Realidad virtual: La nueva manera de formar capital humano avanzado

11 septiembre, 2016
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(Foto: Immersive Technologies)

(Foto: Immersive Technologies)

(Foto: Immersive Technologies)

¿Teletransportarse? Aún no es posible, pero empresas jóvenes están acercándose cada día más: usando tecnología de punta, los innovadores chilenos están poniendo a Chile en la vanguardia mundial de desarrollo tecnológico mundial.

Nicolás Rojas
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Seguramente muchos de los que hoy están a la cabeza de importantes procesos mineros crecieron viendo los “Supersónicos”, la serie animada de la cadena ABC que se ambientó en el año 2062 y que los hizo soñar con un mundo digital sin haber visto todavía un computador. Un robot que limpia la casa, videoconferencias, autos voladores y diarios digitales eran realidades tan lejanas que ni siquiera imaginamos que alcanzaríamos a vivirlas.

Pero hoy el mundo lo entendemos desde otra perspectiva: según estimaciones de expertos, cada cinco años se duplica el conocimiento disponible en el mundo, y esto cada día se acelerará más. Por otro lado, se cree que en 2022 la mitad de los puestos de trabajo que se generen será en industrias que hoy no conocemos y, seguramente, quienes no se suban a este carro no podrán mantenerse en el plano productivo.

Otro dato: un grupo de investigadores de la universidad Rice, en Estados Unidos, asegura que en 30 años más los robots se harán cargo al menos del 50% de los puestos de trabajo. De ahí que ese llamado casi desesperado –que desde todo el mundo se viene haciendo– por innovar se haga tan urgente.

En esto, la responsabilidad cae en los jóvenes. Está claro que en ellos está el futuro, y se supone que son los que tienen más energía, nuevas ideas y todavía no están “maleados” con la vieja forma de pensar y hacer las cosas. ¿La buena noticia? Ellos ya escucharon el llamado y están creando el futuro.

La nueva forma de capacitar

Rubén y Juan De la Cruz son dos hermanos apasionados por la tecnología y por inventar cosas. En ese afán, en el año 2014 compraron los primeros lentes de realidad virtual que salieron al mercado y pensaron en inventar videojuegos para esa tecnología. En esa etapa de procesar la idea y planificar, los escuchó Felipe Alfaro, un joven que aún no cumplía los 18 años pero que desde chico aprendió a “oler” los negocios: le propuso a los hermanos hacer algo rentable, tomaron la oportunidad que les brinda vivir en una ciudad minera como Antofagasta, y decidieron lanzarse.

Vieron que tenían las competencias para modelar cualquier espacio en 3D y representar todo esto a través de la realidad virtual. “Si construyo una máquina, puedo darle características físicas de cómo se va a mover cuando apriete un botón, por ejemplo”, cuenta Felipe Alfaro.

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Simuladores, como los que crearon dos emprendedores antofagastinos, pueden ser utilizaos para capacitar a trabajadores en temas tan diversos como obras civiles, minería a rajo abierto y minería subterránea.

Hoy, QR Labs, la empresa que formaron estos antofagastinos, ofrece simuladores de este tipo que pueden ser comprados o arrendados por cualquier compañía para capacitar a sus trabajadores en temas tan diversos como obras civiles, minería a rajo abierto y minería subterránea. Además se pueden hacer recorridos virtuales que incorpora el proceso productivo completo, incorporando todos los elementos de la vida real.

Seguramente muchas de esas personas que hace algunas décadas crecieron con los “Supersónicos”, el año pasado conocieron a estos jóvenes en la Exponor, presentando un proyecto relacionado a la telepresencia inmersiva.

Pero ser parte del proyecto “Lanza tu innovación” no solo les dio visibilidad: también conocieron gente del rubro que les entregó las pautas para dirigir este proyecto hacia las reales necesidades que tiene la minería de hoy.

Realidad virtual

A mediados del siglo XIX Charles Wheatstone creó el estereoscopio, un aparato que, usando imágenes tomadas desde diferentes ángulos, creaba el efecto tridimensional. En los 60, más de un siglo después, se comenzaba a discutir sobre realidad virtual. Planeando el desafío de tener una imagen real que se mezcle con sensaciones y sonidos reales, los científicos comenzaban a experimentar y sentar las bases de lo que hoy conocemos como realidad virtual.

La gracia de esta tecnología es que la persona puede prácticamente teletransportarse hacia otras realidades: las imágenes, la interacción y el contexto en general es tan real que el cerebro es “engañado”, haciendo que la persona experimente sensaciones reales como sentir calor o tomar elementos que están en eso que parece tan real, pero que no lo es.

