Minería en Latinoamérica: Con una visión optimista

28 febrero, 2017
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La mina Antamina, una de las más importantes de Perú. (Foto: Joe N.)

Conformada por países que se dedican principalmente al sector primario de la economía, América Latina ha sido una de las zonas más resentidas por la sostenida baja de los precios de los metales. Sin embargo, el repunte de los últimos meses permite mirar con un poco más de optimismo el 2017. ¿Qué tanto mejorará el panorama para el continente? Representantes del sector en Latinoamérica tienen la palabra.

Camila Morales
Revista Nueva Minería y Energía
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Comienza un nuevo año y con ello, proyecciones y perspectivas en materia económica para el mundo y también para América Latina. Una zona con amplia presencia de recursos minerales que ha visto con preocupación cómo la sostenida baja de los precios de estos recursos extractivos ha afectado a sus economías.

Sin embargo, parece existir coincidencia entre diferentes actores y representantes de la industria minera de la región que este 2017 podría ser mejor. Al menos, las perspectivas que se manejan permiten ver el panorama con un poco más de optimismo.

Una de esas proyecciones favorables viene de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que estima un crecimiento de 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica para este año. Una señal positiva, si se considera que 2016 cerró con una contracción promedio de -1,1% en la región.

De esta manera, Cepal confirma que la economía de América Latina retomará la senda del crecimiento tras dos años de números rojos. ¿La razón? Principalmente debido al aumento de los precios de las materias primas y la recuperación del comercio internacional.

Es por ello que aquellos países que destacan por su actividad minera como Chile, Perú, Colombia y Brasil, además de aquellas naciones que buscan potenciar esta actividad extractiva como Argentina, Bolivia, Panamá y Ecuador, entre otros, apuestan a que este renovado escenario de precios de los metales genere un nuevo impulso para sus respectivas economías durante este año.

Cobre al alza

Después de la sostenida baja del precio que experimentó el cobre desde diciembre de 2014, cuando cayó por debajo de los tres dólares la libra hasta bordear los dos dólares durante gran parte de 2016, el metal rojo comenzó un repunte a partir de noviembre pasado, coincidiendo con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Y si bien no fueron pocos los que advirtieron que el alza del mineral sería sólo algo pasajero, el cobre ha logrado mantenerse en torno a los US$ 2,50 o incluso más en los últimos días, lo que ha permitido ver el 2017 con algo más de tranquilidad entre los principales países productores de la región.

“Tras el triunfo de Trump en Estados Unidos se han recuperado fuertemente las cotizaciones de minerales como el cobre. Esto podría permitir un importante repunte de la inversión en países como Chile y Perú, donde este mineral continúa ganando fuerza. Argentina también posee un gran potencial respecto a la producción cuprífera, pero incluso con un escenario más favorable de precios, todavía habrá que esperar algunos años para que comience la construcción de grandes proyectos”, asegura el presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (Caem), Marcelo Álvarez.

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Mientras México anuncia un monto de inversión en minería para 2017 y 2018 que alcanza a los US$ 40.000 millones, Ecuador y Colombia destacan por la futura concreción de grandes proyectos como Mirador y La Colosa, respectivamente. (Foto: Codelco)

No es novedad que al hablar de cobre, Chile y Perú figuran como los países protagonistas de la región. No obstante, el presidente del Organismo Latinoamericano de Minería (Olami) en Perú, Mario Cedrón, advierte que el repunte que todos esperan podría ser “muy leve”.

“La incertidumbre continuará hasta tener más claras las políticas que implementará el nuevo gobierno norteamericano, entre ellas, la variación en las tasas de interés, y en el caso de la China, el efecto de las nuevas medidas económicas”, explica Cedrón.

Apertura comercial

¿Y qué pasa en el resto de la región? En Centroamérica, por ejemplo, hay confianza en que el repunte de los minerales logre despertar mayor interés por impulsar la industria extractiva en una zona que aún no presenta un desarrollo minero relevante, pero que sí tiene un potencial interesante.

Es por eso que en el corto plazo los cambios en esta zona apuntan a implementar nuevas regularizaciones por parte del Estado para lograr una mayor apertura comercial del sector minero.

“Para lograr un mayor potencial sería recomendable cambiar legislaciones para dar cabida a sistemas cooperativos y de mejor distribución de dinero, y eliminar de la mente de la ciudadanía que la minería destruye, transformándolo a una minería que construye”, dice Franz Ulloa, presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Minera y Afines.

