Nueva reestructuración de Enel: sin proyectos y con pocos accionistas minoritarios

25 septiembre, 2017

Durante seis décadas, el sello de la principal eléctrica del país fue hacer grandes centrales hidroeléctricas, que supusieron también un impulso a la ingeniería en Chile. Hoy el foco está en las energías no convencionales, aunque Endesa dejó una enorme cantera de proyectos sin desarrollar. 

Aunque ya hace casi un año que Endesa no existe más -se llama Enel Generación desde octubre de 2016- la última reestructuración que se anunció la semana pasada en el grupo Enel Chile supondrá para muchos el fin de una era, porque la principal eléctrica del país se quedará con la generación tradicional, donde no hay proyectos nuevos, mientras que la división de Energías Renovables No Tradicionales (ERNC) dependerá directamente del holding Enel Chile.

Además, si la Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) propuesta en la ex Endesa prospera, el controlador tendrá el 75% de la propiedad, con lo cual la compañía tendrá poca liquidez y su precio en Bolsa se verá afectado, como reconoció hace unas semanas el director de Enel Chile, Gerardo Jofré.

Para distintos ex ejecutivos de lo que se denomina “la Endesa profunda”, aquella que nació en 1943 al alero de Corfo y que luego creció y se privatizó en los 80, esto marca un cambio de época. “Se acabó la empresa de los grandes proyectos, aquello que identificó a Endesa por muchos años”, explica Juan Benabarre, ex gerente de ingeniería y desarrollo de esta compañía, a la que ingresó en 1977, recién egresado de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile.

“Pero cumplió plenamente su objetivo, cuando el Estado tenía que preocuparse de las grandes inversiones y obras”, añade Francisco Aguirre Leo, otro ex ingeniero de Endesa y hoy socio de Electroconsultores. “Sin embargo, Endesa dejó una enorme cartera de proyectos no desarrollados -y parece que hoy serían definitivamente no desarrollables (como HidroAysén y Neltume, por ejemplo)- para usar los abundantes recursos naturales como el agua que baja de cordillera al mar por nuestros valles, a lo que este siglo agregó el viento y el sol”, sostiene.

La primera central hidroeléctrica construida por la antigua Endesa fue Sauzal, en la cordillera de la Región de O’Higgins, que data de 1948. La compañía levantó una central de pasada en Ovalle (Los Molles) que opera desde 1952. Aun hoy, las plantas más grandes del país fueron construidas por esta empresa: Pehuenche (500 MW, en 1991) y Ralco (690 MW, que se inauguró en 2004).

“Endesa lideró por seis o siete décadas el desarrollo energético de Chile y lo hizo fundamentalmente con energía hidroeléctrica, la energía más limpia, de menor costo y, además, 100% renovable”, destaca José Yuraszeck, ex presidente de Endesa y quien negoció la entrada del grupo Endesa España al grupo eléctrico a fines de los 90. La empresa fundada hace ya 74 años fue “la pionera del desarrollo energético y de la electrificación e interconexión del país y además fue, sin duda alguna, un pilar del desarrollo de la ingeniería chilena”, asevera el otrora “zar de la electricidad”.

Del prestigio al abucheo

“Hace unos años, decir que eras ingeniero de la Endesa tenía un prestigio muy grande, porque no solo era trabajar en una empresa que contribuía al desarrollo, sino que se veía como un aporte concreto en la vida de las familias chilenas… era la empresa que les llevaba la electricidad y el progreso”, señala Benabarre. Este ingeniero recuerda que siempre estaban haciendo proyectos que rompían la barrera de lo posible y con gran coordinación con la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

Pero admite que esa aura distinguida se fue perdiendo, primero con las reestructuraciones y las difíciles relaciones con las comunidades para hacer nuevos proyectos.

Una ex ejecutiva de la firma comenta que hace cinco años “a mi hijo en el colegio le decían que Endesa iba a destruir la Patagonia, porque iba a hacer el proyecto HidroAysén”.

Benabarre explica que ya hacer Ralco a fines de los 90 fue difícil, por la oposición de la comunidad pehuenche y la batalla legal que dieron las hermanas Quintremán contra la empresa. “Pero tuvimos el apoyo de la autoridad (el entonces Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle la respaldó) y con eso sacamos adelante la central”, agrega este ingeniero. Pero ese caso mostró que hacer grandes hidroeléctricas no iba a ser fácil y que las comunidades se resistían a ellas.

¿Por qué Endesa no pudo seguir haciendo proyectos? “El mundo y la tecnología están cambiando a velocidades que no siempre son fáciles de seguir”, reflexiona Yuraszeck.

Agrega que en esta vorágine “uno puede ver que hace solo diez años, cuando en Chile virtualmente se prohibió construir grandes centrales hidroeléctricas, el mercado decidió construir centrales a carbón”. El ex presidente de Endesa señala que, sin duda, esto afectó a la eléctrica, pero a pesar de ello mantuvo “su gran competencia por las centrales construidas en décadas pasadas”.

Hoy los tiros van por las ERNC. “Pienso que, independientemente de la estructura que se dé en Enel, el desarrollo de ERNC va a ser prioridad de su desarrollo”, planea.

Francisco Aguirre admite que le preocupa que los grandes operadores actuales, no solo Enel, cambien sus estrategias de desarrollo. “No estoy seguro de si podrán satisfacer plenamente la demanda futura o, al menos, con la economía que necesita el consumidor final para ser competitivo en los distintas áreas de la industria y minería”, señala.

“Endesa lideró por seis o siete décadas el desarrollo energético de Chile y lo hizo fundamentalmente con energía hidroeléctrica, la energía más limpia, de menor costo y, además, 100% renovable”.José Yuraszeck, ex presidente de Endesa.

Fuente: Economía y Negocios

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