Los pasos de la consolidación minera en Ecuador

5 septiembre, 2016
ecuador

Zona amazónica donde se desarrollará el proyecto aurífero Fruta del Norte (Foto: Ministerio de Minería de Ecuador)

Zona amazónica donde se desarrollará el proyecto aurífero Fruta del Norte (Foto: Ministerio de Minería de Ecuador)

Zona amazónica donde se desarrollará el proyecto aurífero Fruta del Norte (Foto: Ministerio de Minería de Ecuador)

Una etapa decisiva es la que vive la industria minera en Ecuador, un país que se prepara para poner en marcha proyectos extractivos a gran escala para posicionarse como una nación con importante potencial y ventajas competitivas en comparación a otras naciones de la región sudamericana.

Camila Morales
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Como un momento de “consolidación” han calificado las autoridades del gobierno de Ecuador el período que atraviesa la industria minera en ese país. A pesar de ser la cuarta nación más pequeña del continente americano, con un área de 283.561 km2, este país multicultural goza de una geografía y un clima favorable para albergar minerales.

Aunque antes de 2009 la minería era un sector económico pequeño y con escasa proyección, el punto de inflexión se originó aquel año, con la aprobación de una nueva Ley de Minería que promulgó el presidente de Ecuador, Rafael Correa. Ésta se caracterizó por posicionar al Estado con la capacidad de control, regulación y gestión de los recursos naturales.

Luego de este hecho -aplaudido por el sector privado y autoridades gubernamentales, pero criticado por comunidades indígenas ubicadas en zonas potencialmente mineras- el gobierno ecuatoriano inició una carrera sin retorno para permitir la inversión de capitales mineros y posicionar al área como un pilar económico.

Es aquí cuando aparece el denominado catálogo de “proyectos estratégicos”, documento que contemplaba un potencial minero de Ecuador estimado en más de US$ 200.000 millones, concentrado principalmente en cinco iniciativas: Loma Larga, Mirador, Fruta del Norte, San Carlos Panantza y Río Blanco.

“Vamos a hacer minería responsable, a utilizar los recursos naturales con inteligencia y sensatez para vencer a la pobreza. Somos muchos más los que apoyamos a la minería responsable y confiamos en el gobierno, porque cuando tengamos estos cinco proyectos, Ecuador será una potencia minera”, afirmó en marzo de este año el mandatario Rafael Correa.

¿Qué ha pasado con estas iniciativas? ¿Podrá Ecuador transformarse en un referente minero de la mano de estos proyectos? Éstas son sólo algunas de las preguntas que se intentarán dilucidar este 2016, año en que se comenzarían a evidenciar los resultados de la estrategia minera impulsada por el gobierno.

El primer proyecto en marcha

Es un hecho que las reglas del juego para la industria minera han cambiado en Ecuador. Antes de la creación de la nueva Ley de Minería, el gobierno otorgaba concesiones de manera directa, sin mayores requisitos y estudios preliminares. Hoy, en cambio, la entrega de permisos se realiza a través de un proceso competitivo y transparente.

A la izquierda, el ministro de Minería, Javier Córdova, conociendo los avances del proyecto Río Blanco (Foto: Ministerio de Minería de Ecuador)

A la izquierda, el ministro de Minería, Javier Córdova, conociendo los avances del proyecto Río Blanco (Foto: Ministerio de Minería de Ecuador)

Así al menos lo considera el ministro de Minería de Ecuador, Javier Córdova, quien el mes pasado indicó que el “gobierno creó las condiciones idóneas en este sector estratégico para atraer inversión extranjera al país, al tiempo que realizó las reformas legales y tributarias para desarrollar el sector”.

De esta manera, el gobierno ecuatoriano apuesta por un cambio tangencial en esta área. De acuerdo a datos del ministerio de Minería de ese país, se esperan inversiones que podrían sumar US$ 8.000 millones al año 2023, lo que representaría US$ 4.000 anuales en exportaciones y más de US$ 800 millones anuales en beneficios directos para el Estado.

En medio de este escenario, ya hay iniciativas mineras que destacan por sus avances. De los cinco “proyectos estratégicos” definidos, Mirador se transformó en el primer proyecto en entrar en producción a fines de diciembre del año pasado, en la provincia de Zamora Chinchipe.

