 6 años), donde las decisiones que se tomen hoy para impulsar la geotermia recién las veremos materializadas en 6 años más, lo que, sin duda, requiere de una visión estratégica de largo plazo”, plantea.

Por su parte, el director del CEGA es más optimista respecto al rol que podría ejercer el nuevo gobierno para fortalecer el desarrollo de la geotermia. “Tengo el pleno convencimiento de que el gobierno del Presidente Gabriel Boric tiene en su ADN un mejor papel del Estado, y en temas de energía y seguridad energética la geotermia debiese ser un actor principal”, asevera.

Con este gobierno, añade, Chile tiene una oportunidad única de apostar por sistemas de calefacción distrital con geotermia, siguiendo la tendencia de varios países europeos que han establecido una estrategia de urgencia para dotar de una fuente alternativa al gas a los sistemas de calefacción distrital.

“Hay muchas experiencias en donde la geotermia (el uso directo de la geotermia) se ha posicionado como la manera más eficiente, limpia y sustentable de calefaccionar barrios enteros. Esto puede replicarse en nuestras ciudades del centro-sur del país, disminuyendo de esta manera el uso masivo de la calefacción con leña, mejorando la calidad de vida de nuestros ciudadanos y disminuyendo de esta forma la dependencia de combustibles fósiles para estos fines”, explica.

Asimismo, Jorquera indica que la geotermia tomó otro rumbo después del Acuerdo de París como una tecnología clave para habilitar la transición hacia la carbono neutralidad.

“En ciudades como París, Múnich, Berlín, Londres, Madrid, entre otras, hay proyectos geotérmicos ecológicos en desarrollo y “al lado de la demanda”. De esta manera, entonces, solo tipificar la energía geotérmica para la generación de electricidad es un tema que se debe abordar como sociedad, para poder extender el potencial geotérmico en Chile, tal como se ha realizado recientemente con la industria del Hidrógeno Verde”, manifiesta.

Desafíos en el horizonte

Con la mirada puesta en posicionar a la energía geotérmica como una alternativa relevante dentro de la matriz energética chilena, uno de los desafíos está en lograr la modificación a la ley de geotermia para su uso directo, cuyo proyecto de ley, que favorecería el desarrollo de la geotermia somera, fue ingresado por el Ejecutivo el 11 de abril del 2019, pero aún se encuentra en segundo trámite constitucional.

“Han pasado tres años desde que se ingresó este proyecto de ley, lo que da cuenta que la geotermia en Chile se encuentra en un “peligroso reposo latente”, tal como lo mencioné anteriormente”, critica el director del CEGA.

En tanto, Carlos Jorquera indica que es necesario avanzar en todos los frentes de forma coordinada para desarrollar la geotermia, relevando su importancia en función de electrificar, reemplazar combustibles fósiles, crear mano de obra nueva y de largo plazo, fomentar el desarrollo económico local y de las comunidades, entre otros beneficios.

Finalmente, desde el CEGA comparten lo planteado por Jorquera, expresando que están convencidos de que existe una oportunidad única como país que no se puede dejar pasar.

“Aún hay un largo camino que se debe recorrer. Hay temas pendientes que tienen relación con la aceptación social de la geotermia por parte de las comunidades en donde están insertos los proyectos geotérmicos, tomando como aprendizaje las experiencias exitosas de países que llevan la delantera en este tema, como lo es Nueva Zelanda”, concluye Diego Morata.

Noticias Relacionadas