Revista Nueva Minería

Yacimiento volvió ayer a la normalidad tras últimas lluvias. Se trata de un beneficio alcanzado en la negociación de 2016, en la que a cada trabajador se le pagaría $1 millón si el costo de producción era menor al pactado.

En la negociación colectiva que tuvo lugar en la División Chuquicamata en 2016, en medio de la compleja situación que atravesaba la industria minera, Codelco pactó entregar un bono de término de negociación de $4,3 millones a los trabajadores ad portas del inicio de una huelga. Pero además sumó varios beneficios variables.

Entre estos últimos se incluyó el pago de un bono de $1 millón, siempre y cuando se alcanzara un umbral fijado en el plan minero respecto al C1, como se le conoce al costo de producción de cada libra de cobre.

Por estos días, en que tres de los sindicatos se encuentran en conflicto con la administración de la empresa por la negociación anticipada, se conoció que el mentado bono no se pagará, luego de que no se lograra la cifra comprometida en el costo de producción de la división.

Según informó la administración divisional, el C1 de Chuqui se situó en US$ 1,37 la libra en 2018, cifra que es 9,2 centavos mayor a lo estipulado en el contrato colectivo para activar el pago del bono excepcional que debía ser pagado por estos días.

Sin embargo, el conflicto apareció luego de que los sindicatos acusaran a la compañía de tener la responsabilidad por el aumento visto en el indicador.

En un comunicado, aseguraron que “las razones del sobrecosto en 9,2 centavos es responsabilidad, en primer lugar, de la Administración, tanto en la confección de sus presupuestos anuales, que no contemplaron la puesta en régimen de las diversas plantas de procesamiento, como el grado de improvisación frente a hitos de gestión que marcaron el año 2018, como fue la gestión de la Fundición de Concentrados y su paralización por tiempo indeterminado”.

No obstante, entre los trabajadores hubo autocríticas respecto a su propia labor, en circunstancias que durante el año hubo ocho jornadas en las que los sindicatos decidieron deliberadamente iniciar tarde sus jornadas laborales. Esto se suma a dos días en los que la faena paralizó en protesta contra la administración de la división, lo que también tuvo efectos en una menor producción de mineral.

Faena retoma operaciones

En términos operativos, la División Chuquicamata volvió ayer a la completa normalidad luego de que las condiciones climatológicas obligaran a suspender la operación durante el último fin de semana. Todo esto, luego que se restableciera el correcto funcionamiento tanto en la mina como en las plantas concentradora, fundición y refinería que se ubican en el recinto.

En cuanto al trabajo realizado estos días, en el sector de la mina se llevó a cabo el despeje de los caminos internos, así como también se verificó la no ocurrencia de deslizamientos de roca o sedimento en el rajo y las rutas industriales. Del mismo modo, se realizó el chequeo y secado de los equipos mineros, principalmente las palas eléctricas y los sistemas de chancado, equipos que fueron dañados producto de la prolongada lluvia en el sector, lo que afectó los equipos eléctricos.

Con todo, desde Codelco apuntan que la afectación en la producción total de la faena, que diariamente mueve más de 350 mil toneladas de mineral, sería mínima y podrá ser compensada en lo que resta del año.

“Como división sabíamos del evento meteorológico que estaba por venir. Teniendo esto en cuenta, nos preparamos para enfrentar la contingencia, prevenir daños y resguardar la integridad de nuestros trabajadores. Una vez que se generó el frente de mal tiempo, inmediatamente se activaron los protocolos de emergencia en nuestras operaciones. Se detuvo la faena, y se envió a sus hogares a cada trabajador y trabajadora”, explicó Mauricio Barraza, gerente de la División Chuquicamata.

Fuente: Economía y Negocios