Revista Nueva Minería

Si hay un hecho que marcará el rumbo del sector energético para los próximos años es la puesta en marcha de una nueva política energética para el país, más conocida como Energía 2050. De ahí que la agenda para el sector se proyecte abultada con una serie de proyectos como la interconexión SIC-SING, una participación más creciente de las ERNC, la tramitación de la nueva ley de transmisión, entre otros. Así, la industria energética atraviesa por uno de sus momentos más boyantes.

Daniela Tapia
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Si el sector minero ha sufrido los vaivenes de un escenario marcado por las fluctuaciones del precio del cobre y la baja de proyectos, el rubro energético atraviesa por uno de sus momentos más boyantes.

Así lo reflejan las cifras. Con un monto de US$ 13.000 millones sumando generación y transmisión eléctrica, energía es el sector con mayor inversión en la economía chilena y el número uno en inversión extranjera, de acuerdo al ministerio de Energía.

Actualmente hay 69 proyectos de generación eléctrica en el SING y SIC que están en construcción, totalizando US$11.000 millones, los que inyectarán a los sistemas eléctricos una capacidad instalada de 5.358 MW adicionales, la mitad de los cuales son Energías Renovables No Convencionales (ERNC), según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE).

Y es que el 2015 marcó el inicio y desarrollo de un número importante de propuestas regulatorias que en su fondo, persiguen promover un mercado más competitivo.

“En el año recién pasado ya vimos la concreción de algunas de ellas, y en este 2016 veremos el resultado final de varias otras”, dice Rodrigo Solís, director de Estudios y Contenidos de la Asociación de Generadoras.

En esta visión coincide Carlos Silva, director de la carrera de Ingeniería en Energía y Medio Ambiente de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), para quien el 2015 fue un año muy activo en el sector energético, con una gran cantidad de proyectos de generación en fase de construcción.

“A esta realidad se suman otros hitos como el rol creciente de las energías renovables no convencionales, el avance de la interconexión SIC-SING, y la tramitación de la nueva ley de transmisión, entre otros importantes hechos”, señala el académico.

Particularmente, a juicio de María Isabel González, gerente general de Energética Consultores, la interconexión SIC-SING es un anuncio que impactará positivamente en los proyectos fotovoltaicos de la zona norte, ya que su mercado se ampliará en forma relevante.

Otro factor destacable es que en 2015 se observó un vuelco en el escenario hidrológico del Sistema Interconectado Central (SIC), revirtiéndose una situación de sequía prolongada, que había exigido mucho al sistema en los últimos años.

“También se ha dado un impulso importante a la contratación de energía de fuente variable, así como el avance en definir protocolos para la etapa temprana de los proyectos y su relación con las comunidades”, indica Rodrigo Solís, de la Asociación de Generadoras.

Y cómo olvidar la baja en un 35% del costo marginal en relación al registro de 2013, llegando a US$ 99 MW/h, considerado el costo más bajo en la última década.

El 2015 fue un año exitoso para las ERNC, ya que no sólo se adjudicaron el 100% de los bloques de suministro en la última licitación para distribuidoras, sino que además su capacidad instalada aumentó en un 26%.

ERNC y proyecciones moderadas, pero optimistas

No hay duda que las ERNC han cobrado protagonismo en el sector, formando parte de una oferta que promete jugar un rol cada vez más importante en la matriz energética.

Es así como recientemente Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), destacó que el 2015 fue un año exitoso para este tipo de generación limpia, ya que no sólo se adjudicó el 100% de los bloques de suministro en la última licitación para distribuidoras, sino que además su capacidad instalada aumentó en un 26%, mientras que la energía ERNC reconocida pasó del 6,72% en 2014 al 8,43% de la generación total en 2015. Es más. La participación de las ERNC en la matriz energética podría alcanzar el 100% al año 2050.

¿Qué queda por hacer para que toda esta energía pueda funcionar correctamente? Poner el foco en las obras de expansión de la transmisión en curso.
“La línea Cardones-Polpaico es clave para lograr un proceso exitoso. Esta obra se necesita hoy, de la misma manera que se necesitaba ayer y hace un año atrás. También es clave la interconexión SIC-SING, ya que son fundamentales para mantener la competencia en la generación y lograr costos de suministro bajos”, señala Carlos Finat, de Acera, en el marco de una conferencia de prensa.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. La realidad económica que vive el país también ha influido en el mercado eléctrico. ¿Ejemplos? Los precios de los combustibles han experimentado caídas, lo que incide en el precio de la energía.

