Revista Nueva Minería

30-07-2012 La Tercera – Noticias
– La medida apunta a evitar que la estatal eleve su deuda para financiar inversiones al 2013
– La compañía espera revertir las pérdidas de 2011 con un plan de contingencia

En una importante fase de análisis está la Empresa Nacional de Minería (Enami). El vicepresidente ejecutivo, Eugenio Cantuarias, señaló que evalúan la posibilidad de hacer concesionables las tres nuevas plantas que la estatal construirá en Tocopilla, Antofagasta e Illapel, y que entrarían en operación en 2013.

El modelo de negocios no es menor, ya que la firma busca revertir las pérdidas del período 2011, que alcanzaron a US$ 75 millones, por un ajuste contable que impactó en unos US$ 27 millones. Cantuarias señaló que este año la minera debería arrojar cifras positivas, aunque reconoce que por la caída que registra el precio del cobre, las cifras están bajo lo presupuestado. Esto motivó la creación de un plan de contingencia que aspira elevar la producción de cátodos, impactada por retrasos en la puesta en marcha de la ampliación de El Salado y restricciones de producción en Paipote, entre otros. Esto ha generado un sobrestock de 20% en el año.

Modelo de negocio

El modelo de negocio de concesiones que está impulsando permitiría a Enami alivianar el financiamiento de las inversiones, que contemplan un desembolso de US$ 100 millones para tres nuevas plantas y dos ampliaciones. Cantuarias explicó que ahora se sumarían dos nuevos poderes de compra, que podrían ser secos; es decir, sin la construcción de plantas, para Iquique y Cabildo.

El modelo que evalúan consistiría en que un tercero invierta en la construcción de las unidades, las que deben producir 400 toneladas de cátodos de cobre al mes; y la estatal asegura el abastecimiento y el poder de compra, que seguirá en manos del Estado. “Hacemos un contrato para que el tercero construya la planta con sus recursos y nos opere la planta; Enami le asegura que va a tener un abastecimiento seguro de mineral y lo que produce, que serán cátodos, lo entrega a Enami y nosotros tenemos el poder de compra”, señaló.

Cantuarias aclaró que, para despejar las dudas sobre una potencial privatización de la estatal, se reunió con proveedores y trabajadores de la compañía para conversar el tema.

“Necesitan saber que esto no es una privatización encubierta. El compromiso que tomaremos es que no habrá ningún empleo menos. Por el contrario, cuando hago una planta nueva, los trabajadores serán ellos y el poder de compra de Enami. Ese poder de compra lo debemos operar nosotros, si no, no le damos garantías”, dijo.

Cantuarias indicó que se han acercado varias empresas interesadas: “Me imagino que dependiendo de dónde se ubiquen las plantas, puede haber un mayor o menor interés. Por ejemplo, es más fácil invertir en una planta que está más cerca de Antofagasta”.

Luego de hablar con los proveedores y trabajadores, espera sondear el clima inversional para preparar las bases del proceso. La decisión busca alivianar la caja de la estatal, con un endeudamiento que llega a US$ 250 millones, aunque el ejecutivo asegura que caerá en 2012 en US$ 200 millones. “El comportamiento de nuestra caja lo ha permitido”, dijo. Y el visto bueno del plan de concesionar las operaciones tiene impacto en la decisión de recurrir a créditos sindicados para reestructurar la deuda de corto plazo. “Creemos que con el presupuesto del próximo año, necesitaríamos créditos entre US$ 150 millones a US$ 300 millones. ¿Por qué US$ 150 millones? Porque si nos vamos a concesiones, necesitamos menos para invertir -el plan es de US$ 100 millones-”, sostuvo.

Cantuarias agregó que la deuda de Enami debe ser “acotada, controlada y optimizada”, con un tamaño óptimo de unos US$ 150 millones: “No es posible que la Enami tenga en la caja chica mucha plata para poder pagar todos los días anticipos y poder pagarles a los mineros”.