Buscan acelerar conexión de centrales equivalentes al 10% de la demanda ante riesgo de crisis eléctrica

19 agosto, 2021
energia eolica

Un set de proyectos, la mayoría eólicos, ubicados entre Maule y Los Lagos, podrían entrar a aportar capacidad estos meses.

Mientras la condición hídrica no mejore -lo que para este año se da prácticamente por descontado-, una de las claves para intentar alivianar el funcionamiento del sistema eléctrico será sumar nueva capacidad de generación.

Pero no cualquiera, sino que toda la que se está terminando de levantar al sur de Santiago, dadas las restricciones de líneas de transmisión que existen hacia el norte.

En el marco de la exposición en la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, que abordó la delicada situación eléctrica que atraviesa el país, el Coordinador Eléctrico -organismo técnico e independiente que supervisa el funcionamiento del sistema-, detalló que, entre las medidas que están tomando, está acelerar la entrada en operación de 932 MW -de un total de 6.000 MW que están en proceso de conexión que hay en el país, especialmente en el norte-, lo que equivale en términos simples al 10% de la demanda actual del sistema.

Juan Carlos Olmedo, presidente del organismo, y Ernesto Huber, gerente de Operación, describieron la situación del sistema, en especial de los días más críticos.

Varios factores están complicando el escenario: déficit hídrico y baja disponibilidad de gas; fallas en centrales y, además, convivir con la variabilidad natural de las energías renovables.

Son 11 proyectos de generación los que se buscan acelerar, lo que finalmente dependerá de los titulares de las iniciativas, a quienes ya se les consultó esta posibilidad.

Uno de ellos es hidroeléctrico, dos térmicos a diésel y el resto eólicos, en las regiones de Maule, Biobío, La Araucanía y Los Lagos. Originalmente, tienen fechas de entrada de operación entre septiembre y abril de 2022.

“La operación del sistema implica múltiples factores que son difíciles o imposibles de predecir”, dijo Olmedo en su presentación.

Explicó que, hasta junio, incluso se veían condiciones hidrológicas más favorables que hasta el año 2020, pero a principios de julio comenzaron a deteriorarse. Ello alertó a sus equipos, que confirmaron la situación con la primera medición de la ruta de nieve, que sirve para ver las reservas de agua con que se contará en el verano.

Huber destacó que es tan grande la variabilidad hídrica, que a raíz de la situación de estos días, en la cuenca del Maule se declaró en vertimiento (o pérdida de energía) uno de los embalses pequeños de la zona, lo que es una buena noticia para el sistema.

“Seguiremos monitoreando las rutas de nieve, porque es una variable que permitirá determinar qué tan exigido estará el sistema”, dijo Huber.

Esto, porque un diputado había cuestionado que no previera la situación de sequía del país y su efecto en el sistema.

Fuente: Diario Financiero

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