Revista Nueva Minería

Que el polvo puede generar un impacto nocivo en la salud de los trabajadores expuestos a él e impactar en la seguridad de la operación minera es un hecho que está en el foco de la industria. Es por esto que el sector ha estado abordando este problema a través de distintas prácticas y tecnologías.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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Está presente en varios de los procesos que se ejecutan al interior de una faena minera. Se trata del polvo, que en cifras, proviene en un 65% del acarreo de material y transporte sobre los caminos mineros; 30% de fuentes fijas, como chancadores, correas transportadoras y pilas de acopio; y el 5% restante de factores de entorno natural y climáticos como viento sobre tranques y laderas.

Pero este material particulado, considerado como agente de polución, puede generar un daño tal que perjudique recursos naturales contaminándolos, o acelerando su no disponibilidad en un futuro cercano, como ocurre con glaciares de montaña, donde se localizan preferentemente las actividades mineras.

No sólo eso. Al poseer una gran heterogeneidad, pudiendo llegar a fracciones muy pequeñas, también puede generar un impacto nocivo en la salud de los trabajadores expuestos a él.

Para abordar esta problemática, diferentes productos e innovaciones tecnológicas han estado entrando al mercado, con el fin de controlar el material particulado desde el punto de vista ambiental.

Estas innovaciones van desde el encapsulamiento de correas transportadoras, riegos tipo neblina en carguío y chancado, entre otras. Para el caso del control de emisión de polvo en caminos, más que transferir tecnología, Chile ha desarrollado sistemas propios, dicen desde el Centro de Ingeniería e Investigación Vial de la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Católica de Chile (Dictuc).

¿Qué nuevas prácticas o tecnologías han estado utilizando las compañías mineras para enfrentar los efectos del polvo en sus operaciones? A continuación presentamos tres casos concretos de empresas mineras que buscan mantener bajo control este problema.

El camino de Teck para el control de polvo

Desde Teck Carmen de Andacollo señalan que el control de material particulado ha sido uno de los ejes fundamentales de su gestión ambiental, debido a la cercanía del yacimiento con la ciudad de Andacollo y su proximidad con sectores poblados. Pues la comuna fue declarada zona saturada el año 2009, lo que motivó que la autoridad ambiental pusiera en marcha un Plan de Descontaminación Atmosférico (PDA).

Por eso, como operación han puesto en marcha diversas medidas para enfrentar esta problemática, tanto para el área Mina como para Planta. Entre las acciones y/o procedimientos utilizados para el control de polvo destaca la aplicación de supresores de polvo, barrido y lavado de calles; la aplicación de espumas en los chancados y un domo que cubre el mineral acopiado.

“A esto se suman estrictos controles para efectuar las tronaduras y una vigilancia minuciosa de la calidad de aire a través de 14 estaciones de monitoreo; 12 para calidad de aire y 2 para analizar variables meteorológicas”, señalan en la compañía.

En la firma también hacen hincapié que Carmen de Andacollo cuenta con profesionales del equipo de Medio Ambiente con presencia permanente en la operación, cuya principal misión es supervisar el cumplimiento de las cerca de 52 medidas establecidas en el PDA para las áreas de Mina, Planta y la comunidad.

“El control del material particulado es un reto constante para Teck Carmen de Andacollo, que implica buscar nuevas oportunidades, tecnologías y desarrollar innovaciones que se orienten a mejorar nuestros indicadores de desempeño ambiental y nos apoyen en el cumplimiento de nuestros objetivos de sustentabilidad. Operamos muy cerca de la ciudad y debemos ser responsables con nuestro desempeño ambiental, considerando todas y cada una de las externalidades que pudiese generar nuestro accionar”, argumentan en la operación minera.

Las medidas de Sierra Gorda SCM

La compañía minera Sierra Gorda SCM, ubicada en la región de Antofagasta, ha materializado distintos protocolos y procedimientos para hacer un control efectivo del material particulado.

En efecto, ciertas tareas de la operación, se desarrollan bajo controles que incorporan las variantes meteorológicas, tales como la dirección y la velocidad del viento. También existen protocolos que regulan las tronaduras y las tareas de descarga en botaderos, lo que se complementa con planes de supresión de polvo, mantención y regadío de caminos con agua salina.

“Nuestra visión es ir más allá del cumplimiento legal, buscando soluciones proactivas para el control del material particulado”, señala Roberto Cisternas, gerente de Medioambiente, Salud y Seguridad de la compañía.

Asimismo, según la propia empresa, velan por el cumplimiento de la normativa que regula la medición del MP-10 (Material Particulado), mediante el monitoreo continuo de esta variable ambiental a través de la estación de calidad del aire, ubicada en el mismo pueblo de Sierra Gorda.

“Sierra Gorda SCM además, hace estudios predictivos meteorológicos de la zona y participa de las mesas de trabajo con autoridades, otras compañías vecinas y la comunidad, y hace permanentes pruebas de sistemas de ingeniería que permitan el mejor desempeño posible en este aspecto”, agrega la propia minera.

Experiencia en Los Pelambres

Tras una nueva instancia de diálogo, Minera Los Pelambres y las comunidades de Cuncumén y Batuco, lideradas por la junta de vecinos de Cuncumén, en la Región de Coquimbo, llegaron a un acuerdo respecto a una serie de medidas que buscan fortalecer el control de material particulado en esta zona de la comuna de Salamanca. De esta forma, se puso término a un conflicto surgido por el levantamiento inusual de polvo en suspensión.

Cabe recordar que hace un tiempo, vecinos de Cuncumén alertaron sobre episodios de vientos fuertes que levantaron polvo del sector del Tranque Quillayes. Atendiendo esta situación, la Superintendencia de Relaves y Tranques de Minera Los Pelambres elaboró una serie de medidas para mitigar esta situación en los sectores más propensos a sufrir elevación de material particulado producto del viento: muro, pozo Fraser, centro cubeta, zona fija planta y cola del tranque.

Los planes de acción se basaron en:

Medidas actuales: Humectación de relave a través de sistemas de bombeo, riego con camiones aljibes con brigadistas en zona de muro, Cola del Tranque y Rajo Fraser.

Medidas a corto plazo: Instalación de sistema de riego fijo desde planta hacia la cola de tranque. También destaca la aplicación de supresor de polvo en zonas más críticas (muro, pozo Fraser) y cobertura con material de empréstito, es decir, material extraído de zonas aledañas, para aplicar en áreas críticas de la cubeta.

Medida a largo plazo: Tapado con material de empréstito en sectores más definitivos.