Revista Nueva Minería

En Chile el sector minero es el que posee el mayor índice de reportabilidad y medición de sustentabilidad. Una oportunidad para agregar valor a los clientes mineros y posicionar a los proveedores como un socio efectivo y estratégico.

Revista Nueva Minería y Energía
Paula Chapple

El tamaño alcanzado por la minería en Chile, así como otros factores que favorecen su posición competitiva en el mercado global de los metales, ofrece una oportunidad única para que se desarrolle en el país un mercado altamente sofisticado de productos y servicios intensivos en conocimiento y tecnologías en torno a los desafíos que el sector enfrenta.

Desde hace algunos años, algunas empresas mineras han llegado al convencimiento de que los proveedores pueden ser una importante fuente de innovación de alto impacto para abordar los desafíos más apremiantes que enfrenta la industria en este momento.

La eficiencia energética, el uso del agua y la necesidad imperiosa de aumentar la productividad, son sólo algunos de los desafíos que requieren soluciones en muchos casos nuevas y basadas en combinaciones o aplicaciones de nuevas tecnologías disponibles o, incluso, de desarrollos tecnológicos o de gestión inéditos local y globalmente.

Esto se condice con el concepto de sustentabilidad que han adoptado los proveedores de la minería. Para Pascual Veiga, presidente de Aprimin, la importancia de que en el sector de los proveedores se esté hablando de la sustentabilidad es un punto de partida para desarrollar buenas prácticas en la industria minera, tomando conciencia de los nuevos desafíos socio-ambientales que tienen para enfrentar el mundo moderno y específicamente el desarrollo sustentable.

“Cuando decidimos constituir el Comité de Sustentabilidad, tuvimos en cuenta razones como que en Chile el sector minero es quien posee el mayor índice de reportabilidad y medición de sustentabilidad. En este sentido, para nosotros, los proveedores, esto se convierte en una oportunidad para agregar valor a nuestros clientes mineros y posicionarnos como un socio efectivo y de valor en estas materias”, asegura Veiga.

Buenas prácticas

Para la presidenta del Comité de Sustentabilidad de Aprimin, Karin Eggers, la sustentabilidad se enfoca, por sobre todo, en resguardar la vida humana, desarrollar el capital humano y los trabajadores como primer valor.

“Se trata de desarrollar nuestro negocio, de optimizar nuestros costos, de lograr mayor participación laboral femenina, y lograr desarrollar prácticas inclusivas a lo largo de toda nuestra cadena de valor. Y también, de reducir impactos ambientales, de gestionar empresas con mayores niveles de transparencia y ética, entre otros muchos aspectos”, explica Eggers.

En la misma línea Álvaro García, presidente Ejecutivo de Alianza Valor Minero, se refiere a la necesidad de instalar un diálogo permanente como eje central de las prácticas inclusivas y como elemento fundamental para el trabajo de las diversas áreas de la industria minera.

“Nuestro objetivo es hacer de la minería una actividad virtuosa, inclusiva y sustentable, y la Presidenta Bachelet nos pidió que lo aterrizáramos concretamente en el diálogo como prioridad de trabajo”, dice García.
En esa misma línea, el representante de Alianza Valor Minero adelanta que ya está en marcha el proyecto “Pro Diálogo”, que pretender generar un sistema de coordinación pública y diálogo permanente para atraer y viabilizar a grandes proyectos de inversión.

“Queremos un diálogo que se inicie lo más temprano posible y que concluya cuando cierre la faena. La idea es aplicarlo no sólo a la minería, si no que a todos los grandes proyectos de inversión en Chile”, asegura.

“El sistema debe prevenir, mediar y arbitrar la resolución de conflictos, evitando la judicialización, pero para eso necesitamos diálogos en igualdad de condiciones”, agrega García.

Brechas y desafíos

Normalmente se tiende a coincidir que todavía hay mucho por hacer en materia de sustentabilidad. Y ciertamente el mundo de los proveedores mineros no es la excepción.

“Si bien la minería ha tenido una tremenda mejoría en los últimos años, y sus proveedores hemos sido parte de ella, aún queda camino por recorrer porque todavía tenemos situaciones que solucionar, como por ejemplo, los relaves, los concentrados complicados, el tema de las emisiones, entre otros factores. Los proveedores estamos insertos en la cadena de valor de la minería y, por lo tanto, somos parte integral tanto del problema como de las soluciones”, reconoce Pascual Veiga.

“En lo medular las buenas prácticas están centradas en las personas, pero hay que decirlo, las empresas y organizaciones somos personas, por lo tanto, todo lo que tenga que ver con mejorar, motivar y vincular personas con la actividad y la empresa en particular, es en lo que deberíamos estar enfocados”, concluye Veiga.