El desafío tecnológico: la definición estratégica de la minería

27 agosto, 2021
nuevas tecnologías - innovación - codelco

“La situación actual de la industria exige en lo inmediato la creación y evaluación de nuevas tecnologías y oportunidades de mejora, pero además emplaza a pensar y discutir una definición respecto de su matriz productiva”.

Por Jorge Mejías*
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Chile pasó al primer lugar de la producción mundial de cobre hacia fines de la década del 80. Este crecimiento sin precedentes tuvo como principales factores de desarrollo la emergente industria privada y la consolidación de empresas como Codelco, gracias a su matriz productiva y a los nuevos proyectos.

Hoy la industria enfrenta el desafío de mantener su liderazgo, esta vez con estándares de clase mundial en producción responsable, innovación y sostenibilidad. En otros aspectos, se necesita crear una industria que considere de mejor manera su integración a los territorios donde se desarrolla y asegure calidad, equidad e impacto en las relaciones y en su aporte al tributo nacional.

Para recordar, la participación de la producción de cátodos de cobre electro obtenidos agregó a la matriz productiva del cobre una alternativa de alto valor, y permitió el desarrollo de un sector productivo importante alrededor del cual se han desarrollado nuevas tecnologías de lixiviación, proveedores de reactivos específicos y equipos industriales, aparte de importantes avances en el campo de la ingeniería.

Las proyecciones de Cochilco, en términos del aporte de cobre por la vía hidrometalúrgica, ya anunciaba alrededor de diez años atrás, una caída importante en la producción, básicamente debido al agotamiento de los recursos óxidos lixiviables.

Es oportuno decir que esa proyección inicial se equivocó en el timing de la caída, pero no en la realidad de su efecto. Y esto es así, ya que en el transcurso de a lo menos los últimos diez años las empresas productoras han colocado el acento en la optimización de sus procesos de lixiviación, tanto como en el manejo de estrategias de reprocesamiento de minerales tratados, lo que ha adicionado a la matriz de producción de cátodos por esta vía números positivos y sostenibles, retardando la proyección antes mencionada.

La capacidad instalada de plantas de Lix-SX-EW (Lixiviación, Extracción por Solventes y Electro-obtención), es lo suficientemente robusta para continuar los esfuerzos por mantener en niveles de importancia considerable la producción de cátodos. Para eso, es de vital importancia el desarrollo de las tecnologías de lixiviación, algunas de las cuales ya se encuentran en desarrollo y que han dado nuevo aire a las plantas hidrometalúrgicas.

Sin embargo, a todas luces el producto final de la industria es materia prima para fundirse y transformarse camino de regreso. Millones de toneladas de concentrados de cobre (producto de la flotación), con elementos de valor que castigan su precio, y millones de toneladas de cátodos SW EW-ER al 99,9999% de cobre contenido, salen de Chile generando una larga cadena de empleos y desarrollo local, amén del sustento de las compañías transnacionales instaladas.

La pregunta es si es posible pensar una industria minera distinta a esta. La discusión está instalada, pero en general se concentra en el reemplazo de las fundiciones externas por la posible instalación de fundiciones con alta tecnología de cero emisiones. Me atrevo a decir que es un paso necesario, pero no suficiente para una mirada país que no debiera estar ausente de la discusión política de actualidad.

La recientemente elegida Asamblea Constituyente, ha levantado el tema de la posible incorporación de una política de protección de los recursos naturales, pero nada se anticipa respecto de lo que se quiera hacer con esos recursos protegidos (litio y cobre, para ser específicos). Falta considerar la visión del sector y la incorporación de una mesa técnica que analice los pro y contras del desarrollo del sector dada una definición política determinada.

La empresa privada, la industria, la academia, los proveedores, los centros de investigación, entre otros, debieran ser considerados en la discusión técnica y en el trazado de un proyecto sustentable para el país, y que considere también la necesaria inversión privada que ayude a hacerlo posible. Los desafíos son variados y están siendo abordados desde variadas visiones. Solo para señalar algunos, y como muestra variopinta del mosaico de oportunidades:

Por estos días, en hidrometalurgia, el uso de soluciones con alto contenido de cloruro en el proceso de lixiviación es una de las alternativas de mayor difusión para mantener la industria SXEW.

En flotación y espesamiento, el uso de agua de mar, la captura de valor desde relaves, la disposición de estos, la operatividad de esta actividad dados los altos niveles de generación de desechos.

La necesidad del desarrollo de una industria de vanguardia, generadora de conocimiento y de valor agregado.

La búsqueda y exportación de otros minerales, a través de una diversificación de la oferta tecnológica (hierro, tierras raras, oro, litio, cobalto).

La incorporación del modelo de economía circular a la gestión de la industria y al relacionamiento con las comunidades, y el fortalecimiento de los emprendimientos locales.

Un largo, etc.

Con todo, la situación actual de la industria exige en lo inmediato la creación y evaluación de nuevas tecnologías y oportunidades de mejora, pero además emplaza a pensar y discutir una definición respecto de su matriz productiva, la mejor alternativa en la creación de valor y una visión de largo aliento sobre el camino que la minería debiera tomar, de cara a los próximos 30 años.

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*Artículo preparado de manera exclusiva para Revista Nueva Minería y Energía por parte de Jorge Mejías, profesor de química y ciencias, con más de 25 años de experiencia en químicos de especialidad en procesos mineros.

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