Caída del petróleo anima a Hacienda y Arenas prevé crecimiento cercano a 3% en 2015
La expectativas de expansión para este año aún distan del 3,6% que estimó el Gobierno en el Presupuesto, no obstante en el Ejecutivo aumenta el optimismo de que el país logrará un mayor impulso que en 2014.
El crecimiento para 2014 ya está jugado. Todas las proyecciones apuntan a que el año recién pasado terminará con una expansión de 1,7%, y por eso ahora el debate se centra en el nivel de crecimiento que tendrá la actividad en 2015. Y ahí el escenario está abierto. Si bien en Hacienda mantienen como proyección oficial el 3,6% expuesta en la ley de Presupuestos 2015, la meta está cuesta arriba. Así por lo menos se deja ver en las distintas proyecciones de entidades privadas que prevén un crecimiento más cercano a 2,5% e incluso algunos economistas prevén un PIB bajo ese nivel.
Precisamente este escenario macroeconómico fue el tema que abarcó gran parte de la última reunión almuerzo entre el ministro Alberto Arenas y los parlamentarios de la Nueva Mayoría que integran la comisión de Hacienda del Senado y de la Cámara que se realizó el lunes. Según los presentes, el jefe de las finanzas públicas se mostró “optimista” y “confiado” en que el país podrá crecer cerca de 3% debido al alivio que representa la fuerte caída en el precio del petróleo para un país netamente importador de este commodity.
El ministro está consciente en su pronóstico del impacto de la baja en el precio del cobre, el principal producto de exportación. El valor efectivo del metal rojo ha descendido casi 15% desde mayo a la fecha e incluso desde noviembre se cotiza bajo los US$ 3 la libra cerrando ayer en US$ 2,6 la libra.
Este es un factor de preocupación toda vez que por cada centavo de dólar que cae el cobre, el fisco deja de recibir unos US$ 50 millones al año.
Los parlamentarios que asistieron al encuentro describieron que el ministro está consciente de esta merma, pero les aseguró que el desplome del petróleo compensará esos menores ingresos. Es que la baja en los precios internacionales no ha sido menor: en mayo, el barril del petróleo Brent- referencial para el mercado interno- se cotizaba a US$108,99, mientras que ayer cerró en US$45,90, es decir una caída de 57,89%.
Según estimaciones privadas por cada dólar que se reduce el petróleo, el fisco ahorra cerca de US$ 70 millones al año.
Al interior de Hacienda, confirman que la caída del precio del crudo es uno de los factores que impulsará el crecimiento de este año, pero añaden otros: política fiscal expansiva (9,8%) y el compromiso de ejecutar la totalidad del presupuesto; el alza del tipo de cambio que esperan se mantenga en niveles de US$620 lo que incidirá en el competitividad del sector exportador; la caída de las tasas de largo plazo; y el plan de inversión por US$ 6 mil millones que debe comenzar a materializarse en marzo.
En el diagnóstico se incluye también la leve recuperación que ha registrado la actividad en los últimos meses con un Imacec de 1,3% en noviembre y que para diciembre los privados anticipan mejor. BBVA prevé una variación entre 1,9% y 2,1%, “el consumo privado comienza a ser favorables anticipando estabilización e incluso leve recuperación en próximos meses”, afirma.
Pese a este buen escenario que pintó Arenas, los parlamentarios se mostraron menos optimistas, pues algunos ven poco probable crecer sobre 3%. Incluso, uno de ellos manifestó su preocupación por la lentitud en la ejecución presupuestaria en regiones, mientras que otro legislador argumentó que todavía no se ve reflejada la agenda de 28 medidas que pretende agilizar los trámites y eliminar la burocracia para la puesta en marcha de proyectos de inversión.
Fuente: Pulso
