Fabricantes de aerogeneradores luchan por aprovechar el auge de la energía renovable

9 septiembre, 2021
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Los costos cada vez más altos de las materias primas, los subsidios inciertos y la preocupación por el transporte de las gigantescas maquinarias están obstaculizando las ganancias de compañías como Vestas y General Electric.

El interés del mundo por la energía verde es más grande que nunca, pero eso no se está traduciendo a grandes ganancias para algunas de las compañías que están detrás del auge. Los fabricantes de turbinas eólicas están luchando con ganancias más bajas mientras los costos en alza de las materias primas, los problemas para enviar las enormes maquinarias y la incertidumbre sobre el futuro de los subsidios en EE.UU. ejercen presión sobre sus empresas. Siemens Gamesa Renewable Energy SA y Vestas Wind Systems A/S, dos de los más grandes fabricantes en el mundo, redujeron los pronósticos de ganancias para lo que queda del año. General Electric Co., otro importante fabricante de turbinas, reportó un crecimiento interanual en las ventas de turbinas, pero no ha obtenido ganancias en ese segmento este año.

A nivel global, la producción eólica ha ido aumentando a medida que la fuente de energía renovable va siendo más competitiva económicamente con las fuentes de electricidad a base de combustibles fósiles como carbón y gas natural y que los países empiezan a tomar medidas para abordar las causas del cambio climático. Se espera que la demanda por turbinas esta década duplique más o menos aquella que hubo en los 10 años anteriores, de acuerdo a estimaciones de la firma de consultoría y datos Wood Mackenzie. Pero las empresas enfrentan una serie de desafíos en la manufactura y traslado de las turbinas cada vez más grandes, cuyas aspas solamente miden más de 30 metros cada una. Los costos de transporte que han aumentado cuatro veces y las alzas en los precios del acero, el cobre, el aluminio y la fibra de carbono probablemente harán subir los precios de los aerogeneradores en un 10% durante los próximos 12 a 18 meses, según Wood Mackenzie.

“Hay un problema de logística en los puertos principales del mundo debido a los cierres por el covid”, indicó Henrik Andersen, jefe ejecutivo de Vestas. “Hay una gran cantidad de barcos portacontenedores y otros diseñados especialmente que transportan nuestros bienes terminados. Forman una hilera. No pueden entrar al puerto”. Los precios de las materias primas que se utilizan en los aerogeneradores empezaron a subir a mediados de 2020 mientras muchas restricciones por la pandemia disminuían a nivel global, y es probable que esos costos elevados persistan, afirmó Andersen.

Pero las alzas de precios en el transporte con el tiempo deberían bajar, agregó, e indicó que Vestas espera que duren hasta principios de 2022. Las acciones de esta compañía han caído alrededor del 15% este año. Los precios más altos del petróleo este año han aumentado el costo de los combustibles que se emplean para mover los suministros y equipo de las turbinas. Al mismo tiempo, estas son cada vez más grandes y más difíciles de transportar, observó David Sale, jefe ejecutivo de Goldwind Americas, la subsidiaria en Norteamérica del fabricante chino de turbinas Xinjiang Goldwind Science & Technology Co.

“Mientras seguimos ampliando los límites del transporte, el equipo especializado que se requiere para mover estas máquinas no abunda”, comentó Sale. Otro importante factor que pesa sobre los fabricantes de turbinas es una falta de claridad sobre si el gobierno de Biden extenderá, y cómo, un crédito tributario federal para el desarrollo eólico en EE.UU., un mercado clave de crecimiento.

La extensión del crédito tributario, el que está programado para expirar este año, se está considerando como parte de un proyecto de ley de ajuste presupuestario de US$ 3,5 billones que propone una serie de medidas de gasto para acelerar el despliegue de la energía renovable. Puesto que los detalles de los subsidios están en proceso de cambio, algunos clientes no están seguros de si ordenan nuevas turbinas ahora o esperan a ver si las políticas y los costos de envío posiblemente más bajos logran que las compras sean más atractivas en un futuro cercano, dijeron analistas y empresas.

Abby Watson, jefa de asuntos de gobierno de Siemens Gamesa para Norteamérica, manifestó que está optimista, porque cree que la industria tendrá un panorama a largo plazo más claro de la política estadounidense para fines de año. Eso, aseguró, ayudaría a la compañía a planear mejor su estrategia de manufactura sin tener que estar sube y baja en respuesta a los cambios en el código tributario. “Cuando hablamos de presiones sobre los precios con las que todos han estado lidiando, una parte para nada despreciable de eso es una inconsistencia en la política”, aseveró.

Siemens Gamesa, cuyas acciones han caído aproximadamente 25% este año, señaló que está cobrando precios más altos y tomando otras medidas para compensar el aumento en los costos de las materias primas. Aunque la compañía advirtió que probablemente los problemas van a continuar en el cercano plazo, prevé un fuerte crecimiento en los años venideros cuando los gobiernos de todo el mundo establezcan objetivos de reducción de emisiones de carbono. General Electric indicó que espera que el mercado eólico en tierra de EE.UU. disminuya a corto plazo antes de estabilizarse, en parte porque una potencial extensión a largo plazo de los créditos fiscales para el desarrollo eólico podría hacer que los creadores de parques eólicos posterguen sus decisiones de inversión por años.

En una declaración, la compañía señaló que ve un crecimiento a largo plazo en la industria eólica global a medida que la tecnología se vuelva más competitiva con otras formas de generación energética y que los gobiernos de EE.UU. y otras partes trabajen para abordar el cambio climático. Por ahora, los fabricantes de turbinas tienen que asumir en gran medida los costos de logística más altos, dijo Deepa Venkateswaran, analista de energías renovables en Bernstein Research. Los contratos a precio fijo por lo general incluyen un margen para la inflación, indicó, pero no fue una protección suficiente esta vez. “Los cuellos de botella no se pueden traspasar de inmediato”, manifestó Venkateswaran.

Fuente: El Mercurio

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