Diego Hernandez: el elegido para corregir el rumbo del brazo minero de los Luksic

25 julio, 2012
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25-07-2012 Pulso – Noticias
Tras su salida de Codelco, su nombre sonó de inmediato para asumir el principal puesto vacante en la minería chilena: el de CEO de Antofagasta Minerals. Él se dejó querer; primero planteó que su intención era asumir algún directorio. Luego se fue de vacaciones. Y ayer fue nombrado como máximo ejecutivo del ala minera del grupo Luksic, con desafíos inmediatos

La carrera de Diego Hernández tiene dos hitos: fue el responsable de la consolidación de Minera Escondida, desde su puesto de presidente de Metales Base de BHP Billiton, y del desarrollo de Collahuasi, una de las tres minas más importantes del país. Toda esa experiencia enfrentó, entre 2010 y 2012, una prueba de fuego: llevar todo su expertise en la minería privada a Codelco, la principal empresa pública del país. Y pese a que en un comienzo mostró parte de sus credenciales, desarrollando cambios que nadie se había atrevido a hacer, el final fue abrupto, inesperado y desilusionante: Hernández, en medio de la disputa con Anglo American y en el comienzo del plan de inversiones más ambicioso en la historia de la corporación, dejaba la compañía tras roces con el directorio.

Luego, el hermetismo. Planteó, sin mucha claridad, que tenía interés en participar de directorios de compañías privadas, un poco aburrido del día a día de un CEO. También de los directorios muy metidos, como era el caso del consejo profesional de Codelco, que tenía oficina en la casa matriz y que monitoreaba todo lo que allí ocurría. Al dejar Codelco, el nombre de Hernández sonó de inmediato en Antofagasta Minerals, pero él sólo se dejaba querer.

Y tras semanas intentando convencerlo (se planteó que su nombramiento estaba cocinado desde antes de su salida de Codelco, lo que cercanos a Antofagasta Minerals dicen que no es así), ayer Hernández fue nombrado CEO del ala minera de los Luksic.

En el gobierno tomaron su nombramiento con mucha sorpresa. No cayó bien que el destino del ex presidente de Codelco fuese Antofagasta Minerals, pues esta empresa es socia estratégica en la mina Los Pelambres de Mitsubishi Corporation, rival de la estatal en el proceso judicial por el 49% de Los Bronces.

Al respecto, el ministro de Minería, Hernán de Solminihac, salió a decir que confiaba en el ejecutivo y, en particular, que éste respetará el acuerdo de confidencialidad respecto del litigio judicial.

“Ellos están en su derecho de contratar a las personas que estimen conveniente y, por lo tanto, son decisiones que toman tanto la empresa de forma libre y las personas profesionales que toman su propia decisión. Esperamos que Diego Hernández respete el acuerdo de confidencialidad que tiene firmada en el acuerdo Anglo con Codelco, con el resto no hay ningún problema”, dijo ayer la autoridad.

El estilo

La salida de la estatal se explicó por las diferencias de estilo con el directorio y, en particular, con el presidente de la mesa, Gerardo Jofré, quien se involucró mucho, a su entender, en funciones que no son de un director, sino que de un CEO. Sin embargo, el rol de Jean Paul Luksic en Antofagasta Minerals no está tan distante de la de Jofré. Fuentes de la industria explican que el presidente de Antofagasta plc suele involucrarse mucho en el día a día y que está al tanto de todos los detalles de la compañía. 0 más bien “su” compañía.

Este es uno de los puntos claves que debe sortear Hernández, para no caer en lo mismo que no le permitió pasar a la historia como el CE0 que desarrollara la cartera de proyectos de futuro de Codelco. Ejemplo de esto es que tras la salida de Marcelo Awad del cargo que ahora ocupará Hernández, Luksic salió a detallar las razones de su despido, señalando que no se cumplieron las metas y develando aspectos internos de la empresa.

Precisamente, cuando asumió en Codelco, Diego Hernández se hizo cargo de una cartera de inversiones que entonces rondaba los US$15.000 millones, cifra muy similar a lo que deberá llevar adelante ahora en su nuevo cargo, que supera largamente los US$14.000 millones.

Los desafíos principales

Pero antes que eso hay dos desafíos previos: el mayor de ellos es solucionar lo que ocurrió en Esperanza, mina que tenía por objetivo hacer crecer la producción de Antofagasta Minerals, pero donde se han sucedido los problemas.

El primero de ellos fue el uso de agua de mar, que en una tarea inédita de ingeniería, se utilizó sin de-salinizar. Esto provocó corrosión en las máquinas, situación que, de a poco, se ha ido resolviendo.

El segundo inconveniente es la dureza de la roca, aspecto que se subvaloró en el diseño de la mina y también del plan minero.

Otro desafío clave es Reko Diq. El proyecto, en el que Antofagasta Minerals es socio de la canadiense Barrick, se encuentra ahora en el CIADI, luego de que el gobierno provincial de Baluchistán, donde se emplaza la iniciativa minera, rechazara por segunda vez la licencia para operar.

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