Revista Nueva Minería

(Foto: Minera Los Pelambres)

Junto con encontrar soluciones para el siempre complejo tema de la disponibilidad, las compañías también enfrentan desafíos hídricos al interior de sus propias faenas, para optimizar el uso del agua y aprovechar de mejor manera un recurso cada vez más escaso y preciado.

Joaquín Ruiz
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Los recursos hídricos siempre han sido un elemento clave para la minería. Un insumo estratégico para la operación que muchas veces se torna en un factor crítico, especialmente para la industria de Chile, asentada principalmente en paisajes áridos y desérticos donde ya casi no quedan recursos frescos disponibles.

Este panorama ha impulsado a la industria a mirar cada vez más al mar como fuente del recurso, aunque desalinizar y bombear a las alturas donde normalmente se realiza minería en Chile tampoco parece ser una tarea muy sencilla.

Junto con solucionar el tema de la disponibilidad, las compañías también enfrentan retos hídricos al interior de sus propias faenas, para optimizar su uso y aprovechar de mejor manera un recurso cada vez más escaso y preciado.

“Pese a los importantes esfuerzos realizados para reducir los consumos de agua, que se han traducido en una importante disminución del consumo unitario, expresado en litros de agua por tonelada de mineral procesado, la constante disminución de la ley media de los minerales procesados y el aumento sostenido de la producción significan una mayor demanda de agua para el sector”, explica Mauricio Gironás, gerente de Plantas Concentradoras y Puerto en mineras Candelaria y Ojos del Salado.

La sequía que ha enfrentado la zona centro-norte de Chile en estos últimos años, y que de acuerdo a los especialistas podría ser una señal de una tendencia a mediano y largo plazo, obliga a las compañías a seguir con los esfuerzos para reducir la demanda y buscar fuentes alternativas y sustentables. Todo ello en un contexto complejo de bajos precios de los metales y de imperiosa necesidad de elevar los niveles de productividad y reducción de los costos de producción.

Adicionalmente, las comunidades y su cada vez más activa participación en denuncias y movilizaciones en contra de grandes proyectos es otro factor que han tenido que tomar en cuenta las compañías que pretenden desarrollar iniciativas que inevitablemente generan impacto en su entorno.

“Resulta fundamental generar confianza en la comunidad a través de mayor transparencia y participación”, reconoce Gironás, aunque aclara que existen “muchos mitos” en relación a los efectos reales de la minería en la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos.

“La actual escasez de agua en algunos sectores no puede ser imputada solamente a la industria minera, ya que es el resultado de un conjunto de factores, entre los cuales están el sobreconsumo y uso poco eficiente por parte de otros sectores, como por ejemplo la agricultura y otras actividades industriales y domiciliarias, sin dejar de lado los efectos que produce a nivel global el cambio climático”, enfatiza Gironás.

El ejecutivo, que encabezará la organización de un congreso internacional sobre gestión del agua en mayo próximo (ver recuadro), asegura que la industria minera ha asumido desde hace “muchos años” un “claro liderazgo” en la gestión de los recursos hídricos.

“En la mayor parte de las faenas mineras se lleva una verdadera contabilidad de agua que permite identificar los consumos efectivos y priorizar las medidas que aseguran un uso eficiente del recurso”, agrega el gerente de Plantas Concentradoras y Puerto de Candelaria y Ojos del Salado.

Pero también es necesario avanzar en la caracterización en línea de los diferentes flujos de agua a lo largo de toda la cadena de procesos, reconoce el experto. “Un mayor control de la calidad del agua de proceso es fundamental para garantizar la eficiencia de los procesos y para lograr un uso más eficiente del recurso”, destaca.

Mauricio Gironás, gerente de Plantas Concentradoras y Puerto en mineras Candelaria y Ojos del Salado. (Foto: Archivo personal Mauricio Gironás)

Desalinización

En su último informe de proyección de la demanda de agua en la minería, publicado a finales del año pasado, Cochilco pronostica por primera vez una disminución de hasta 19% de aquí a 2030 de la demanda de agua fresca por parte de la industria minera. Una cifra que se explica principalmente por el crecimiento importante del uso de agua de mar, desalinizada o no, en el sector. Para Gironás, estas cifras demuestran que la tendencia llegó para quedarse.

“La mayoría de los nuevos proyectos mineros considera el agua de mar como fuente de abastecimiento. Esto plantea importantes desafíos en términos de costos, debido a la fuerte inversión que requieren estos proyectos y al alto consumo energético, no sólo para desalinizar sino sobre todo para bombear el agua desde el borde costero hasta la faena minera”, precisa.

Sin embargo, el ejecutivo reconoce que si bien el agua de mar es una fuente segura e inagotable, no es necesariamente la mejor solución para todos los proyectos. En este sentido, asegura que es fundamental analizar el problema de suministro de agua en un contexto regional, buscando posibles sinergias que permitirían reducir los costos, aportando soluciones no solo para la minería sino también para otros sectores.

Water in Mining

Con el foco en la gestión innovadora, económica y sustentable del agua en minería se realizará, entre el 18 y 20 de mayo, la quinta versión del Congreso Internacional en Gestión del Agua en la Minería, Water in Mining 2016.

Para este año, los organizadores esperan más de 300 participantes que asistirán a las más de 40 presentaciones técnicas y 6 conferencias plenarias que contempla el programa. Hasta el cierre de esta edición, ya han recibido más de 80 resúmenes de autores provenientes de 15 países.

Como en las versiones anteriores, el evento está organizado en conjunto por el Centro para el Agua en la Industria de los Minerales del Sustainable Minerals Institute de la Universidad de Queensland, Australia, y el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología en Recursos Minerales, Agua y Biodiversidad, INCT-Acqua de Brasil, además de la empresa Gecamin.