Mercado vislumbra una crisis de oferta en las materias primas

8 noviembre, 2018
Cobre

Precios del cobre, níquel y aluminio podrían superar récords anteriores en los próximos años. Algunos inversionistas esperan que la escasez de nuevos proyectos ajuste la disponibilidad de estos metales, impulsando sus valores a cifras inéditas.

Un período prolongado de subinversión por parte de los productores de materias primas está preparando el escenario para grandes alzas de precios en los mercados de materias primas, dicen inversionistas optimistas cuyo foco está en los metales y las industrias de energía. Los precios del cobre, níquel y aluminio podrían encumbrarse por sobre récords anteriores —más del 40% por sobre los niveles actuales— en los próximos años, señalan administradores de cartera. Ese desarrollo probablemente transformaría los mercados que en los últimos años han estado marcados por precios blandos y un tibio interés de los inversionistas.

Las empresas mineras globales están gastando un tercio de lo que gastaban hace cinco años en nuevos proyectos. Están en camino a invertir aproximadamente US$ 40 mil millones por tercer año consecutivo; por debajo de los más de US$ 120 mil millones hace cinco años y US$ 80 mil millones hace casi una década, de acuerdo a la consultora de materias primas Wood Mackenzie. La preocupación de que los aranceles de EE.UU. y China retarden el crecimiento y perjudiquen la demanda de materias primas ha pesado sobre los precios en las últimas semanas. El cobre está listo para su tercera baja al menos del 15% en los últimos cinco años. El zinc, el aluminio y el níquel están en un mercado a la baja.

Autos eléctricos
Sin embargo, algunos inversionistas todavía apuestan a que la actual tasa de inversión va a ajustar la oferta, haciendo que los precios de los metales como el cobre y el aluminio se encumbren. Los inversionistas y analistas también esperan que el cambio tan anticipado a los vehículos eléctricos exacerbe la insuficiencia de suministro. “Es increíblemente alcista e inflacionario para los metales en un horizonte bastante extenso”, manifestó Stephen Gill, socio de administración de Pala Investments. Gill ha estado acumulando intereses en compañías mineras como Nevada Copper Corp. “Tiene una ventana de oportunidad a estos precios bajos”.

Analistas indican que la falta de inversión en los metales repite lo que sucedió en el mercado petrolero. Una baja del 25% en el gasto en nuevos proyectos en 2015 y 2016 preparó el escenario para una recuperación que envió los precios del crudo este año casi a niveles máximos de cuatro años. La potencial crisis de oferta se desarrolló después que un coro de inversionistas —irritados por la baja de las materias primas que duró hasta 2016— exigió una mayor disciplina a las empresas mineras. Las acciones de la minería se han quedado atrás en los últimos años.

El índice MSCI World Metals and Mining ha caído el 20% en los últimos cinco años, en comparación con una baja del 3% en una medida más amplia. Glencore PLC, conocido por su enérgica estrategia de inversión, redujo el gasto anual en nuevos proyectos de 2014 a 2016, según FactSet. El jefe ejecutivo Ivan Glasenberg, uno de los mayores expertos en acuerdos de la industria minera, señaló que recompensar a los inversionistas es ahora el mejor uso del efectivo de la compañía.

Otras grandes empresas mineras, tales como Rio Tinto PLC y Vale SA, han tenido una actitud similar, han llevado los gastos de capital a su nivel más bajo en años y gastado miles de millones en las ganancias de los accionistas. “Ninguna de estas compañías mineras tiene el deseo de aumentar la oferta mediante el gasto o la adquisición de alguien”, señaló Arthur Calavritinos, administrador de cartera de ANC Capital con sede en Boston, quien negocia futuros de cobre y ha tenido inversiones en Freeport McMoRan Inc. y Teck Resources Ltd. Los acuerdos mineros están en vías de alcanzar un total de US$ 40 mil millones aproximadamente por cuarto año consecutivo, una fracción del récord de US$ 131 mil millones que se gastaron en 2011, según Dealogic. Mientras tanto, las recompras de acciones a las principales mineras del mundo están decididas a más que duplicarse por segundo año consecutivo, según muestran datos de FactSet.

La incertidumbre por el comercio global este año ha impedido todavía más que las mineras encarguen nuevos proyectos. Las compañías también están lidiando con gobiernos del mercado emergente que buscan cada vez más una parte más grande de las ganancias e imponen regulaciones más estrictas. La empresa minera de cobre estadounidense Freeport redujo los gastos de capital cada año de 2014 a 2017.

“No vamos a empezar con las inversiones hasta que tengamos claridad sobre el resultado final de todas estas incertidumbres actuales”, manifestó Richard Adkerson, gerente general, en octubre. Las acciones de Freeport bajaron el 36% este año. Las mineras de cobre tendrán que gastar US$ 50 mil millones adicionales en la próxima década para equilibrar el mercado, indicó Christopher LaFemina, analista de minería de Jefferies. Esas compañías actualmente gastan alrededor de US$ 10 mil millones al año. El zinc también está listo para un déficit de varios cientos de miles de toneladas, de acuerdo a LaFemina, quien tiene clasificaciones de ‘compra’ en muchos productores de metales industriales.

Reacción rápida
Históricamente, los precios de los metales han respondido rápidamente a las condiciones de un mercado difícil. El cobre subió más del doble hasta alcanzar US$ 4 la libra en un solo año hasta mayo de 2006. Los precios dieron un salto del 50% aproximadamente para llegar a US$ 4,50 en un año hasta febrero de 2011. El metal actualmente se negocia en US$ 2,75 aproximadamente.

“Esos tipos de alzas de precios están en el futuro”, aseguró Leigh Goehring, socio de administración de Goehring & Rozencwajg Associates, la que ha seguido con sus inversiones en mineras de cobre. “En un mundo donde la oferta simplemente no crece, usted se va poniendo encima de toda esta nueva demanda”. Un mercado de metales creciente beneficiaría a países que son grandes exportadores de metales, tales como Indonesia y Chile. Pero es probable que también suban los precios de todo, desde los smartphones hasta las casas.

Las empresas que dependen de los metales, como los contratistas y los fabricantes de automóviles, también podrían resultar perjudicadas. Esta situación podría causar preocupación por la inflación en el mundo. Los mercados de metales también son conocidos por tener ciclos de auge y caída, lo que aumenta el desafío para los inversionistas enfocados en ganancias más inmediatas.

“No va a tener las minas que se aprobaron recientemente produciendo sino hasta dentro de varios años”, indicó Marisa Hernández, analista de estudios de minería y metales de Neuberger Berman, una firma de inversión que supervisa US$ 315 mil millones. Hernández recomienda comprar productores de cobre con un horizonte de tiempo de al menos un año. “Eso puede llevar a un período de tiempo en el que no tenga suministro suficiente”.

Fuente: El Mercurio

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