“Asimismo, la contracción del mercado del cobre también influyó en una menor demanda de energía, pero el efecto total de la desaceleración económica se verá reflejado en los próximos años en el mercado de la generación eléctrica, ya que la situación actual influye en decisiones de inversión para los años venideros”, argumenta Rodrigo Solís, director de Estudios y Contenidos de la Asociación de Generadoras.

Concordando con esta opinión, María Isabel González, de Energética Consultores, sostiene que si se contempla el crecimiento de la demanda por energía eléctrica, ésta será inferior a años anteriores, debido principalmente al aplazamiento de proyectos mineros por los bajos precios del cobre.
“De hecho, la Comisión Chilena del Cobre ha rebajado significativamente su proyección de consumo eléctrico de la minería cuprífera con respecto a la misma del año 2014”, expresa la profesional.

Más categórico es Rodrigo Castillo, director Ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas, quien asevera que este año el sector no se verá afectado significativamente por los grandes cambios que se están llevando adelante, cuyos frutos se comenzarán a ver en los próximos 3, 5 ó 10 años.

Energía 2050 y nuevos retos

Si hay un hecho que marcará el rumbo del sector energético para los próximos años es la puesta en marcha de una nueva política energética para el país, más conocida como Energía 2050.

Este documento, que se desarrolló gracias a un trabajo multidisciplinario liderado por el ministerio de Energía, definió los objetivos para el sector eléctrico nacional al 2050 y establece la hoja de ruta que el país debe seguir para alcanzarlos, entre las que se destaca la meta de que el 70% de la generación eléctrica provenga de energías renovables al 2050.

Este año el sector no se verá afectado significativamente por los grandes cambios que se están llevando adelante, cuyos frutos se comenzarán a ver en los próximos 3, 5 ó 10 años, dice Rodrigo Castillo, director Ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas.

“La política energética enmarca, en todo ámbito y sobre todo en términos regulatorios, el desarrollo del sector energético chileno, e implica nuevos desafíos, los que deben ser enfrentados de manera conjunta por todos los actores interesados e involucrados, entre los que se cuentan autoridades, comunidades, organizaciones no gubernamentales y académicos, entre otros”, expresa Rodrigo Solís, de la Asociación de Generadoras.

En este sentido, la hoja de ruta Energía 2050 apunta a tres tareas principales: diversificar la matriz, implementar procesos de eficiencia energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Estos tres ejes marcarán los hitos más relevantes de 2016, sumándose a las regulaciones que se implementarán en los próximos meses, tales como las normas de calderas y los planes de descontaminación de zonas saturadas”, comenta Álvaro Boehmwald, director de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad de la Universidad San Sebastián.

¿Qué desafíos entonces deberá enfrentar la industria durante este año? Los especialistas coinciden en la necesidad de que el Estado asuma un rol preponderante y generar así una visión clara de futuro que incluya prioridades, proyecciones y lineamientos para distribuir territorialmente los costos y beneficios del sector energético entre los diferentes actores y considerando también los intereses locales y regionales.

Por su parte, la gerente general de Energética Consultores, María Isabel González, hace hincapié en el hecho de que el Gobierno está intentando, a través del proyecto de ley de equidad tarifaria, hacer un reconocimiento a través de menores tarifas a los habitantes de las zonas, con el objetivo de lograr la aceptación de las comunidades a la instalación de proyectos eléctricos en sus comunas.

“Sin embargo, pienso que los propietarios de proyectos también tienen que hacer su parte, pues hasta ahora son los usuarios solamente quienes estarían aportando para ir en subsidio de los habitantes de las comunas que albergan estos proyectos”, enfatiza.

A esto se suma el desarrollo de una nueva licitación en abril de este año y la presentación al congreso de una Ley de Eficiencia Energética, añade Rodrigo Castillo, director Ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas.

Pero el principal reto de la industria está en consolidar una oferta de energía sustentable, mediante una matriz creciente de recursos energéticos renovables tanto no convencionales como convencionales.

“Los primeros han mostrado una madurez creciente y los segundos evidencian precios históricamente bajos. Estas condiciones deberían permitir que el sector se consolide como un pilar para el sector industrial y minero del país”, concluye Carlos Silva, de la Universidad Adolfo Ibáñez.