Con reservas estimadas de 6.700 millones de libras de cobre, 3,2 millones de onzas de oro y 25 millones de onzas de plata, Mirador concentra la atención en Ecuador. “Iniciamos una nueva era de progreso gracias al desarrollo del primer proyecto de minería industrial en el país”, afirmó el ministro del rubro en la inauguración del proyecto.

De acuerdo a datos de Ecuacorriente, la empresa mandante, el proyecto tiene una vida útil de 30 años, con un procesamiento de material de la mina de 30.000 toneladas diarias en los primeros cinco años, para luego alcanzar de manera paulatina 60.000 toneladas por día. El objetivo es que en 2018 Mirador inicie su plena producción de cobre a gran escala.

Es así como debieron pasar más de tres años para que Ecuacorriente pudiera iniciar de manera efectiva la producción del yacimiento, luego de que suscribiera un contrato con el gobierno en 2012. La actualización del estudio de impacto ambiental, la adquisición de terrenos aledaños al proyecto, y la negativa de grupos ambientalistas provocaron que Mirador tardara más de la cuenta en debutar como el primer proyecto minero a gran escala del país.

Lo que sigue

Pero Mirador no es la única iniciativa que ha mostrado avances. Río Blanco y Fruta del Norte son otros de los proyectos denominadas “estratégicas” que también avanzan a paso firme para convertirse en operaciones mineras relevantes en Ecuador.

De acuerdo al cronograma del gobierno, la próxima iniciativa que entraría en operación es Río Blanco, ubicado en la provincia del Azuay, a 430 kilómetros de Quito. Según información del ministerio del rubro, este año comenzaría la construcción de la mina que demandará una inversión cercana a los US$ 79 millones y generará unos 400 empleos.

El propósito es iniciar la explotación de oro y plata en 2017 con una producción diaria de 800 toneladas/día. Con una vida útil de 11 años, Río Blanco está catalogado como un proyecto de mediana minería. Sin embargo, el gobierno de Rafael Correa lo ha clasificado como “estratégico” por su ubicación y el apoyo con que cuenta de parte de las comunidades aledañas.

“Al ser este un yacimiento menos profundo, será más fácil su explotación”, aseguró el ministro Javier Córdova, quien agregó que por ser una operación de la mediana minería, Río Blanco no requiere la firma de un contrato con el Estado para su explotación, sino que tiene como condición pagar una regalía del 4% sobre sus ventas de minerales.

La construcción de las instalaciones del proyecto Mirador se realizó principalmente en 2014, luego de más de tres años de negociaciones con el gobierno para avanzar en la iniciativa. (Foto: Ministerio de Minería de Ecuador)

La construcción de las instalaciones del proyecto Mirador se realizó principalmente en 2014, luego de más de tres años de negociaciones con el gobierno para avanzar en la iniciativa. (Foto: Ministerio de Minería de Ecuador)

En tanto, Fruta del Norte (FDN), una iniciativa aurífera ubicada en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, sería el siguiente proyecto “estratégico” en entrar en su fase de explotación, según las proyecciones que maneja el gobierno ecuatoriano.

En junio pasado la compañía canadiense Lundin Gold solicitó los permisos al ministerio de Minería para avanzar en la iniciativa. “Hoy damos, sin lugar a dudas, un paso fundamental para el desarrollo de la industria minera del país, con un proyecto que es, quizás, el proyecto más emblemático que tenemos en el país”, señaló el ministro Córdova en relación a FDN.

De esta manera, la empresa junto con el gobierno trabajan para que en 2019 se comiencen a obtener minerales de la explotación de este proyecto. El objetivo es que el próximo año se dé inicio a la construcción de Fruta del Norte, iniciativa que tiene una vida útil de 14 años y reservas estimadas en 4,82 millones de onzas de oro y 6,34 millones de onzas de plata, de acuerdo al estudio de factibilidad.

Es así como poco a poco Ecuador comienza a potenciar su industria minera para transformarla en un pilar económico del país. La decisión del gobierno de crear un nuevo ministerio de Minas, el año pasado, y el avance que han logrado desde entonces algunos de sus proyectos más importantes, hablan por sí solos.

Con aciertos y desaciertos, este país sudamericano ha comenzado a dar a conocer al mundo las oportunidades de inversión minera, tomando en cuenta que sólo el 10% de su área ha sido explorada. ¿El objetivo? “Sacar al país lo más rápido de la pobreza”, según explica el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

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