El dirigente gremial agrega que las menores proyecciones de crecimiento en materia minera se están dando en Costa Rica y el Salvador, mientras que Nicaragua, Panamá y Honduras destacan con las mejores perspectivas para la actividad en la región.

Por su parte, países como Ecuador, Brasil, México y Colombia también muestran proyecciones interesantes para este año, gracias a inversiones relevantes que estarían enfocadas principalmente en el desarrollo de nuevos proyectos de oro, cobre y hierro.

“A pesar de las dificultades provocadas por la desaceleración de la mayoría de las economías del continente y de las principales economías industrializadas del mundo, todavía hay una mirada optimista sobre el potencial de negocios en América Latina, que se patentiza en una importante cartera de proyectos que están en ejecución y que también se proyecta de 2017 hacia adelante”, destaca Ana María Aranibar, gerenta General de la consultora Cumbre del Sajama en Bolivia.

Los retos a superar

A fines del año pasado, la Cepal informó que América del Sur fue la sub región del bloque más afectada en su economía, con una caída de -2,4%. Este dato refleja el mayor desafío que tendrá gran parte de las naciones de Latinoamérica para sobrellevar de mejor manera la economía de la mano de actividades como la minera.

Sumado a los esfuerzos para superar los números rojos de 2016, los retos también se centran en cambios regulatorios y una mejor relación de las empresas con las comunidades, todos temas transversales a la hora de analizar la minería en la región.

“El desafío es seguir fortaleciendo las actividades relacionadas con la transparencia. En el futuro veo que desde el inicio de cada proyecto se contemplará un plan estratégico junto a entidades estatales, privadas y la sociedad cercana a un determinado proyecto, con el fin de coordinar la continuación de las economías comunales más allá de la vida útil de cada uno de ellos. De esta forma, una diversidad de actores podrá enriquecer nuestra industria”, comenta Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros.

Los representantes del sector destacan el gran potencial minero de Bolivia gracias al litio, pese a que actualmente no existen proyectos mineros de gran envergadura pronto a iniciar sus operaciones.

Los representantes del sector destacan el gran potencial minero de Bolivia gracias al litio, pese a que actualmente no existen proyectos mineros de gran envergadura pronto a iniciar sus operaciones.

Sumado al desafío de una mayor transparencia, Ana María Aranibar, de Bolivia, afirma que las empresas también deben trabajar para “profundizar y optimizar” el enfoque de responsabilidad social corporativo, para ganar legitimidad entre las comunidades. Un tema especialmente sensible en América Latina, donde es común ver conflictos entre la ciudadanía y compañías por la instalación de mega proyectos mineros.

“Aunque es evidente que las empresas han realizado enormes esfuerzos por legitimar socialmente la actividad minera, este es un camino cuyas metas siempre serán móviles, en función de las crecientes demandas sociales. En consecuencia, es muy importante profundizar y optimizar el enfoque de responsabilidad social corporativa como el mecanismo más idóneo para lograr consolidar la aceptabilidad social y ciudadana de la actividad minera como un instrumento de desarrollo”, argumenta la experta boliviana.

Así, la relación de las empresas con las nuevas exigencias del Estado y la ciudadanía se ubica nuevamente como un tema sensible para la industria, al igual que otros desafíos ya conocidos, como la necesidad de aumentar la productividad y de avanzar hacia un negocio que pueda ser sostenible en el tiempo.

“Un gran desafío es superar el estancamiento de la productividad, dada la mayor profundidad de los yacimientos y las menores leyes. Porque no basta con invertir en tecnología. Se requiere mejorar el capital humano, el flujo de caja, pago de dividendos y los aspectos financieros deben ser mejor administrados acorde con las circunstancias. Porque no podemos olvidar que los tiempos de bonanza ya pasaron”, concluye Mario Cedrón, de Olami Perú.

¿Habrá un repunte de la minería en 2017?

“Dependerá fundamentalmente del mineral que se trate y de otras cuestiones regulatorias que impactan fuertemente en los proyectos”.

Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros.

 

“Aunque no se espera una gran magnitud de inversiones, creo que Latinoamérica seguirá siendo el centro de atención para el negocio minero”.

Ana María Aranibar, gerenta General de la consultora Cumbre del Sajama en Bolivia.

 

“El repunte será muy leve y principalmente gracias a una mayor demanda de cobre”.

Mario Cedrón, presidente del Organismo Latinoamericano de Minería en Perú.

 

“No creo que Latinoamérica repunte debido a los precios del metal. Para que repunte se tienen que crear nuevos sistemas de distribución de la economía minera”.

Franz Ulloa, presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Minera y Afines.

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