Control de fluidos: Un largo camino por recorrer

29 octubre, 2021
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El desarrollo tecnológico ha marcado la evolución de esta industria. Pero desde Shimin Ingeniería hacen énfasis en la necesidad de avanzar en la formación de capital humano, una mayor optimización de los sistemas de transporte de fluidos y en el manejo adecuado del agua, entre otros aspectos.

Por Daniela Tapia
Revista NME
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El adecuado control de fluidos en la industria minera es fundamental para el desarrollo de las operaciones. Y si bien en esta área ha habido un avance en los últimos 20 años, aún queda camino por desarrollar, optimizar y gestionar.

Este es el diagnóstico que hace Pedro Valencia, gerente técnico de Shimin Ingeniería, quien releva el desarrollo tecnológico que ha experimentado el transporte de fluidos.

Sostiene que si se compara un sistema de transporte de fluidos a larga distancia, cuya puesta en servicio se realizó en los años 90, en los 2000 se detectaron avances importantes y, más aún, en el 2010.

Sin embargo, advierte que el sistema de control y gestión no ha permeado integralmente a los procesos mineros planta, lo que se explicaría en parte por la gran cantidad de variables en juego y por la mayor complejidad que lo visto en transporte hidráulico.

“Comercialmente se habla bastante de Inteligencia Artificial, Big Data, entre otros factores, pero si entramos al “área chica” de los procesos, lamentamos que por una parte, no estamos cuidando ni guardando los datos adecuadamente, y tampoco la simulación dinámica de procesos es capaz de predecir en forma precisa los fenómenos normales y menos los eventuales”, argumenta Valencia.

Capital humano en deuda

Otro tema que cobra relevancia son las características que se deben tomar en cuenta a la hora de un correcto control de fluidos. Al respecto, el especialista aclara que es necesario tener despejado y detallado, tanto en la filosofía como en el manual de operaciones, todos los procedimientos de operación normales, de contingencias con diferentes frecuencias de ocurrencia asociadas y de eventos accidentales.

Pero, en este aspecto, critica que existe un “eslabón perdido” tras aseverar que especialistas de procesos/hidráulicos no cuentan con la expertise necesaria para definir sistemas de control implementables a costo y tiempo razonable.

También enfatiza que los especialistas en instrumentación y automatización de procesos no entienden a cabalidad los fenómenos hidráulicos normales y menos los eventuales, salvo escasas excepciones.

En este escenario, Valencia manifiesta que la capacitación resulta fundamental para cubrir esa brecha. “Sería de gran utilidad convertir al especialista hidráulico en un conocedor de los sistemas de control y al especialista en instrumentación/control en un importante conocedor de los procesos hidráulicos”, añade.

También argumenta que los operadores, que opten a tener una carrera funcionaria con miras a supervisor, deberían tener las competencias para entender, al menos en lo básico, tanto los fenómenos hidráulicos como sus sistemas de instrumentación y control, anticipándose a las consecuencias de diferentes eventos provocados tanto por operaciones, como por eventos extra operacionales.

“Esto implica aumentar la exigencia a la hora de seleccionar personal para operar y controlar sistemas de manejo y conducción de fluidos, de forma tal que la capacitación se pueda realizar en tiempos razonables”, plantea el ejecutivo de Shimin Ingeniería.

Tendencias por desarrollar

¿Qué retos enfrenta y qué tendencias se proyectan para este ámbito? Uno de los desafíos más importantes apunta a la optimización del recurso agua en depósitos de relaves.

“Se debe llevar la menor cantidad de agua posible con las colas, porque simplemente se pierde gran parte de este importante recurso por quedar retenido en el depósito, por evaporación y otros factores. En esta misma área, es claro que tanto el concepto “cero fugas”, como evitar la mezcla de aguas contactadas con naturales muchas veces es una misión imposible y, por lo tanto, los sistemas de control eficaces son esenciales, dado el impacto que pueden causar al medio ambiente”, indica Valencia.

Por otra parte, el experto agrega que los sistemas de transporte de fluidos y, en especial aquellos que abarcan grandes zonas y que se extienden más allá de las propiedades mineras, interactuando con comunidades y con medios de valor ambiental, requieren un alto nivel de seguridad y, por ende, control.

“Los sistemas redundantes suben el nivel de seguridad a costos marginales, considerando el nivel de riesgos asociado”, expresa el ejecutivo consultado y además asegura que existe mucho campo por desarrollar, entre ellos, los máximos tiempos de parada por pulpa en la línea, desgaste de materiales de conducción con diversas pulpas abrasivas y corrosivas, sistemas de protección contra sobre presiones asociadas a distintos eventos transientes, y varios otros.

“Para avanzar en esta dirección resulta interesante el aporte que puedan realizar las universidades, a través de trabajos de tesis guiados por profesores con experiencia y redes en faenas mineras. Los nuevos profesionales con adecuada formación, junto con distintas consultoras, son un activo vital para ello”, plantea finalmente Pedro Valencia.

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