Minería en Centroamérica: Enfrentando el nuevo ciclo

11 septiembre, 2016
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minería en centroamérica

Centroamérica se caracteriza por su riqueza natural. En la foto, el corazón del Parque Nacional que alberga el volcán Masaya, en Panamá.

Fue hace más de una década cuando la creciente demanda y los altos precios internacionales de los metales abrieron camino al desarrollo de la minería en Centroamérica. A pesar de que ahora el escenario es distinto, esta zona del continente dejó su huella para aquellos inversionistas atraídos en países con alto potencial y escasa explotación.

Camila Morales
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Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Siete son las naciones que conforman esta región caracterizada por su diversidad étnica, cultural y geográfica. Con una extensión de 522.760 km², Centroamérica figura en el continente como una zona que avanza a su propio ritmo.

De acuerdo a un estudio elaborado por la Cepal, a pesar de que los niveles de pobreza en estos países aún son relevantes, esta área del continente ha mantenido un crecimiento económico sostenido desde el año 2000 debido a la apertura de algunas naciones a sectores industriales no necesariamente agrícolas.

En esta nueva apuesta por parte de algunos países, la minería figura como un rubro con alta proyección. Si en sus inicios los minerales de Centroamérica fueron el principal incentivo para la llegada de los colonizadores españoles, ahora la explotación de recursos minerales es la gran apuesta de algunos gobiernos.

Honduras, Nicaragua y Guatemala, por ejemplo, son las naciones con más kilómetros cuadrados de territorio concesionado a empresas mineras nacionales como transnacionales; y Panamá, por su parte, destaca por la proyección del sector minero en el Producto Interno Bruto del país con un 10% en 2019.

Es así como sumado a los cambios que se produjeron en cada nación, la creciente demanda de algunos metales claves como el cobre, hierro y oro, y los altos precios de estos recursos en los mercados internacionales durante el 2010, abrieron camino al desarrollo de la minería en ciertos países de esta zona geográfica.

Sin embargo, esta apertura no vino sola. La defensa del medioambiente por parte de grupos indígenas y ambientalista, ponen una mayor cuota de tensión en el desarrollo de esta industria en un área reconocida por su particular naturaleza y multiculturalidad.

Panamá y las nuevas concesiones

Era enero del 2015 cuando el gobierno panameño encabezado por Juan Carlos Varela daba a conocer una noticia que repercutiría en el sector minero: el ejecutivo determinaba no aprobar nuevas concesiones mineras, además de revisar de manera exhaustiva el estatus de los permisos otorgados por las pasadas administraciones.

minería en Panamá

El gobierno panameño prevé la apertura de nuevas concesiones mineras a partir de 2016.

Esta noticia marcó un precedente para la gran apuesta de esta nación; Cobre Panamá, uno de los proyectos más importantes a nivel mundial. Sin embargo, no debió pasar mucho tiempo para que la determinación del gobierno fuera modificada en pos “del desarrollo de la nación y la competencia”.

Con la puesta en marcha de una nueva ley que regulará las operaciones mineras, el viceministro de Comercio e Industrias, Manuel Grimaldo, indicó en el mes de noviembre que el gobierno prevé la apertura de nuevas concesiones para el rubro a partir de 2016, comenzando por las no metálicas para luego dar paso a la explotación de recursos metálicos.

“Es muy posible que a partir de enero ya tengamos las cosas en orden y comencemos a ver todas las peticiones de extracción que cumplan con la ley para su aprobación”, afirmó el secretario de Estado en el marco del Congreso Internacional de Minería, realizado en Ciudad de Panamá.

Asimismo, el ministro aprovechó su intervención para destacar que organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han mostrado interés en cooperar con el fortalecimiento institucional del sector en Panamá.

Ambas noticias fueron aplaudidas, tomando en cuenta que, según proyecciones de la Cámara Minera de ese país, en Panamá existen alrededor de US$200.000 millones en reservas probadas y conocidas; “gran potencial para una nación que aún trabaja en la institucionalidad del área”, afirmó Grimaldo.

