El sello surcoreano frente a la pandemia
A ojos del mundo, Corea del Sur se ha posicionado como un país líder dado su exitoso manejo de la pandemia. Aunque también deberá enfrentar retos importantes en su agenda política, económica e internacional.
Por Daniela Tapia
Revista NME
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Corea del Sur fue, después de China, uno de los países que más pronto sufrió el embate del nuevo coronavirus. El primer infectado se reportó a fines del mes de enero. Un mes después, el 27 de febrero, se registraba un total de 1.766 infectados.
Pero lo que parecía transformarse en una catástrofe sanitaria de enormes proporciones, no fue así. ¿Qué ocurrió? Tan pronto se detectaron los primeros casos, los servicios sanitarios empezaron a realizar pruebas en la población para identificar a las personas infectadas y proceder a aislarlas, con el fin de evitar que pudiesen contagiar a otras.
De hecho, el Centro Coreano para la Prevención y Control de Enfermedades (KCDC, por sus siglas en inglés) se puso manos a la obra para elaborar su propio test de detección y en colaboración con el sector privado, fue capaz de fabricar en número suficiente los kits de pruebas necesarios.
No sólo eso. El país asiático además fue innovador en el método de aplicar las pruebas, lo que ha sido fundamental en el éxito que ha logrado hasta el momento. En la ciudad de Daegu, a 237 kilómetros al sureste de Seúl, donde se dio el primer foco del virus, se implementaron una especie de laboratorios móviles donde las personas que sentían algunos de los síntomas de la enfermedad, podían hacerse la prueba sin tener que bajarse de su auto.
El método permitió hacer un mayor número de pruebas en menor tiempo y sin necesidad que la gente fuese a los hospitales, con la ventaja adicional de que el personal que realizaba las pruebas no tenía que cambiarse de ropa luego de cada test, reduciendo así el riesgo de contagios.
Esta estrategia validó la eficiencia y disciplina que caracterizan al país asiático. En la Cámara de Comercio Chileno Coreana señalan que el número de tests a la población es de aproximadamente 20 mil diarios, los exámenes son gratuitos y los kits de toma de muestras son de costo del Estado.
En tanto que el uso de mascarillas ha sido una medida obligatoria, aunque el cierre de fronteras y cordones sanitarios no han resultado necesarios, ya que el aislamiento social se ha convertido en un tema de conciencia entre la población.
No obstante hoy, a causa de los rebrotes que han surgido, el gobierno ha tenido que endurecer las medidas tras los 60 a 70 infectados que se han detectado, con un total de 13.600 casos confirmados.
“Se trata de una cantidad ínfima si la comparamos con la proporción de habitantes y con otros países en el mundo”, dice el presidente de la entidad, Ricardo Lessmann, quien destaca que otra de las medidas que ha tomado el país para tratar de contener el virus ha sido solicitar un certificado de Covid-19 negativo para las visitas extranjeras que provengan de países de alto riesgo.
Ello evidencia que no sólo la arista sanitaria ha estado bajo presión. La economía coreana también ha sufrido los impactos de la pandemia. Sólo en el mes de junio se registraron 352 mil pérdidas de trabajo, y según los pronósticos, durante 2020 la economía de este país se contraerá en 1,18%.
En opinión de Ricardo Lessmann, Corea del Sur es un país que basa su economía en las exportaciones, por lo que desde el comienzo de la pandemia se han visto notablemente afectadas en casi todas las áreas más importantes de la producción.
“Esto debido a la caída en el consumo, tanto a nivel interno como internacional, en industrias como la construcción naval, automóviles, eléctricas y electrónicas”, expresa el ejecutivo.
Para revertir este escenario, el consultor especializado en Corea del Sur y el Este de Asia, Hernán Gutiérrez, sostiene que el gobierno surcoreano anunció un paquete de medidas financieras en favor de las empresas por US$200.000 millones. Sumado a ello lanzó un paquete de estímulo focalizado en la industria automotriz verde, el fortalecimiento de la red social, obras de infraestructura digital y el empleo por US$95.000 millones.
Un ejemplo a seguir
A ojos del mundo, Corea del Sur se ha posicionado como un país líder dado su exitoso manejo de la pandemia, sin cierre de las fronteras y sin cuarentenas masivas. Dicha imagen, concuerdan los expertos, le ha permitido jugar un rol activo en la cooperación internacional para intercambiar experiencias e información sobre el manejo del Covid-19.
Pero su fama no se queda ahí. Según Gutiérrez, Corea tiene fuertes vínculos con las principales economías del mundo y es un miembro activo de los esquemas regionales del Este de Asia y de Asia Pacífico.
Además, ha sido reconocida por el desarrollo de su economía, siendo la 12ª a nivel mundial, y por la estabilidad y calidad de sus instituciones democráticas. “En base a estos activos, está en condiciones de proyectar con mayor notoriedad su papel a nivel internacional”, asegura el consultor.
Aunque el desafío más importante que deberá enfrentar en el corto y mediano plazo será el de reducir el nivel de intensidad de las tensiones geopolíticas en la península, las cuales han vuelto a ingresar a una fase álgida a raíz de la suspensión de las conversaciones y acercamientos bilaterales por parte de Corea del Norte. Ésta es de hecho, la gran apuesta del presidente Moon Jae-In.
Otro reto para Corea del Sur surge de la creciente tensión y recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
“Es vital para Corea del Sur que la relación entre ambas potencias se mantenga en un ámbito de competencia y no de enfrentamiento por las profundas repercusiones que tiene, tanto en la estabilidad política de la región como en su entorno comercial y financiero”, asevera Hernán Gutiérrez, quien destaca que el comercio internacional representa cerca del 80% del PIB coreano y sus exportaciones alrededor del 44% de su PIB, lo que refleja que la economía del país asiático es muy sensible a las turbulencias externas.
A nivel interno, los desafíos también serán significativos. ¿La razón? Por primera vez desde que transitara hacia la democracia en la década de los ’80, Corea del Sur tiene la posibilidad de proyectar más allá de un mandato al partido gobernante.
“El partido deberá concretar la promesa de consolidar una economía centrada en la gente, como ha declarado el presidente Moon, y mejorar sustantivamente la calidad de vida de su población”, indica Gutiérrez.
Por otro lado, el fortalecimiento de sus relaciones comerciales también será un foco de atención, considerando que este ítem forma parte importante del éxito coreano. Por ello vale la pena preguntarse, ¿cómo se proyecta el intercambio entre Corea del Sur y Chile? Los datos son concluyentes. En el primer trimestre de este año, a pesar de la pandemia, las exportaciones chilenas hacia Corea registraron un crecimiento de 3,2%, alcanzando US$1.285 millones.
Tras estas cifras positivas, las oportunidades que se podrían abrir para los sectores minero y energético, donde Chile tiene grandes expectativas, son auspiciosas, dado el alto nivel de desarrollo que tiene Corea respecto a la tecnología de energía verde, además de una amplia gama de servicios y equipos basados en las TIC’s.
“Chile se puede beneficiar de los avances de Corea en estas industrias para aumentar su productividad, a través de la atracción de inversiones coreanas y de la generación de alianzas estratégicas, para aplicar estas tecnologías de punta en el país”, manifiesta el consultor especializado en Corea del Sur y el Este de Asia, Hernán Gutiérrez.
