Empresarios abordan los desafíos de Chile en tres áreas clave: energía, minería e impuestos

6 marzo, 2014
Empresarios abordan los desafíos de Chile en tres áreas clave: energía, minería e impuestos

Minería, Energía e impuestos son los desafíos de la industria

Bernardo Larraín, Álvaro Saieh y Jean Paul Luksic destacan la importancia de avanzar en asuntos como la mayor capacidad de generación eléctrica, las mejoras en la institucionalidad ambiental y los aumentos de la productividad económica

Los empresarios Bernardo Larraín, presidente de Colbún; Jean Paul Luksic, máximo timonel de Antofagasta Minerals; y Álvaro Saieh, controlador de Corpgroup, entregaron su visión sobre los desafíos que enfrenta el país en materia energética, minera y tributaria.

Los tres participaron con capítulos del libro “Pensando Chile”, donde junto con destacados expertos y autoridades del Congreso, plantearon una serie de propuestas públicas para el Chile del futuro. La publicación fue organizada conjuntamente por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y el Centro de Extensiones del Senado.

En el libro, los tres empresarios muestran su preocupación por la crisis de competitividad que está viviendo el país a raíz de los altos precios de la energía. En este punto, Larraín hace un llamado a elevar el diálogo entre los sectores público y privado, y la ciudadanía para superar esta parálisis que vive el sector en la concreción de nuevas centrales de generación.

Por el lado de los tributos, Saieh es claro al poner una voz de alerta frente a los perjuicios que podría traer a la inversión una reforma impositiva. Agrega que el gran tema que debe abordar el país es la productividad.

Finalmente, Luksic critica la dificultad que tiene la minería para desarrollar sus millonarios proyectos de inversión. En este punto, sostiene que la gran cantidad de permisos y la burocratización de algunas instancias administrativas le están restando dinamismo a una industria clave para Chile, que le ha entregado un impulso sostenido para el crecimiento al país y sus habitantes durante más de una década.

Jean Paul Luksic: Se necesitan reglas claras y una regulación más eficiente en la minería

El presidente de Antofagasta Minerals, Jean Paul Luksic, hace un llamado a mejorar la institucionalidad regulatoria para el desarrollo de los proyectos y a elevar la capacitación laboral.

Sobre el primer punto, Luksic afirma que la demora en la concreción de grandes inversiones está ligada a múltiples factores ambientales y burocráticos. Agrega que para materializar un proyecto minero se requieren entre 10 y 15 años desde que se inicia la etapa de exploración, hasta que se comienza a producir.

“No puede ser que la industria para desarrollarse hoy en día espere un proceso de cinco años de estudio de impacto ambiental del Estado, o que uno como empresario deba estar unos dos o tres años persiguiendo después el permiso sectorial o el informe del impacto ambiental. No somos eficientes como para darnos más auge en estos temas. Necesitamos reglas claras. Insisto, que nos regulen, que nos fiscalicen, porque es importante que se haga bien, y eso le va a dar más tranquilidad a los ciudadanos, pero que se haga de forma eficiente”, dice.

Por el lado de la capacitación laboral, Luksic sostiene que el país está carente de una organización nacional que permita contar con los mejores profesionales para cada puesto de trabajo.

“Chile necesita recursos humanos más capacitados, mejor educación. Necesitamos hacer un cambio brutal de coordinación para poder llegar a los niveles de países desarrollados. Necesitamos algo que nos permita coordinar las universidades con la industria, pero, por alguna razón, es sumamente difícil. Debemos hacer una gran coordinación”, asegura.

Finalmente, el empresario reconoce la importancia de la energía para Chile y los perjuicios económicos que están provocando los altos precios de la luz en la competitividad del sector minero y del resto del país.

“En general en el país se han desarrollado grandes industrias, pero estas necesitan energía. Cómo competimos nosotros en el norte de Chile, con una energía tres veces más cara que la que pagan los peruanos. Tienen una tremenda ventaja. Sin energía no hay luz, sin luz no hay empleo, y sin empleo nos cuesta ver cómo vamos a tener prosperidad en estos años”, agrega el también presidente del Consejo Minero.

Bernardo Larraín: Hay que impulsar las centrales térmicas eficientes y las hidroeléctricas

El presidente de Colbún, Bernardo Larraín, entrega cuatro pilares para el desarrollo eléctrico de Chile: aumentar la seguridad energética, elevar la competitividad de la matriz, mejorar la sustentabilidad de las fuentes de producción y agregar grandes magnitudes de nueva capacidad de generación.

Sobre este último punto, Larraín ejemplifica la necesidad de incorporar grandes centrales en el país, porque hacia 2030 el fuerte crecimiento de la demanda energética nacional obligará a sumar nueves fuentes de generación. “A junio de 2012 se estaban construyendo solo 1.730 MW en Chile. Obviamente, es una cifra bastante menor respecto del desafío de siete mil MW que necesitamos a 2020 y 23 mil MW a 2030”, dice.