En la práctica, esto significa que un trabajador que necesita aprender a manejar una grúa horquilla, por ejemplo, podrá capacitarse en la teoría como se viene haciendo hasta ahora, leyendo libros y respondiendo pruebas. La novedad viene después: una vez que pase esa primera etapa deberá sentarse en el simulador, ponerse los lentes y audífonos de realidad virtual y comenzar a operar la maquinaria. Y claro, sin riesgo de herir a alguien o romper algo por su falta de experiencia.

Pero el trabajador que se está capacitando no está solo. Tras él, el instructor estará escuchando y viendo lo mismo a través de un monitor, por lo que podrá resolver dudas y hacer sugerencias en el acto. Algo que ni Hanna y Barbera pudieron imaginar cuando crearon los famosos “Supersónicos”.

Todos pueden capacitar

Afortunadamente, la tecnología y sus usos son tan grandes como la capacidad de las personas de imaginar cosas. Así, con una propuesta de valor diferente, la empresa Do it well, ubicada en Santiago, también ha logrado tomar estas herramientas que nos brinda la modernidad para aportar en la formación de los trabajadores.

Óscar Larraín, Consulting Manager de dicha compañía, explica el proceso y cómo han integrado diversas metodologías en pro de una capacitación adaptada a nuestra época. Su principal potencial es que capacitan a las empresas para que sean ellos mismos quienes formen a sus empleados usando este tipo de tecnologías.

¿El proceso? Mediante talleres en base a técnicas de innovación, la empresa que contrata el servicio define qué necesitan (qué capacidades que desean transferir a sus empleados); luego los expertos de Do it well van al lugar, generan fotos o videos en 360°, los editan y dejan listo el material para trabajar. Tras eso –que, asegura Larraín, no debería durar más de dos semanas– se realiza una especie de programa piloto con un grupo de control, luego se afinan los detalles y, finalmente, se genera un diseño instruccional específico para formación con tecnologías de realidad virtual y las competencias o capacidades definidas.

La tecnología y sus usos son tan grandes como la capacidad de las personas de imaginar cosas.

La tecnología y sus usos son tan grandes como la capacidad de las personas de imaginar cosas.

Adicionalmente, en caso de ser necesario o requerido por la empresa, se genera el proceso de formación de formadores, donde la idea es que la compañía contratante quede con las capacidades instaladas y pueda seguir replicando este proceso cuantas veces quiera. El uso de esta metodología, sumada el uso de tecnología con smartphones con Google Carboard permite un fácil acceso, reducir los tiempos de capacitación y mejorar las competencias de los empleados.

Chile a la vanguardia tecnológica

En Chile, cada día contamos con mayor variedad en cuanto a la formación de capital humano avanzado, quizás el principal Talón de Aquiles de nuestra economía. Si bien los tiempos de creación de estos cursos varía dependiendo de la tecnología que se use, lo transversal es que el proceso requiere de expertos que aún son escasos y de tecnología de punta.

Pero, sorprendentemente, esa es la parte fácil del negocio. Las empresas que están en esta industria conocen los procesos y han logrado armar equipos jóvenes, creativos y dispuestos a arriesgarse, a aprender, a innovar y a llevar a nuestro país a un lugar que para muchos era impensado: la vanguardia tecnológica.

Hoy empresas transnacionales como Sony ya han firmado convenios con QR Labs, por ejemplo, para el desarrollo de softwares y aplicaciones de realidad virtual; y Do it well, por su parte, ha realizado capacitaciones en importantes empresas nacionales (Codelco y Mutual de Seguridad, entre otras) y otros países del continente. Chile está dando que hablar no solo desde la minería, sino también desde la innovación tecnológica.

Sin embargo, lo difícil, aseguran siempre los innovadores, es la venta. “Vemos que en general a las empresas les cuesta invertir en innovación, hay mucho temor, especialmente sobre la capacidad para implementar estos temas y el riesgo que implica hacer algo nuevo”, se lamenta Felipe Alfaro.

Hoy la familia de Cometín, Lucero y los demás personajes de los “Supersónicos” dejó de tener elementos para sorprendernos. Son las empresas jóvenes las que van a la vanguardia y solo esperan que quienes crecieron con esta entretenida serie les abran las puertas para esta nueva realidad, no virtual, que sin duda puede ser uno de los principales pilares del desarrollo económico.

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