Recaudación por impuestos verdes bajaría de US$ 100 millones al 2030

31 enero, 2018

El fenómeno se explica por el ingreso masivo de energías renovables, en especial solares y eólicas, que desplaza a tecnologías térmicas, reduciendo costos del sistema.

La esperada contracción de la generación térmica -en especial petróleo y carbón- producto del avance de las energías renovables en la matriz nacional tendrá un impacto en la recaudación fiscal directa a través de los denominados “impuestos verdes”. Estos últimos los deben pagar las centrales que emiten gases.

De acuerdo con un estudio realizado por la consultora PSR-Moray, en un escenario de demanda y costos medios, este gravamen el 2021 le costaría al sistema eléctrico US$ 106 millones, lo que iría disminuyendo en el tiempo.

Para 2025, bajo el mismo supuesto, se ubicaría en US$ 103 millones, mientras que en 2030 rompería el piso de los US$ 100 millones, situándose en US$ 98 millones anuales.

Es decir, en un escenario medio, al 2030 el pago de este tributo se reduciría en US$ 8 millones anuales. Sin embargo, en un escenario de mayor ingreso de renovables, la menor recaudación alcanzaría US$ 16 millones ese ejercicio respecto del 2021. Este año se tomó como punto de partida para hacer las proyecciones.

El análisis, encargado por la Asociación de Generadoras, establece que existiría una reducción de emisiones de dióxido de carbono (el CO {-2} ) que oscilaría entre 27% y 40% en 2030.

Caída térmica

Durante 2017, la tecnología termoeléctrica -que incluye carbón, gas y petróleo- representó el 60% de la generación, sin embargo, de acuerdo con la proyección de los consultores PSR-Moray, en 2030 bajaría al 25%, mientras que el restante 75% provendría de fuentes renovables. De esta manera, se cumpliría anticipadamente con la meta de alcanzar un 70% de participación de este tipo de generación al 2050.

Según la modelación para 2030, el aporte hídrico a la matriz llegaría a 29%, mientras que las fuentes solares fotovoltaicas y eólicas, denominadas como renovables variables, sumarían 42%. El 4% restante equivaldría a biomasa, geotermia y concentrador solar de potencia (CSP).

El estudio proyecta que se instalen a 2030 entre 8.800 megawatts (MW) y 16 mil MW, estimando inversiones que partirían en los US$ 8 mil millones y, en la parte alta, superarían los US$ 18 mil millones.

Pese a esto, las tecnologías en base a fuentes térmicas serían fundamentales para entregar flexibilidad al sistema eléctrico.

Fuente: Economía y Negocios

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