Balance y proyecciones: La ingeniería mantiene el optimismo
Las empresas de ingeniería proyectan el año 2023 con un nivel de actividad relevante en términos de desarrollo de nuevos proyectos en minería y energía. Posiblemente, no serán proyectos nuevos del tipo inversionales, sino más bien del tipo operacionales.
Por Iván Rayo, presidente
Asociación de Empresas Consultoras de Chile A.G.(AIC)
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El año 2022 fue un periodo de alta actividad en proyectos de ingeniería, especialmente en las industrias de minería y energía. En la última mitad del año se incrementaron los estudios relacionados con temas hídricos, que incluye desalación y transporte de agua.
Asimismo, este mayor nivel de actividad también se ha observado en consultorías ambientales, que permiten que los proyectos cumplan con los requerimientos de aprobación ambiental y permisos sectoriales. Complementando lo anterior, los servicios de gerenciamiento de proyectos, donde se presenta apoyo a la implementación y construcción de proyectos, también experimentaron alta actividad durante el año 2022.
En el caso de proyectos mineros, durante el año 2022, se desarrollaron varias iniciativas tendientes a optimizar procesos y obtener mejores rentabilidades por la vía de implementar mejoras marginales, de bajo nivel de inversión. Esto fue motivado, en gran medida, por los buenos precios de metales, en especial en el caso del cobre.
En términos de precio de metales, este año 2023 ha comenzado con el pie derecho, situación inesperada para muchos analistas. El precio del cobre ha experimentado una importante alza, superando el valor de 4,3 US$/lb. La explicación a esta favorable situación estaría en China, donde se han presentado novedades positivas, tanto a nivel político, como a nivel sanitario, lo que impulsará fuertemente el consumo de dicho país y su crecimiento.
Por otro lado, el panorama internacional, en términos económicos, se visualiza más positivo que las proyecciones de fines del año 2023, con menores presiones inflacionarias y posibles reducciones de tasas de interés por varios países, lo que producirá incentivos a la inversión, generando crecimiento en las economías.
Con todos estos elementos, desde AIC pensamos que en el año 2023 habrá un nivel de actividad relevante en términos de desarrollo de nuevos proyectos en minería y energía. Posiblemente, no serán proyectos nuevos del tipo inversionales (greenfield), sino más bien del tipo operacionales.
Actividad de la ingeniería
El Índice de Actividad de la Ingeniería (ICON), indicador que permite visualizar con anticipación si vendrán periodos de mayor o menor inversión en la industria productiva nacional, al cierre de 2022, adelanta algunas tendencias.
Prácticamente desde la segunda mitad del año 2021 hasta bien avanzado el 2022, se observó una alta demanda de ingeniería para proyectos de la industria minera. Es posible que varios proyectos fueron diferidos desde los años 2020 y 2021 por efectos de la pandemia y aspectos políticos coyunturales de nuestro país. Esto podría implicar que la actividad de ingeniería alcanzó su máximo en la primera mitad del 2022 y ha comenzado a disminuir, proyectando menor actividad para el año 2023.
Por sector económico se observa que la ingeniería para la minería y la energía, que en conjunto representan más del 50% de la actividad total, muestran menor actividad en el tercer trimestre del 2022 (-20% y -7 % respectivamente), respecto al trimestre anterior. Asimismo, la ingeniería para infraestructura, que representa el 32% de la actividad total, también muestra una caída, aunque más atenuada (-4%).
La ingeniería para proyectos preinversionales, vale decir en etapa de estudio o conceptuales, experimentó un fuerte retroceso, a excepción de los proyectos de infraestructura sanitaria.
En el caso de ingeniería de detalles, los sectores que explican el incremento de actividad son energía e infraestructura. Ambos sectores son los que levantan el nivel de actividad en los últimos trimestres. En el caso de infraestructura, influye las medidas pro-inversión impulsadas por la autoridad.
En el caso de gerenciamiento de proyectos presenta una fuerte caída los últimos 2 trimestres en todas las industrias, solo en minería se mantiene estable. Cerca del 50% de las actividades de gerenciamiento de proyectos corresponden a infraestructura general, donde se concentra la mayor caída. Esto significa que los proyectos en ese sector se encuentran terminando y no tienen reposición.
La minería sigue impulsando mayoritariamente la inversión, a pesar de la disminución de la actividad de ingeniería que se está evidenciando y la incertidumbre existente en dicho sector, producto de los cambios en regulaciones tributarias en desarrollo.
Por último, a pesar de que las empresas de ingeniería han mantenido un nivel alto de actividad, se observa menos procesos de licitación de nuevos proyectos de ingeniería, especialmente en mandantes privados, quienes generan más del 70% de la actividad de ingeniería. Por lo tanto, es posible proyectar que la actividad de ingeniería continuará descendiendo el 2023.
Desafíos 2023
Es esencial que la industria productiva nacional, en especial la minería, se adapte a las mayores exigencias de sustentabilidad que demanda actualmente la sociedad. Muchos ven a la minería como una actividad que afecta negativamente al medio ambiente y las comunidades.
La necesidad de operar con mayores estándares de sustentabilidad y con tecnologías más limpias en las operaciones mineras, está generando enormes oportunidades de desarrollo de la industria que beneficiará a la sociedad en general.
Muchas operaciones mineras están estudiando convertir la energía diésel en energía eléctrica para sus equipos móviles. También se está investigando incorporar hidrógeno de generación verde en sus operaciones. Otras compañías están haciendo los estudios y obras parar optimizar el uso de agua y eliminar los suministros de agua continental en sus operaciones. La gestión de residuos en minería también está generando estudios innovadores y que serán cada vez más amigables con las comunidades y medio ambiente.
Los desafíos de la industria minera y energética deberán estar sustentados por estudios y proyectos de ingeniería de primer nivel. Las empresas agrupadas en AIC disponen de las capacidades para afrontar estos desafíos.
