Quebrada Blanca: los primeros pasos para la construcción de su fase 2

25 marzo, 2019

Con un capital estimado en US$4.700 millones, el proyecto podría ponerse en marcha a fines del año 2021 como prueba de que el sector minero está retomando las grandes inversiones.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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Ciertamente, era una noticia esperada por gran parte del mundo de la minería local tras la ralentización que experimentó la industria hace al menos cuatro años y que aún está en proceso de recuperación.

A comienzos de diciembre del año pasado, el directorio de la compañía minera canadiense Teck dio su visto bueno al proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) para su construcción, materializando además una alianza estratégica con Sumitomo Corporation para concretar la obra minera.

La noticia, aplaudida por actores de la industria, surge justo cuando se espera un importante déficit en la oferta de cobre a nivel mundial. Así, el proyecto se posiciona como uno de los recursos cupríferos más grandes aún no desarrollados a escala internacional.

El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, planteó que con este anuncio se reafirma que las condiciones que está ofreciendo el país son adecuadas para reactivar la inversión minera. En tanto, el ministro de Minería, Baldo Prokurica, destacó que el inicio de la segunda fase del proyecto representa “un gran hito para la minería chilena”.

De cátodos a concentrado

El proyecto permitirá continuar con la operación de Quebrada Blanca, ya que el depósito supérgeno minado durante los primeros 20 años de la faena para la producción de cátodos de cobre, está llegando al fin de su vida útil. Así, la llamada fase 2 permitirá dar paso a una producción de concentrados de cobre a partir del mineral hipógeno que yace inmediatamente debajo.

En este contexto, la vida de la mina Quebrada Blanca Fase 2, ubicada en la Región de Tarapacá, hoy está estimada en 28 años, usando solamente el 25% de las reservas y recursos de mineral hipógeno.

La producción de concentrados de cobre considera el chancado, molienda, flotación, espesamiento de colas y filtrado con una capacidad inicial de 140.000 toneladas diarias. Eso permitirá una producción anual de 316.000 toneladas de concentrado de cobre y 6.500 toneladas de concentrado de molibdeno.

La vida de la mina Quebrada Blanca Fase 2 hoy está estimada en 28 años. (Foto: Teck)

Desde la compañía aseguran que el proyecto cuenta con aprobación medioambiental y licencia social “e incorpora tecnologías amigables con el medioambiente, incluyendo una planta desalinizadora que minimiza el consumo de agua fresca”, afirman.

Detalles del proyecto

En detalle, el proyecto comprende la construcción de diversas obras tales como, chancador primario, correa transportadora de mineral, planta concentradora, planta de molibdeno, depósito de relaves, sistema de captación de agua de mar, planta desaladora, instalaciones portuarias en Patache Norte, sistema de transporte de concentrado (concentraducto) y de agua, además de la línea de suministro eléctrico para las estaciones de bombeo.

La firma estadounidense Bechtel será la responsable de la ingeniería, adquisiciones y gestión de construcción del proyecto (EPCM, por su sigla en inglés).

“Trabajando junto a Teck, hemos desarrollado un diseño de capital eficiente y, en terreno, aplicaremos metodologías innovadoras de productividad, para entregar los costos de construcción más económicos en Chile”, dijo Paige Wilson, presidente de la unidad de negocios global de Minería y Metales de la firma de ingeniería.

Hoy la obra, cuya inversión se estima en US$4.700 millones, dio inicio a los trabajos de construcción de todas las obras necesarias para su puesta en marcha, que se efectuará a fines del año 2021.

Pero los primeros problemas ya se han ido presentando. Recientemente el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Tarapacá dio a conocer que admitió a trámite dos solicitudes de invalidación presentadas por comunidades y organizaciones indígenas del Área de Desarrollo “Jiwasa Oraje” Ecozona Matilla, en contra de la aprobación del proyecto. ¿Las razones? Dichas solicitudes argumentan que el permiso ambiental de la iniciativa debe invalidarse, dado que no fueron incluidas en el proceso de consulta indígena.

¿Cuál será el futuro del proyecto? Por ahora, la canadiense Teck está enfocada en la construcción de la segunda fase de Quebrada Blanca, pero también está pensando en una tercera etapa. De concretarse una nueva expansión, la faena podría superar las 600 mil toneladas de cobre a mediados de la próxima década.

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