El terremoto interno en la minera de los Luksic que desembocó en la salida de Marcelo Awad

12 marzo, 2012

Jean Paul Luksic inició la búsqueda de un ejecutivo minero para Antofagasta Minerals: En los últimos años, cinco ejecutivos de primera línea han abandonado la compañía, agudizando la falta de profesionales especializados en el área de operaciones.
11-03-2012 El Mercurio – Noticias

 

Finalmente, el agua llegó al río. Este martes 6 de marzo, Marcelo Awad, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, tuvo una áspera reunión con el directorio del brazo minero del grupo Luksic. La mesa, presidida por Jean Paul Luksic, le planteó que había diferencias con su conducción, que había que enfocarse mejor en la producción -Los Pelambres y Esperanza, en concreto-, en la contención de los costos, en las expansiones de las minas en operación y menos en los proyectos en el extranjero. Awad, responsable de que el grupo tuviera presencia en los cinco continentes, mostró su desacuerdo, y selló su salida de Antofagasta, donde había llegado en 1996.

Esta pelea no sería nada más que un chisme corporativo si no fuera porque involucra a una de las empresas mineras más grandes de Chile, que aspira a ser en esta década una top ten global. Y claro, es el brazo minero de los Luksic, la mayor fortuna del país, con activos en la banca, empresas de consumo, combustibles y puertos, por nombrar algunos. La dimisión de Marcelo Awad, conocida el miércoles pasado, generó una gran conmoción en la industria, porque no es habitual que renuncie el CEO de una empresa así.
Su salida, además, se suma a la dimisión de varios ejecutivos de primer nivel en el brazo minero de Luksic en el último tiempo. Hace exactamente un mes se fue Ignacio Cruz, gerente general de Los Pelambres, a Colbún. Antes se había ido el gerente de estrategia y finanzas de esa compañía, Rodrigo Herrera; y el gerente general de Esperanza, Christian Thiele, quien dejó su puesto y terminó a cargo de la expansión de Los Pelambres.

En abril del 2011, Jorge Gómez dejó la vicepresidencia de operaciones de Antofagasta para irse a Codelco. Con él se fue media docena de profesionales, y antes Juan Carlos Román, hoy vicepresidente de optimización de activos de Anglo American Chile.

En la industria minera señalan que hay una falla en la organización que terminó costándole el puesto a Awad y gatilló la migración de ejecutivos, cuestión que reconocen en el conglomerado. Lo preocupante es que esto ocurre en un minuto en que en Chile y en todo el mundo la expertise minera tiene un valor estratégico. “Este es un mercado dinámico y hemos tenido la fuga de gente con bastante experiencia, pero hay escasez de profesionales, eso es un hecho”, dice un ejecutivo del grupo. Para paliar esta deficiencia es que se llevaron al ícono del rescate de los 33 mineros de Atacama, André Sougarret, a Esperanza. “Es alguien que sabe de la operación del negocio. Es alguien que necesitábamos”, señalan en Antofagasta Minerals.

El estrés de crecer
La gran cantera de profesionales mineros del brazo extractivo de los Luksic era Los Pelambres -el yacimiento ubicado en la IV Región y el más productivo del grupo- que conforme crecía fue dotando de más experiencia a los que allí trabajaban. Para crecer en la organización, a los ejecutivos mejor evaluados se les premiaba con puestos en la matriz Antofagasta Minerals o en puestos más grandes en otras firmas del grupo, pero nunca había suficientes profesionales estrictamente mineros a los que echar mano en un ciclo de boom del cobre, cuando la “grúa” empezó a ser cada vez más activa.

“Antofagasta creció y no fue capaz de tener un sistema que permitiera un recambio orgánico y una cantera propia de profesionales que pasaran a tener cargos ejecutivos”, señalan en la competencia. Las grandes mineras, como BHP Billiton y ahora Codelco, están formando sus cuadros profesionales desde que salen de la universidad. “Los más capaces pasan a ser ejecutivos y luego directivos… alguno se irá, pero siempre tienes en casa a alguien capaz”, señala un alto ejecutivo de la minera estatal. En Antofagasta, señalan que hace un par de años iniciaron este proceso, pero que en estricto rigor Awad intentó crear un equipo, en especial para la internacionalización del grupo.

Lo más crítico, concuerdan en la industria, es que “se les fueron los mineros (que saben operar los yacimientos) y pasaron a tener mucha gente de finanzas o márketing”. Awad venía del área de ventas, primero en Codelco y luego en Anaconda y Antofagasta; Ignacio Cruz venía de finanzas, pero se acomodó bien en lo minero. Sin embargo, desde que se fue Jorge Gómez -quien era vicepresidente de operaciones de Antofagasta- la falta de estos profesionales se hizo crítica, dicen en la industria.

El problema se agudizó, indican en el sector, tras la reorganización de McKinsey, que dotó al directorio de personas con conocimientos en la industria minera, pero nadie que supiese de operaciones. “Eso es crítico, porque hay problemas técnicos que sólo un minero, alguien que ha estado en una mina, que la ha operado, puede percatarse y resolver”, señala un alto directivo de una extranjera. En el grupo Antofagasta dicen que sí tienen “mineros” en el directorio, como William Hayes, ex presidente del Consejo Minero, pero también están conscientes de las falencias y el mensaje interno ha sido “necesitamos más gente de operaciones”.

Las falencias quedaron descubiertas en dos hechos que generaron un verdadero terremoto y estrés en la entidad, y que habrían afectado incluso la salud de Marcelo Awad.
El primero, Esperanza. Esta mina ubicada en la II Región, e inaugurada en abril de 2011, demandó US$ 2.600 millones y fue pionera en usar agua sin desalar para la operación. Sin embargo, no ha logrado aún salir de su rodaje, produciendo en 2011 sólo 90 mil toneladas, un 30% menos de cobre para lo cual fue diseñada, porque no se logran las recuperaciones de cobre deseadas y porque a los relaves -desechos- no les logran sacar el agua. La meta de Antofagasta Minerals es que este 2012 esta faena logre producir 150 mil toneladas, pese a que fue concebida para producir 190 mil.

Reko Diq, el proyecto minero a medias con Barrick Gold en Paquistán, es un punto en discusión. Este proyecto, donde el grupo alcanzó a poner US$ 250 millones, no contó con la aprobación del gobierno de la región donde se emplaza, Baluchistán, y Antofagasta irá a un arbitraje a la Corte Internacional de París. Aunque en la industria dicen que este fracaso afectó a Marcelo Awad, en el grupo Luksic lo desestiman. El analista John Tumazos, de Very Independent Research, acota que “las autoridades de Pakistán han mentido y abusado de Barrick Gold y Antofagasta”, y agrega que en paralelo el grupo ha tenido éxitos: “Hay más cosas que han ido muy bien”, como Los Pelambres y su expansión, señala.

En busca del sucesor
Hoy Jean Paul Luksic, quien asumió interinamente como presidente ejecutivo del brazo minero, está buscando al sucesor de Awad. Es un cargo difícil, pero apetecido. En la industria se señala que su remuneración total mensual sería de unos $50 millones.

Según el mercado un candidato a este puesto es Nelson Pizarro, el gestor de Los Pelambres y quien dejó el grupo en 2003, y que hoy lidera el proyecto Caserones, de Nippon y Mitsui.
Marcelo Awad no tendría de qué preocuparse. “Tiene una gran reputación y probablemente tendrá tres o más ofertas de trabajo atractivas para trabajar en Chile y la misma cantidad para operar minas en el extranjero”, señala John C. Tumazos, de Very Independent Research.

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