Revista Nueva Minería

– A los 35 macizos que ya eran vigilados se sumarán otros ocho antes de fin de año
– Seguimiento incluirá instalación de sismómetros, cámaras de video y sensores de gases
– En diciembre, además, será habilitada una nueva sede de monitoreo en Temuco

Tras la emergencia producida por la erupción del Chaitén, en mayo de 2008, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) ideó un plan para monitorear la actividad volcánica de los principales macizos del país. Para ello elaboró un listado con los 43 más peligrosos, considerando, por una parte, la frecuencia e intensidad de sus erupciones y, por otra, su cercanía con pueblos o infraestructura pública.

El plan se denominó Red Nacional de Vigilancia Volcánica e incluyó en su listado al Hudson, Lonquimay y el mismo Chaitén, por los episodios registrados en los últimos 25 años.

La ejecución de la iniciativa, que demoró cuatro años, culminará en diciembre de 2013, con la instalación de los dispositivos de monitoreo de los últimos ocho volcanes de la red: siete en el norte y uno en el sur (ver recuadro).

A esto se suma la inauguración del nuevo edificio del Observatorio Volcanológico Los Andes del Sur (Ovdas), ubicado en Temuco, que comenzará a funcionar en diciembre, en su nueva sede.

“Pasamos de muy pocos volcanes monitoreados a principios de 2010, a los 43 más peligrosos, en diciembre de este año. Con los instrumentos instalados, los volcanes son analizados en línea, lo que nos permite anticiparnos a los eventuales peligros que puedan afectar a la ciudadanía y la infraestructura pública”, plantea el ministro de Minería, Hernán de Solminihac.

“El observatorio existe, pero ahora se trasladará a un nuevo edificio más grande, donde recibirá información de los 43 volcanes. En América será el lugar que concentrará más volcanes monitoreados en un solo punto y, además, será un centro de investigación”, recalca.

La ejecución de la red implicó una inversión total de $ 17.200 millones. La iniciativa, además de la nueva sede del Ovdas y la instalación de instrumentos, incluyó el diseño de los mapas de riesgo de los 43 volcanes emplazados en puntos críticos.

Monitoreo

Luis Lara, jefe del programa de riesgo volcánico de Sernageomin, detalla el conjunto de instrumentos que se utilizará para monitorear los 43 volcanes. Se trata de sismómetros, medidores de gases, equipos de GPS y videocámaras que estarán instaladas cerca de las bases de los macizos y que enviarán la información a satélites que, a su vez, la despachan al Ovdas en Temuco: “El proceso no contempla sólo la instalación, también hay que reparar y, eventualmente, cambiar instrumentos”.

Añade que no todos los volcanes donde ya está operativo el sistema cuentan con los mismos dispositivos. Dice que esto dependerá de las condiciones geográficas y el acceso a los volcanes: “En algunas regiones, como Aysén, no encontramos empresas de helicópteros capaces de volar a los lugares extremos donde se ubican los aparatos, por lo que recurrimos a helicópteros del Ejército”. Precisa que “en Chaitén y Hudson hay sismógrafos, pero en este último no hay videocámaras”.

Nueva sede

Alrededor de 50 personas trabajan actualmente en el Ovdas de Temuco. En Sernageomin esperan que en las nuevas instalaciones -que tendrán 2.700 metros cuadrados- esta cifra de trabajadores se eleve a 108 funcionarios, entre geólogos, sismólogos, físicos e ingenieros.

“Con la inauguración del nuevo edificio no sólo contaremos con un observatorio de clase mundial, sino que será el más amplio en cuanto a número de volcanes monitoreados. Se enmarca en el programa impulsado por ChileGestiona”, afirma Julio Poblete, director del Sernageomin.

El nuevo observatorio, emplazado en las afueras de Temuco, posee una ubicación estratégica, dado que está próximo a los volcanes Villarrica y Llaima, dos de los más activos de Sudamérica.

El interior del inmueble fue diseñado por la empresa RPG. La sala principal contará con 12 monitores de retroproyección led.

Fuente: La Tercera