Presidente Fundación Minera de Chile: “Somos un país minero gobernado por personas ligadas a la agricultura”

13 octubre, 2017
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(Foto: Felipe Pinto)

(Foto: Felipe Pinto)

Liderando la fundación que busca transmitir conocimiento minero a la ciudadanía para generar mayor valor productivo de la industria, Francisco Lecaros da a conocer su visión sobre este objetivo, tomando en cuenta el nuevo escenario político y social del país.

Por Camila Morales
Revista Nueva Minería y Energía
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El sector público, privado y las instituciones académicas deben aunar fuerzas para fortalecer la minería. Esa es la fórmula que plantea el presidente ejecutivo de Fundación Minera de Chile, Francisco Lecaros, para que la sociedad tenga un mayor conocimiento y mejor percepción del rubro.

Con conocimientos en educación y minería, Lecaros busca que las nuevas generaciones tomen conciencia de la importancia de este sector en la economía del país, y por otro lado, muestren interés a nivel laboral por esta industria.

Pero, ¿cómo lograr este propósito considerando los últimos conflictos políticos y económicos relacionados a la minería? Para el representante de Fundación Minera, la clave está en “no bajar los brazos y trabajar para fortalecer una cultura minera a nivel país, pese al contexto”.

¿Cuál es el objetivo y la misión de Fundación Minera de Chile?

La fundación nace en 2015 por una propuesta que se gestó en la Universidad de Chile. La idea se centró en crear una entidad que pudiera articular esfuerzos para realizar campañas y propuesta de difusión minera en la sociedad.

Desde ese momento, la fundación nace como una institución sin fines de lucro público – privada, que busca promover el conocimiento de la minería en la ciudadanía, y reunir esfuerzos desde quienes integran el ecosistema minero para transferir conocimiento y cultura minera a Chile.

¿Por qué esta inquietud? Porque somos un país minero, pero no tenemos cultura minera, por lo tanto, lo que se espera lograr es que la transferencia de conocimiento hacia la ciudadanía genere valor productivo de la industria.

Tomando en cuenta este objetivo, ¿cuál es su parecer sobre la relación que actualmente tienen los ciudadanos con la minería?

Debemos considerar que somos un país minero gobernado por personas ligadas a la agricultura. Históricamente ha sido así. Como no tenemos cultura minera, la ciudadanía solo ve a la minería como un sector que se desarrolla en una zona geográfica determinada, que genera alta rentabilidad laboral y que otorga aportes económicos a la arcas del fisco.

Existe muy poca información sobre el qué, cómo, cuándo, dónde, para qué y por qué de este sector. Por eso, lo que buscamos es que en un futuro, cuando llegue un proyecto a insertarse a una localidad, la ciudadanía tenga mayor cercanía con la labor de la minería y no rechace los proyectos. Porque existe la idea de que somos unos grandes consumidores de agua, que tenemos una alta accidentabilidad, y que generamos un daño irresponsable al medio ambiente. Todo eso es falso. Esos paradigmas que se han generado, en primer lugar, han sido culpa de la propia industria que no ha sido capaz de realizar esfuerzos conjuntos para transferir información.

Entonces, ¿podemos decir que uno de los objetivos de la fundación es realizar labores preventivas al rechazo que pueden generar ciertos proyectos? Es decir, ¿igual tiene una finalidad económica, además de difusión cultural?

Sí. La transferencia de conocimiento sobre los beneficios que genera la industria, lo vemos como algo que genera valor productivo al sector. Porque no solamente hay que mirar a la comunidad como el sector donde se desarrolla el proyecto, sino que debemos mirar a todos los grupos de interés que inclusive no vivan en las cercanías de la iniciativa.

Hoy en día los ‘influenciadores sociales’ pueden estar en cualquier parte del país a través de las redes sociales, y destruir un proyecto que está a miles de kilómetros. Por ejemplo, hemos visto como mayoritariamente la comunidad de La Higuera está a favor del proyecto Dominga, pero los grupos de presión se encuentran principalmente en Santiago.

¿Y por qué cree que hasta ahora no se le había dado la importancia a la transferencia de conocimiento y cultura minera a la ciudadanía?

Esto ha sido una deuda histórica de la industria, porque cuando nacen los proyectos, los conceptos de Responsabilidad Social Empresarial, asuntos corporativos y relaciones comunitarias, no estaban dentro del desarrollo de las compañías.

