Economistas top analizan los desafíos de Valdés en Hacienda en el mediano plazo

18 mayo, 2015
¿Perfil del nuevo ministro? Que lo escuche Hacienda y conozca el sector

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Recuperar el crecimiento, sincerar las cuentas fiscales y mejorar las reformas son algunas de las principales tareas. Los expertos también destacan la necesidad de restablecer las confianzas con el sector privado, aumentar la productividad y avanzar en infraestructura.

Una difícil tarea tiene el nuevo ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, tras su llegada a Teatinos 120. Además de las decisiones que deberá tomar en la coyuntura, como su definición ante la continuidad del director de Impuestos Internos o el rol que jugará en la tramitación de la reforma laboral, Valdés deberá enfrentar varios desafíos de mediano plazo.

En el Gobierno, el mercado y el sector privado esperan que el economista vuelva a impulsar el crecimiento, revierta el deterioradas expectativas, concrete la alianza público-privada y además equilibre las cuentas fiscales. Siete economistas delinean los grandes desafíos de Valdés para 2015. Aquí, las principales coincidencias:

Acelerar proyectos en infraestructura

Patricio Rojas dice que se debe acelerar la agenda de obras concesionadas para reactivar la inversión. Para Gonzalo Sanhueza, socio de Econsult RS, es clave enfrentar los costos logísticos. “Existen muchos proyectos en la materia, como el puerto de gran escala en la zona central, la reducción del costo y congestión de las carreteras de mayor transporte ferroviario, la escasez de agua, y otros que se deben inciar prontamente”, afirma. Pablo Correa, economista jefe de Santander dice que es clave coordinar los ministerios de Economía y Obras Públicas en la agenda de infraestructura para el desarrollo que incluye concesiones portuarias y puertos de gran escala.

Expectativas y confianza

Para concretar un mayor crecimiento, todos los economistas coinciden en que se tiene que producir un cambio en las expectativas.
Miguel Ricaurte, economista jefe de Itaú Chile, recuerda que las discusiones recientes, especialmente de la reforma tributaria, generaron un alto grado de ruido en el mundo político, lo que terminó por afectar las expectativas del empresariado y de los consumidores, que han estado en sus niveles más bajos desde la crisis económica del 2009. “Es importante que se minimice la posibilidad de repetir situaciones como esta”, dice Ricaurte.

Rodrigo Aravena, economista jefe del Banco de Chile, señala que el ministro tiene que asumir un protagonismo en la discusión de las reformas pendientes, principalmente en la laboral, buscando minimizar los impactos negativos sobre la actividad y potenciando los alcances positivos que podrían tener sobre el crecimiento.

Fortalecer el sistema financiero

A juicio de Pablo Correa otro desafío es avanzar en perfeccionar la Ley General de Bancos para que exista más competencia, a través de medidas que den mayor información y aumenten la oferta de servicios financieros formales.

“También se debe revisar la norma sobre provisiones hipotecarias, que puede representar otro freno al desarrollo de sectores emergentes”, sostiene el economista jefe de Santander.

Volver a la senda de crecimiento

Durante 2014, Chile logró crecer solo 1,9% y los primeros Imacec registrados este año no traen mejores perspectivas. En marzo, la actividad se expandió solo 1,6%, lo que llevó a un crecimiento de 2,2% para el primer trimestre del año. Las últimas expectativas del ministro anterior, Alberto Arenas, eran crecer a cerca de un 3% en 2015.

“El principal desafío de Valdés es recuperar el crecimiento de tendencia de la economía, ya que logrando o avanzando en esa meta, los desafíos de sostenibilidad fiscal también tienden a resolverse”, dice Cecilia Cifuentes, economista senior de Libertad y Desarrollo.

Actualmente, el crecimiento de tendencia se ubica en 4,3% según lo definido por el comité consultivo convocado por el Ministerio de Hacienda el año pasado. Ese desafío, además, lo tiene que concretar alineando los objetivos sociales y políticos que buscan las reformas prometidas por la Presidenta, destaca Patricio Rojas, economista y socio de Rojas & Asociacios.

En una reunión con representantes del empresariado la semana pasada, Valdés dejó claro que tendrá que llevar a cabo esta tarea siguiendo lo definido en el programa de gobierno.

