Consumo energético de la minería crece en medio de estancamiento de la producción

14 noviembre, 2022
FOTO-Minera-Escondida

La adopción de suministro renovable ha avanzado y se estima que el porcentaje de uso de este tipo de tecnologías en la industria ya representa un 42% del consumo eléctrico.

La producción de cobre local está prácticamente estancada, e incluso, este 2022 se espera que cierre por cuarto año consecutivo a la baja.

Pese a esa realidad, el consumo en el que incurren las empresas del sector en energía para sus faenas ha crecido con fuerza en las últimas dos décadas. Por ejemplo, según detalla el último estudio de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en el período 2001-2021 la producción de cobre mina estuvo más bien estable, con un incremento de un 19%, no obstante en ese lapso el consumo energético de la minería aumentó un 115%.

Desglosando por tipo de energía, el consumo eléctrico subió un 109% y el de combustibles un 122%, en el período 2001-2021, lo que se atribuye a causas estructurales y de producción en la industria del cobre nacional.

Al cierre del 2021 —último dato disponible —, la industria minera del cobre tuvo un consumo total de energía de 185.208 Terajulio (TJ), lo que representa alrededor del 15% del consumo agregado del país. De este total, 98.686 TJ son de energía eléctrica y 86.522 TJ por consumo de combustibles.

Respecto al destino de esta energía, el principal consumo está asociado a la mina rajo, con 72.638 TJ, que representa el 39% del consumo energético total; le sigue el proceso de concentración con 53.776 TJ (29%) y el proceso de Lixiviación con 23.221 TJ (13%). Para el caso del consumo de combustibles, la mina rajo se lleva el 79% del total de combustibles, seguido por fundiciones con un 7%. Para el consumo eléctrico, en cambio, el proceso de concentradora es la fuerza dominante, con un 53%, seguido de la electro-obtención con un 19%.

Según explica el vicepresidente ejecutivo (s) de Cochilco, Joaquín Morales, y basado en el Observatorio de Costos que realiza la entidad, el consumo energético representa un 12% de los costos. De ese total, el costo por concepto de consumo de combustible representa un 4% y por concepto de electricidad un 8%.

Una de las ventajas para el sector ha sido la masificación de las energías renovables, las cuales han sido impulsadas fuertemente por la industria minera nacional, lo que además, ha significado una reducción en los costos asociados a la electricidad.

“En base a información pública y a diversos estudios en materia energética en Chile, es posible señalar que la competitividad de las energías renovables ha continuado en los últimos años con una disminución continua en el costo de la electricidad generada por estas energías. Es así como diversas empresas mineras en Chile han renegociado sus contratos eléctricos con suministro de energía limpia y a precios más convenientes que en el pasado”, sostiene Morales.

En esa línea, desde Cochilco apuntan a que es posible estimar que el porcentaje de uso de energías renovables en la minería del cobre representó un 42% del consumo eléctrico minero en el 2021.

“Los resultados de este trabajo evidencian que la minería del cobre continúa enfrentando requerimientos energéticos crecientes, tanto por temas estructurales como el envejecimiento de las minas, el endurecimiento de la roca y la caída de las leyes de cobre, como por temas productivos y la tendencia hacia la producción de concentrados y la mayor necesidad de agua, lo que implica la
construcción de plantas desalinizadoras y la impulsión de agua de mar (desalinizada o directa)”, señala el estudio.

Y es que ante las restricciones de agua continental en el norte del país, el proceso que ha crecido rápidamente en su uso de electricidad es la desalación e impulsión de agua a las faenas mineras, y ya en 2021 con plantas que ahora operan a su total capacidad, como la Planta Desaladora Coloso, asociada a la faena de Minera Escondida.

De hecho, el consumo de energía eléctrica para transporte y desalación de agua en la minería del cobre prácticamente se ha multiplicado 13,3 veces en los últimos 9 años, desde 658 TJ en 2012, a 8.729 TJ en 2021, lo que equivale al 69,7% del consumo eléctrico en el segmento Servicios y al 8,8% del consumo eléctrico total de la minería en 2021.

Fuente: El Mercurio

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