Mercado del cobre en 2016: ¿Luz al final del túnel?

17 noviembre, 2015
Juan Carlos Guajardo

Juan Carlos Guajardo

“La lección que nos dejan estos años es que nunca los esfuerzos de mantención de la productividad y competitividad deben abandonarse, ni siquiera en los períodos donde todo parece ir crecientemente hacia el alza”.

Por Juan Carlos Guajardo, director Ejecutivo de Plusmining.

El mercado del cobre ha estado enfrentando una tendencia a la baja en los últimos años que comenzó en el año 2011 y se ha acentuado a lo largo del presente año 2015. Esta situación ha desencadenado un escenario de crisis que ha afectado desde las compañías mineras hasta proveedores y otras entidades relacionadas con la minería. Por lo anterior, es que las perspectivas para el mercado del cobre, se convierte en un factor muy relevante en la planificación y en las decisiones de todo el sector de la minería.

Como punto de partido, debe señalarse que el mercado del cobre ha estado bajo la influencia del deterioro de los indicadores de la economía china, lo cual si bien era algo esperado, de todas maneras ha estado generando significativas presiones a la baja de muchos indicadores y valores en el mundo, debido a la importancia que tiene China que, entre otras cosas, consume más del 40% de todo el cobre global.

Sin embargo, y cuando todas las proyecciones apuntaban a un escenario muy negativo para el próximo año 2016, con superávits esperados de varias centenas de miles de toneladas de cobre hasta el final de la década, sorpresivas y agresivas decisiones de parte de varias compañías mineras internacionales encabezadas por Glencore y Freeport, que han anunciado recortes de la producción en algunos yacimientos de alto costo, ha estado cambiando sustancialmente el panorama.

Es así como actualmente las proyecciones para el 2016 han pasado de superávits elevados a una estimación de un mercado balanceado, aún en el caso de débiles proyecciones de aumento de la demanda. En la última Semana de la Bolsa de Metales de Londres, el consenso fue que el cobre, así como el zinc y el plomo, eran los metales que por las razones descritas, presentaban una perspectiva mejor que otros como el níquel o el aluminio, que claramente presentan una situación mucho más negativa.

Todo lo anterior apunta a que el escenario más probable sea que de aquí al próximo año observemos el período más bajo en este ciclo descendente del cobre que ya se extiende por 4 años, y empecemos a ver alguna recuperación -no demasiado significativa- en los próximos dos años. Así también las perspectivas apuntan a que los déficits en el mercado del cobre van a comenzar a ser muy grandes hacia el final de la década, con lo cual las posibilidades de volver a tener precios más elevados vuelvan a aumentar de manera importante.

Nadie esperaba enfrentar un ciclo de baja tan duro como el que estamos atravesando, menos aún después de más de una década de crecimiento y altos precios tan espectacular como fue entre 2003 y 2012 debido al crecimiento de China, pero este ciclo de baja parece ya estar tocando fondo para iniciar un ascenso que será primero lento a la espera del final de la década.

El desafío de la industria en estos años será lograr ajustarse, mejorar su competitividad y su productividad. La lección que nos dejan estos años es que nunca los esfuerzos de mantención de la productividad y competitividad deben abandonarse, ni siquiera en los períodos donde todo parece ir crecientemente hacia el alza. Siempre será necesario mantener un foco en la productividad.

Tal vez veamos en estos años una intensificación de las fusiones y adquisiciones en la industria minera, aprovechando los bajos precios así como las dificultades que atraviesan muchas compañías.

Pero, finalmente la industria minera, como siempre, sobrevivirá a los ciclos y quienes tengan mayor capacidad para adaptarse a ellos serán los que tendrán mayor ventaja cuando comience el nuevo ciclo de alza.

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