Gobierno corporativo de las empresas públicas

En cuanto al avance en materia de transparencia y gobierno corporativo, sería una buena señal la revisión de las estructuras de los servicios que dependen del Ministerio de Hacienda, como el Servicio de Impuestos Internos, la Tesorería, Aduanas, la Superintendencia de Bancos y la de Valores y Seguros, dice Pablo Correa. Esto también implica el avance en la mejora del gobierno corporativo de las empresas públicas, incentivando nuevos proyectos y levantando capital adicional si fuera necesario, agrega el economista.

Sincerar la situación fiscal

Las estimaciones oficiales de Hacienda para el crecimiento de este año (3,6%) y precio del cobre (US$ 3,12) son muy optimistas, según el mercado. Por ello, los ingresos fiscales serían menores a lo proyectado en ese ejercicio, lo que llevaría a un déficit fiscal efectivo superior al 1,9% del PIB que se presupuestó.

Al mismo tiempo, el Gobierno tiene el compromiso de converger a un balance estructural (0%) en 2018, lo que, a juicio de los economistas, hoy parece muy complejo de alcanzar. “Para elevar la credibilidad en el equipo económico es necesario que se sinceren las cuentas fiscales, ya que es muy difícil que se alcance el balance estructural en 2018”, advierte Patricio Rojas.

Rodrigo Aravena agrega que esa discusión se debiera hacer a mediados de año, cuando Hacienda presente en el Congreso el informe de evaluación del 2014 y la actualización de proyecciones para 2015.

Para Pablo Correa, urge que Valdés revise los supuestos de ingresos estructurales que estaban considerados hasta ahora como el nivel del PIB potencial, el precio del cobre de largo plazo y la recaudación de la reforma tributaria.

No obstante, para Sergio Lehmann, el ministro Valdés no puede renunciar a alcanzar el balance al final del gobierno, entendiendo que uno de los pilares centrales de la economía chilena ha sido la responsabilidad fiscal. Pero para ello habría que moderar significativamente la expansión del gasto público en los próximos años.

Cecilia Cifuentes, de Libertad y Desarrollo, agrega que para lograr el compromiso fiscal, el ministro debería aclarar el financiamiento de reformas de gobierno que son costosas, como por ejemplo la gratuidad de la educación
superior.

Perfeccionamiento de las reformas

Para Pablo Correa, recuperar la confianza de los privados pasa por revisar o rehacer las reformas estructurales del Gobierno, de manera que se pueda asegurar efectivamente una mayor recaudación fiscal, sin afectar la productividad y la creación de empleos. “Eso implica redefinir o confirmar el calendario de reformas o acotar su alcance”, afirma Correa.

Gonzalo Sanhueza, señala que hay que retomar las altas tasas de ahorro para financiar la inversión. La tasa de ahorro media de la última década fue 23% y el último año alcanzó solo el 20%. “Cada punto porcentual menos de ahorro es un punto menos de inversión, y 0,25% de caída en el PIB potencial”. Señala que, para eso, es necesario un ajuste fiscal o bien perfeccionar la reforma tributaria para generar nuevos incentivos al ahorro en el país.

Sergio Lehmann, economista jefe de Bci,agrega que es necesario introducir inmediatamente mejoras sustantivas en el proyecto de reforma laboral, para no generar mayores rigideces y una mayor tasa de desempleo en el país.

LyD prevé menores ingresos fiscales

Según un estudio de Libertad y Desarrollo, los ingresos fiscales podrían estar por debajo de lo presupuestado para el año en cerca de US$ 1.500 millones, debido principalmente a los menores aportes de la minería.

Según los datos de la Dirección de Presupuestos, en el primer trimestre de 2015, los aportes de Codelco representaron apenas el 1,6% de los ingresos totales del fisco, llegando a US$ 209 millones. Ello, luego de una caída de 55,6% en comparación con el mismo período de 2014. En enero-marzo, los ingresos del Gobierno llegaron a US$ 13.214 millones, los que se sustentaron principalmente en la recaudación tributaria, que representó el 84% del total.

El efecto de menor crecimiento del PIB este año sería en parte contrarrestado por la mejora en la recaudación del IVA, que creció 4,6% en el primer trimestre, y por otros ingresos no tributarios que fueron estimados de forma conservadora, dice el estudio.
Sobre este escenario de menores ingresos fiscales y considerando una posible sobreejecución del gasto público por segundo año consecutivo, el déficit efectivo podría llegar a 2,7% del PIB en vez del 1,9% considerado por Hacienda para este año, afirma LyD.
Ingresos En enero- marzo, los ingresos del Gobierno llegaron a US$ 13.214 millones, principalmente por la recaudación tributaria.

Fuente: El Mercurio

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