Caída de la cotización del cobre adelanta presión sobre las arcas fiscales para 2023

21 octubre, 2022
Importaciones chinas de cobre refinado podrían subir este año

La situación económica global, menor actividad china y la mayor producción prevista para 2023 impactarían al metal rojo.

La caída del precio del cobre se mantendría en 2023 según coinciden distintos expertos, poniendo más presión a las arcas fiscales, que verán reducidos los aportes asociados a la principal exportación del país. Si bien el metal ayer se cotizó en US$ 3,44, el promedio en lo que va del año se mantiene levemente sobre US$ 4.

El banco de inversiones Goldman Sachs recortó ayer sus proyecciones desde US$ 3,99 a US$ 3,78 para la libra de cobre en 2023, mientras que las ajustó desde US$ 6,35 a US$ 4,88 para 2024. “Luego de la fuerte liquidación de mediados de año, el precio del cobre se asentó posteriormente en un rango centrado en la mitad de los US$ 7.000 por tonelada (cerca de US$ 3,40 la libra)”, explicó la entidad.

Justamente esta semana, se desarrolla el encuentro anual del Grupo Internacional de Estudio sobre el Cobre (ICSG por sus siglas en inglés), entidad que reúne a expertos de todo el mundo y que acaba de presentar sus estimaciones para 2023, jercicio en el que, a diferencia del actual, están previendo un superávit en el mercado del metal.

Así, por ejemplo, se espera que la producción minera mundial de cobre aumente un 3,9% en 2022, y un 5,3% en 2023, crecimiento que se da en medio del débil escenario económico global, que llevó al ICSG a proyectar un déficit de unas 328.000 toneladas para 2022 y un superávit de 155.000 toneladas para 2023.

En esta línea, el director ejecutivo de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo, apuntó a que en la entidad
están viendo que el metal esté en el rango de los US$ 3,5. Esto ligado al aumento de producción que se espera en
2023, pero muy pendiente de las decisiones que se tomen en China durante estos días. “Habrá más oferta y una situación económica más compleja, incluso en un ambiente recesivo de varias economías desarrolladas y emergentes, en ese escenario, el precio del cobre tendrá un comportamiento menor que los buenos precios que hemos tenido los últimos años”, indicó Guajardo.

Desde Cesco, destacan el efecto que esto tendrá en las arcas fiscales, aunque el director ejecutivo de la entidad, Jorge Cantallopts, recordó que el precio de largo plazo estimado en el presupuesto es de US$ 3,74 para los próximos diez años. “Creo que ese es un nivel bastante razonable, ahora, distinto es lo que pueda ocurrir con la caja en un año en particular, porque sí, podría ser más baja la recaudación este año y el próximo, pero en el mediano y largo plazo el precio de US$ 3,74 lo veo como una buena proyección”.

En Sonami, prevén un panorama de superávit al menos por tres años más, por los mismos factores y además, por la entrada de proyectos de inversión que estaban retrasados, y los efectos de las tensiones geopolíticas, como la guerra en Ucrania.

“A lo anterior se debe agregar las tensiones entre Estados Unidos y China. Esta disputa entre las dos principales economías del orbe es de largo alcance y estará presente en los próximos años, porque se debe considerar que lo que está en juego es la futura hegemonía mundial. Se espera para los próximos tres años un precio del cobre sustancialmente inferior al observado en 2021-2022, que se situaría en torno a US$ 3,4 por libra, como promedio del período 2023-2025”, aseguró el gerente de estudio de Sonami, Álvaro Merino.

Fuente: El Mercurio

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