Honduras y la baja en las exportaciones

Finales del siglo XIX es la fecha que expertos estipulan como el momento en que la minería en Honduras tuvo un resurgimiento. Con un importante potencial en oro y plata, los gobiernos que han tomado el mando del país han seguido un manejo similar para potenciar el sector minero.

En este sentido, la nueva Ley de Minería aprobada en 2013 vino a reafirmar el compromiso del ejecutivo con la actividad. Aumentando de 1 a 2% el impuesto a las compañías, y de 3 a 6% el tributo que las empresas deben pagar en los municipios donde operan; Honduras inició una nueva etapa para la minería en su territorio.

Pero, el descenso de los precios en el mercado mundial repercutió en la industria hondureña. Pues, de acuerdo al Banco Central de Honduras las exportaciones mineras alcanzaron US$ 104,8 millones en los primeros ocho meses de este año, un 34,5% menos a lo vendido en igual período de 2014.

La justificación que entregó la principal entidad financiera de Honduras en relación al descenso, fue la reducción de US$ 46 millones en las ventas de óxido de hierro, las que entre enero y agosto de 2015 sumaron US$ 100.000, sumado a la baja en el valor exportado del oro en un 6,4%.

A pesar del descenso en los precios, el gobierno sigue firme en su plan para desarrollar el sector, cuestión que es ratificada con la reserva de 18 zonas con potencial minero para realizar actividades de exploración y explotación.

Aunque las expectativas son grandes, analistas llaman a la precaución, debido a que la apertura del rubro avanza en medio de un conflicto entre empresas privadas –donde se destacan las del rubro minero- y activistas e indígenas que ha dejado a noviembre de este año al menos 100 fallecidos.

minería en Honduras

A pesar del conflicto entre empresas y activistas e indígenas, las exportaciones mineras alcanzaron US$ 104,8 millones en los primeros ocho meses de este año en Honduras.

Nicaragua y sus expectativas

Nicaragua es un país caracterizado por tener un suelo “extremadamente” fértil. Gracias a los depósitos de material volcánico, la agricultura y la minería se han posicionado como actividades con evidente potencial en esta nación de Centroamérica.

Un dato que confirma este hecho es que entre el 2009 y 2013 la capacidad de producción minera se multiplicó por tres, de acuerdo a la Cámara Minera de Nicaragua. Dato que fue avalado en 2013, cuando la minería se posicionó como el primer rubro exportador de esta nación, con un 18,44% de los productos enviados al exterior.

Sin embargo, el llamado del sector a buscar una mayor eficiencia, optimizar recursos e incrementar la producción, ya hablaba de cómo afectaría el declive de los precios de materias primas en Nicaragua. Reflejo de aquello es que en 2014 el descenso de US$ 266 por onza de oro, hizo que el valor de las exportaciones retrocediera en US$ 49,9 millones con respecto a 2013.

“La industria minera es fuerte y continuará siendo un gran motor para la economía nacional y las comunidades donde opera, pero como toda industria debe adaptarse a los precios actuales. A pesar de ello, la industria debería continuar aumentado la producción”, afirmó el presidente de la Cámara Minera de Nicaragua, Sergio Ríos.

El optimismo del líder gremial se sustenta en la proyección del aumento en la producción aurífera este 2015 sobre el 5%. “Si el precio del oro sube, la industria se verá beneficiada extendiendo ese beneficio a las comunidades, a los tributos y a la inversión en proyectos y exploración”, precisó Ríos.

Es así como avanza la minería en Centroamérica, una zona que en la actualidad presenta una serie de contrastes cuando de minería se trata. Mientras Panamá reinicia sus concesiones minera el próximo año, Honduras vive en carne propia el difícil momento del sector con la baja de exportaciones y Nicaragua mantiene sus expectativas en el oro, a pesar del complejo escenario mundial.

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