Para enfrentar este desafío, el presidente de Colbún no duda en posicionar a las energías térmicas eficientes -carbón- y las hidroeléctricas como la base del crecimiento de la capacidad instalada en el país.

Sobre las carboneras, Larraín defiende su construcción basándose en la estricta norma de emisiones que comenzó a regir en Chile en 2010. “En Estados Unidos, donde el 50% de la producción de energía es en base a carbón, el 50% de esas centrales no tiene desulfurizador. En Chile no hay ninguna central que no utilice dicha tecnología, porque de otra forma no podría cumplir con las nuevas normas de emisiones. En ese sentido, hoy contamos con un estándar de centrales térmicas que ya es suficiente para viabilizar su instalación”, sostiene.

Por el lado de las hidroeléctricas, en el texto el empresario dice que hace algún tiempo la ambientalista nacional Sara Larraín afirmó en un medio de prensa que Chile debe replicar la experiencia de Nueva Zelandia, país en el cual el 80% de su generación se basa en Energías Renovables No Convencionales (ERNC). Sin embargo, Larraín aclara que el 80% proviene de centrales de pasada y embalses.

“En ese lugar hay cuatro complejos hidroeléctricos que están operando hace mucho tiempo y que suman tres mil MW de capacidad instalada y una superficie afectada de 159 km {+2} , que es casi el doble de un proyecto como HidroAysén. En otras palabras, HidroAysén produciría más o menos la misma cantidad de potencia, pero con la mitad de la superficie inundada de esos cuatro complejos hidroeléctricos”.

Finalmente, el empresario dice que la dificultad que están enfrentando las grandes centrales es una demostración de que la institucionalidad ambiental está siendo superada y que la sociedad está cada vez más interesada en entregar su opinión frente a las inversiones. “La intervención del Presidente de la República, de los senadores o la Corte Suprema muestra que los proyectos se están resolviendo en instancias distintas a las propiamente ambientales”. Para superar este nuevo contexto social, Larraín dice que el trabajo y el diálogo deben ser abordados por el Estado, los privados y la ciudadanía.

A. Saieh: El foco del país debe estar puesto en la productividad por sobre una reforma tributaria

La exposición del empresario Álvaro Saieh está marcada por el debate de reforma tributaria que se está desarrollando en el país desde hace varios meses.

“Estamos pensando en extraer recursos, pero no estamos pensando que eso genera menos inversión. Perdonen que no hable de la reforma tributaria misma, pero me parece que uno no puede poner la carreta delante de los bueyes. Uno tiene que saber primero qué quiere hacer con los recursos y, por lo tanto, cuántos necesita. Luego, antes de tomar una decisión de cualquier tipo, hay que analizar qué costos puede involucrar para el país. Hay que tomar el problema completo”, afirma Saieh.

Y continúa: “Hay que comenzar por ver qué pasó con el aumento del gasto fiscal, ocurrido desde el final del gobierno de Bachelet. Hasta hoy día, el fisco sigue gastando un 4% a 5% del PIB más de lo que se gastaba hasta 2007. ¿Dónde están esos recursos? ¿Se están gastando bien o no? ¿Hay reasignaciones posibles? Después de reasignar, ¿subsisten necesidades? ¿Con qué costo en inversión se puede financiar con mayores impuestos programas adicionales?”.

Según el empresario, se está tomando un camino equivocado a la hora de posicionar a la reforma tributaria como la solución a los problemas de distribución de riqueza en Chile, en desmedro del aumento de la productividad y el crecimiento económico del país.

Agrega que estos puntos deben ser abordados a la brevedad.

“Desde el 96 o 98, la productividad de los factores no crece, y si la productividad de los factores no crece, entonces nosotros no podemos seguir sosteniendo un crecimiento acelerado. Por lo tanto, la pregunta es: ¿Por qué estamos enfocados en los impuestos como una herramienta de redistribución y no en la productividad que ha funcionado bastante bien como herramientas para permitir mayores ingresos fiscales con los que se puede actuar para modificar la distribución? Esa es la primera pregunta que deberíamos plantearnos”, asegura Saieh.

Además, el empresario defiende el modelo económico que se ha impulsado en Chile en las últimas décadas, pues ha permitido generar riqueza, elevar la calidad de vida y mejorar la distribución del ingreso entre los ciudadanos.

En ese sentido, Saieh muestra su preocupación por la visión que se tiene en Chile sobre los impuestos que pagan los empresarios. Sostiene que el ahorro es la base del crecimiento de la economía nacional, por lo cual un alza impositiva debilitaría este tipo de acciones.

“La discusión está yendo en otra dirección. Ahora se quiere subir el impuesto a las empresas, lo que es pan para hoy y hambre para mañana. Los empresarios se sienten más ricos cuando la plata se queda en la empresa. Pero, en realidad, mientras esté en la empresa, no es de ellos, la tienen que usar para invertir, no la pueden gastar. Chile es distinto de otros países. Desde que Felipe Lamarca fue director de Impuestos Internos, un empresario no puede tener un avión, no puede tener un auto para uso personal, no puede tener nada financiado por la empresa”.

Fuente: El Mercurio

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