Hoy la cosa es distinta. Ni siquiera es posible que en los factores sociales de los proyectos no se considere a la comunidad. Hay mucho que avanzar, es verdad. Con envidia, desde mi perspectiva, he visto cómo otras industrias como la leche, el huevo y la palta, han realizado campañas para promover los beneficios de estas industrias. La minería, por su parte, sigue con la deuda de transmitir a la sociedad los beneficios de existir como industria, y en eso estamos abocados nosotros.

Tomando en cuenta que la fundación nace en 2015, en medio de un ciclo bajo de los metales, ¿no hubiera sido mejor impulsar estas campañas en un período minero de bonanza?

Lo que estamos haciendo es aunar esfuerzos para que la industria abra los ojos y vea que la información en la ciudadanía de lo que estamos haciendo como industria es relevante para los proyectos, porque sin participación los proyectos no salen adelante. Eso lo tenemos claro.

Si los precios están altos o bajos, de ahora en adelante esta labor hay que hacerla sí o sí, debemos tomar responsabilidad y asumir un compromiso en el tema. Porque si vamos a mostrar a Chile como un país minero, éste debe dar el ejemplo de buenas prácticas y de un buen relacionamiento con las comunidades.

En la opinión del presidente ejecutivo de la Fundación Minera de Chile, “si vamos a mostrar a Chile como un país minero, éste debe dar el ejemplo de buenas prácticas y de un buen relacionamiento con las comunidades”. (Foto: Felipe Pinto)

Dominga y las elecciones

¿Qué le parece todo lo que ha sucedido tras el rechazo del proyecto Dominga por parte del Comité de Ministros?

El proyecto Dominga es un gran bochorno para Chile, y es un gran fracaso de la institucionalidad ambiental y política del país. Fueron de conocimiento público las presiones políticas que existieron a nivel ministerial. No puede ser que esto se transforme en una película de Hitchcock donde prime el suspenso y solo al final de la historia nos enteramos de cuál será el desenlace de la película.

A los inversionistas les interesa tener la certeza jurídica de que si cumplen con todas las etapas administrativas, todos los pasos legales que establece el país, al final del proceso será aprobado el proyecto. No puede ser que por una instancia política un proyecto de US$ 2.500 millones de inversión no se concrete.

Por otra parte, hace falta generar políticas de descentralización, pero no solamente administrativas, sino que también políticas. Que los proyectos tengan un desarrollo en la región y se determinen en la región. Ese es un esfuerzo que tenemos que hacer como país.

A pocas semanas de las elecciones presidenciales, a su juicio, ¿qué políticas debiera implementar el nuevo gobierno para el sector minero?

Políticas concretas y rápidas. No es necesario tanto trámite legislativo para la generación de una ventanilla única para el desarrollo de los proyectos mineros. Hoy día hay un concepto de “permisología” de los proyectos excesivamente grande, lo que genera incertidumbre y retraso en las inversiones. Por lo tanto, cualquiera sea el color político que llegue a La Moneda, el nuevo presidente o presidenta debe poner acento en la tramitación rápida de los proyectos.

Por otra parte, el nuevo gobierno debe adoptar un compromiso con la minería no sólo en la etapa extractiva, sino también poner acento en el desarrollo de tecnologías a través de productos como el litio. Tenemos que poner un valor agregado que vaya en línea con las demandas tecnológicas a nivel mundial.

También se deben realizar esfuerzos para que el gobierno por fin desarrolle una política productiva minera en base a la minería a nivel nacional y que transfiera información a la ciudadanía, por medio de mejores políticas educacionales en minería.

¿Y debe haber cambios respecto al royalty y la Ley Reservada del Cobre? Son dos temas que han estado en el debate en el último tiempo…

Con respecto a la Ley Reservada del Cobre, ya estamos en una etapa madura como país para que no exista esta ley. Es una carga pesada para Codelco, y por otra parte se vincula a la minería con el financiamiento a las Fuerzas Armadas. Creo que eso no es de lo mejor, porque termina contaminando a la industria, porque los ingresos que genera la minería deberían estar focalizados en aspectos ambientales, políticos, económicos y sociales de toda la nación.

Respecto al royalty a la minería privada, prefiero no referirme.

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