Óscar Landerretche y su balance como presidente del directorio de Codelco

7 mayo, 2018
oscar landerretche

El saliente presidente del directorio de Codelco hace su balance de los cuatro años en la estatal.

El próximo 11 de mayo, Óscar Landerretche Moreno (45 años, economista, académico de la U. de Chile) dejará de ser presidente del directorio de Codelco. Nadie le ha pedido la renuncia, pero “el nombramiento es por cuatro años y es lo que corresponde… Cuatro años para la compañía está bien y, desde el punto de vista personal, han sido cuatro años muy intensos”, dice. Aunque su balance es ampliamente positivo, el atentado que sufrió en enero de 2017 en su casa y con su familia presente, marcó un antes y un después en su vida. Y aunque se esforzó en retomar la normalidad, asume que eso lo marcó.

El economista asumió en mayo de 2014, convencido por el ex ministro de Hacienda Alberto Arenas, su amigo personal. Aunque cree que todo el resto del directorio debe estar desacoplado del ciclo electoral, estima que la presidencia del directorio es “un cargo de confianza política, debido al tamaño que tiene Codelco y su implicancia fiscal -deuda externa, gasto, impuestos, etc.-, es de tal importancia, que una coordinación muy grande entre el presidente del directorio de Codelco en particular y el ministro de Hacienda, la Dirección de Presupuestos, La Moneda, es muy deseable”. Por lo mismo, entre los cambios que propone, es que el directorio sea nominado de una forma “muy parecida a lo que ocurre en el Banco Central”.

“Siento que aprendí mucho acá y cambié mucho… Descubrí que sé hacer cosas que no sabía que podía hacer, como la gestión empresarial. Yo, que a lo único que había entrado a una empresa era para ver un plan de celular. Cuando llegué aquí vine como con una mentalidad de macroeconomista fiscal, porque estaba el problema de la creciente deuda de Codelco. Pero en el proceso de darme cuenta del problema estructural de Codelco, que era más grande y multidimensional de lo que pensaba, hubo que descubrir en uno mismo habilidades en otros planos. Y le agarré un poco de gusto a la gestión”.

Balance de su gestión
“Hay cuatro ejes que logramos y que me hacen decir que hice e hicimos un trabajo bien hecho. No significa que hicimos todo ni que no haya errores, pero entregué mi creatividad, mi inteligencia y mi trabajo, y siento que se lograron cosas”.

“Uno: en costos, esta compañía históricamente estaba en el primer cuartil de menores costos y en 2014 estaba 10% por sobre el promedio de la industria en Chile, y eso era inaceptable, porque la tendencia era que esto seguía”.

“Dos: en proyectos estructurales, que son vitales para la compañía, se habían ido juntando todos a la vez, y la calidad de la ingeniería y la gestión de los proyectos estaba en cuestión, y había la sensación de que Codelco podría haber mordido más de lo que podía masticar.

“Tres: la deuda. En un período muy corto la deuda pasó de US$ 4 mil millones a US$ 14 mil millones, y esa velocidad era insostenible fiscalmente”.

“Cuatro: había un problema con la reputación de Codelco en que el nuevo gobierno corporativo establecido en 2010 nos había dado las herramientas para cambiar prácticas históricas que, sin embargo, estaban en la memoria colectiva del país, como el clientelismo, una frontera muy difusa entre la política y la empresa…”.

¿Lo que faltó por hacer? “Siento que no avanzamos lo suficiente en la internacionalización de Codelco y en la diversificación en términos de minerales. Creo que ese es el destino de Codelco. Recibimos ofertas de gobiernos para ir a explorar o explotar. Incluso, gobiernos de Asia Central, en África y Centroamérica. Eso abre oportunidades enormes para los proveedores chilenos, los trabajadores… si un minero chileno vive en Concepción y trabaja en Calama, ¿por qué no puede vivir en Concepción y trabajar en otro país?”.

Fuente: Diario El Mercurio

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