Material particulado MP10 en faenas mineras: nueva norma, mayor desafío

17 enero, 2014
Material particulado MP10 en faenas mineras: nueva norma, mayor desafío
Columna de opinión de Ramón Rada
Ramón Rada J.

La nueva norma que obliga a una mayor exigencia de los programas de mitigación y control de polvo supone una serie de desafíos para la industria minera

El 1 de enero de 2014 entró en vigencia la modificación a la norma de calidad primaria para material particulado respirable MP10, publicada en el diario oficial el pasado 16 de diciembre.

Esta nueva norma determina el valor máximo en 150 microgramos por metro cúbico (150 µg/m3) como concentración de 24 horas sobre período anual con nuevos criterios de superación y fiscalización. Esta modificación deroga el período trienal de cumplimiento, obligando mayor exigencia de los programas de mitigación y control de polvo, ya que anualiza la exigencia sobre MP10. A su vez, la norma se considerará sobrepasada si el percentil 98 de las concentraciones registradas en el año sean iguales o mayores a 150 µg/m3. También se considerará una transgresión a la norma si se registran 7 eventos sobre el valor máximo.

La legislación chilena define el MP10 como la fracción gruesa de material partícula mayor a 2,5 y hasta 10 micrones de diámetro y el MP2,5 como la fracción fina de material particulado de tamaño menor o igual a 2,5 micrones. La fracción gruesa del MP10 está constituida por partículas inhalables que pueden penetrar en las vías respiratorias llegando sólo hasta la región torácica, ya que por su tamaño quedan retenidas en la parte superior del sistema respiratorio. En cambio, la fracción fina está compuesta por partículas suficientemente pequeñas que pueden penetrar en las vías respiratorias hasta llegar a los pulmones y los alvéolos. Con esta definición se infiere el potencial riesgo a la salud causando potencialmente faringitis y problemas inflamatorios, además de patologías de tipo pulmonar cancerígenas, como fibrosis pulmonar, bronquitis crónica, enfisema pulmonar y silicosis, entre otras.

El polvo es una amenaza real para el desarrollo de proyectos mineros. Su tratamiento es tan sensible como la escasez de agua o el costo de la energía. La consulta ciudadana que requiere la validación de los estudios de impacto ambiental exige una visión integral en materia de servicios de mitigación y supresión de polvo, ya que si bien cada faena exhibe un inventario de polvo sitio específico, en general, el polvo proviene en un 65% del acarreo de material y transporte sobre los caminos mineros, 30% de fuentes fijas, como chancadores, correas transportadoras y pilas de acopio, y el 5% restante de factores de entorno natural y climáticos como viento sobre tranques y laderas.

Muchas comunidades de nuestro país viven y se desarrollan gracias a la minería. Para 2014, la proyección de año seco del Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC) del Sistema Interconectado Central (SIC), sumado al 5% de crecimiento de la producción de cobre estimada por la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), nos enfrenta a un escenario complejo y desafiante, escasez de recurso y aumento de precio, que sin duda determinará un año que presenta una gran oportunidad para demostrar, con visión integral y de gestión de activos en el control de polvo, que es posible un desarrollo armónico entre minería, medio ambiente y sociedad.

Por Ramón Rada J.,Gerente General Dust-A-Side Chile.

Noticias Relacionadas