Nuevo Nivel Mina El Teniente: Bajo amenaza de retraso

14 diciembre, 2015
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Nuevo nivel mina El Teniente

El proyecto Nuevo Nivel Mina de El Teniente podría sufrir un nuevo retraso, debido a problemas de diseño en los túneles de acceso al yacimiento subterráneo. (Foto: Codelco)

Un retraso en su puesta en marcha podría sufrir uno de los proyectos más importantes de Codelco. Se trata del Nuevo Nivel Mina El Teniente, el que vería postergado su estreno debido a problemas de diseño en los túneles de acceso al yacimiento subterráneo. ¿Qué otro tipo de modificaciones están contempladas para el desarrollo del proyecto? ¿Cuáles serán los pasos a seguir? Las respuestas son inciertas.

Daniela Tapia
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Si hace exactamente un año atrás informábamos que el proyecto Nuevo Nivel Mina El Teniente de Codelco estaba en plan de ajustes, la verdad es que esta situación no ha cambiado mucho.

Dentro del plan de contención de costos y revisión de las iniciativas estructurales que ha estado llevando a cabo la cuprífera estatal, lo cierto es que el proyecto podría sufrir un nuevo retraso, debido a problemas de diseño en los túneles de acceso al yacimiento subterráneo.

“Este es el proyecto en el que necesitamos tiempo para definir exactamente el diseño de los túneles de acceso”, afirmó Nelson Pizarro, presidente Ejecutivo de Codelco, durante una sesión en la Comisión de Minería y Energía del Senado.
En la instancia, el ejecutivo detalló que están enfrentando “un problema en el túnel de acceso”, el cual puede tener levemente un menor gálibo (dimensión máxima de altura o anchura).

A esto se suma que a principios de septiembre, la estatal oficializó el término de los contratos con la empresa francesa Constructora de Túneles Mineros -conformada por Vinci Construction Grands Projets y Soletanche Bachy-, debido principalmente a las dificultades geomecánicas en el macizo rocoso.

Este revés, según trascendidos, podría retrasar en un año la puesta en marcha de las operaciones proyectadas para 2020. Una decisión que no sería nueva, ya que sería la tercera vez que la empresa tendría que adecuar la entrada en operación del Nuevo Nivel Mina, que inicialmente se había previsto para 2018 y posteriormente para 2019.

Pese a este escenario, que pondría cuesta arriba la ejecución de uno de los proyectos más cruciales de la cuprífera, no hay duda que se trata de la mayor transformación que experimentará uno de los yacimientos más emblemáticos de la minería nacional en sus 111 años de vida. Así, con mapas, estudios y equipos en mano, la división El Teniente de Codelco se prepara para ver nacer un nuevo nivel de explotación 300 metros más abajo del actual, que le dará nuevos aires a su operación.

La iniciativa -que está dentro de la carpeta de proyectos estructurales por alrededor de US$ 22.000 millones de Codelco- busca consolidar el liderazgo mundial de El Teniente en la minería subterránea con una inversión que bordea los US$ 3.470 millones. La idea apunta a explotar la mina por los próximos 50 años con una producción superior a las 400 mil toneladas de cobre fino por año, y así posicionarse en el primer cuartil de costos de la industria.

La construcción de este nuevo escalón marca un hito en su historia. No en vano, se compara con lo realizado por los pioneros norteamericanos que en 1920 construyeron El Teniente 5 y su salida a Sewell (cota 2.280). También con el llamado Programa 280, ejecutado por la Braden Copper Company en 1968, que desarrolló El Teniente 8 y su salida en Colón (cota 1.980).
“No sólo se trata de una mina con la última tecnología disponible en el mundo, basada principalmente en operaciones telecomandadas desde el valle, sino que también será operada bajo un nuevo modelo de gestión que permitirá seguir entregando excedentes a Chile por medio siglo más”, señala la empresa, confirmando el protagonismo que mantendrá esta simbólica mina de Codelco en el futuro.

En cifras, el proyecto suma 2.020 millones de toneladas de reservas a la División El Teniente, con una ley media de cobre de 0,86% y una ley media de molibdeno de 0,022%, que se traducen en más de 17 millones de toneladas de cobre fino.

Tecnología al servicio del proyecto

Entre las principales instalaciones del proyecto están contempladas las obras de cortes, rellenos y movimiento de tierra masivos para la instalación de infraestructura a futuro.

minería subterránea

El proyecto contempla un amplio portafolio de equipos y nuevas tecnologías, tal como lo exige la envergadura del mismo. (Foto: Codelco)

El mineral, en tanto, será transportado desde Confluencia a las actuales instalaciones de Colón a través de un sistema de correas transportadoras. Esta instalación considera casi 12 kilómetros de correa, de los cuales 9 serán subterráneas, con un ancho de 2 metros y una capacidad de 11.500 toneladas/hora.

En cuanto a la distribución y transformación de energía están consideradas una nueva línea y subestaciones que permiten reforzar el sistema de alimentación a la mina.

Más allá de las dificultades que ha estado enfrentando el proyecto, el Nuevo Nivel Mina cuenta con un amplio portafolio de equipos y nuevas tecnologías, tal como lo exige la envergadura del mismo.

Entre las mayores innovaciones destaca la utilización de equipos de carguío y transporte intermedio semi-autónomo y martillos tele-operados. En este sentido, los LHD y camiones operarán en forma automática en ciertos tramos y serán tele-comandados; al igual que los martillos, en aquellos que requieran participación de operador humano.

“Toda esta operación se hará desde fuera de la mina, en un lugar centralizado en el valle, lo que permitirá disminuir significativamente los riesgos a los operadores”, indicó en una oportunidad Álvaro Aliaga, ex gerente General de la División El Teniente, y actual vicepresidente de Operaciones Centro-Sur de Codelco.

Otro aspecto importante es la innovación en el método de socavación que se utilizará en la mina subterránea, que debiera redundar en una mejor disponibilidad del área de extracción de mineral, y menores reparaciones de infraestructura minera.

Por otra parte, el Nuevo Nivel Mina considera la incorporación de tecnología que permitirá regular los flujos de aire del sistema de ventilación principal de la mina, según la demanda efectiva en cada sector.

“Actualmente el flujo de los ventiladores principales es constante, por lo que este cambio afectará positivamente el consumo global de energía de la mina. Todo esto soportado por un modelo de gestión distinto que permitirá mayores niveles de eficiencia y productividad”, aseguró Aliaga.

En materia de equipos para la operación minera subterránea, se utilizarán jumbos de avance y de producción, LHD, camiones y martillos, los que operarán en forma semi-automática, con posicionamiento manual y perforación automática, chancadores y correas.

“La novedad es que serán el pilar del transporte principal, reemplazando progresivamente al ferrocarril (hasta tomar la carga total hacia el año 2028). También habrá ventiladores, bombas y diferentes equipos utilitarios adaptados a requerimientos específicos”, añadió el ejecutivo.

Ante los últimos análisis, la emblemática obra sufriría retrasos, por lo que requerirá de nuevos estudios, con el fin de adecuar los compromisos y diseños para asegurar su éxito, afirman en la compañía. ¿Qué otro tipo de modificaciones están contempladas para el desarrollo del proyecto? ¿Cuáles serán los pasos a seguir? Las respuestas son inciertas.

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