Revista Nueva Minería

(Foto: NME)

A través de una carta, un grupo de 13 organizaciones civiles, que se oponen al proyecto minero Pascua-Lama, hicieron ver su negativa al hecho de que Patricio Rodrigo pudiera realizar un estudio contratado por la canadiense Barrick.

Bastó que se conociera la noticia de que el activista, que es secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia, realizaría a través de la Universidad de Chile una asesoría para las comunidades indígenas que firmaron un memorándum de entendimiento con la minera para que surgieran los cuestionamientos.

El argumento central que esgrimen es que el acuerdo no habría sido ratificado correctamente por las bases de los 15 grupos representados.

Rodrigo fue uno de los articuladores de la oposición contra HidroAysén. A través del Laboratorio Lares, de la casa de estudios, analizaría las implicancias ambientales y sobre el medio físico de Pascua-Lama con el fin de explicarlas a las comunidades, eventualmente, a través del sistema de semáforos. Además, el compromiso de Barrick requería formar un equipo multidisciplinario que pudiera abordar temas de aguas y glaciares, así como efectos en el medio humano.

Aunque aún no había un contrato firmado con la canadiense, se esperaba que el acuerdo con la Casa de Bello se concretara durante los primeros días de agosto, para entregar los primeros resultados posiblemente hacia el mes de octubre.

Además de a Rodrigo la misiva fue distribuida a una serie de organismos, como el propio Consejo de Defensa de la Patagonia y la Universidad de Chile, con el objetivo de que intervengan y frenen la mencionada consultoría.

Fuente: Diario Financiero