Proteger los glaciares, una necesidad urgente
Matías Asún, director Nacional de Greenpeace en Chile.
El daño sobre glaciares es irreparable, y sin embargo, hoy diversos proyectos principalmente mineros están afectando glaciares justamente por estos vacíos legales.
El movimiento ciudadano que generó Greenpeace con su campaña República Glaciar tuvo uno de sus mayores logros el pasado 21 de mayo, cuando la Presidenta de la República anunció el apoyo para una ley de protección de glaciares. Un día antes, Greenpeace junto a los diputados que componen la “Bancada Glaciar” presentaban un proyecto de ley con este mismo objetivo. Esta iniciativa es hoy la mejor opción del Ejecutivo para proteger los glaciares y cumplir con el anuncio.
El proyecto mismo incluye dentro de sí otros presentados previamente en el Congreso por el senador Antonio Horvath y otro del senador Guido Girardi. A la protección que dichas iniciativas daban a los glaciares blancos se incluyen los glaciares tapados o cubiertos, definiendo a los glaciares (cualquiera sea su tipo) como ecosistemas complejos y como bien público no apropiable, cuya importancia hídrica a las cuencas del país es significativa.
En este punto, el proyecto de ley presentado por la Bancada Glaciar, compuesta por los diputados PS Daniel Melo, Maya Fernández y Luis Lemus; UDI Andrea Molina; PPD Cristina Girardi; PC Camila Vallejo; DC Patricio Vallespín; independiente Giorgio Jackson; y PL Vlado Mirosevic, es muy claro. La iniciativa legal busca proteger todo el ambiente glaciar, periglaciar y permafrost, lo que prohíbe cualquier “actividad económica” sobre estas enormes reservas de agua.
La protección de los glaciares es hoy una urgencia nacional, especialmente frente a un duro escenario de cambio climático que se dará en los próximos años. Bajo ningún punto de vista se trata de una iniciativa anti minería ni en contra del desarrollo económico del país, por el contrario, es para permitir su desarrollo. Oponer el cuidado de los glaciares a la inversión es absurdo de por sí. Ninguna actividad económica se puede avalar si están en juego nuestras principales reservas de agua.
Las voces de oposición que señalaban hasta hace poco que el actual Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) es suficiente para proteger los glaciares, han comenzado a entender que se trata justamente de evitar que proyectos puedan presentarse si afectan glaciares. Es más, el espíritu de la ley es tan claro en el compromiso de protección de glaciares, que se incentiva una agenda de cumplimiento para que los proyectos que ya han causado daño irreparable a glaciares, se adapten y cumplan por parejo la nueva normativa.
El daño sobre glaciares es irreparable, y sin embargo, hoy diversos proyectos principalmente mineros están afectando glaciares justamente por estos vacíos legales. Hoy la destrucción de los glaciares es -de facto- legal debido a los vacíos que persisten. Un claro ejemplo de ello es Pascua Lama.
Una ley de protección glaciar es necesaria para Chile, porque son un patrimonio ambiental inconmensurable, y además porque son una de las principales fuentes de agua y hoy no están protegidas.
Por Matías Asún, director Nacional de Greenpeace en Chile
