Los cambios de Exponor

27 noviembre, 2016
exponor

Los comienzos de Exponor, anteriormente denominada Expoin. (Foto: AIA).

Los comienzos de Exponor, anteriormente denominada Expoin. (Foto: AIA).

Los comienzos de Exponor, anteriormente denominada Expoin. (Foto: AIA).

Partió en 1985 como una feria familiar y con los años llegó a convertirse en uno de los principales eventos mineros del mundo. ¿Cómo fue ese cambio? Inversión y mirada estratégica, dicen en la AIA, fueron las claves del salto de Exponor.

Revista Nueva Minería y Energía

Nicolás Rojas
Desde Antofagasta
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Quizás muchos ni lo recuerdan. Exponor se llamaba Expoin (Exposición Industrial del Norte), una feria miscelánea que duraba 10 días y que estaba dedicada a la familia. El cambio drástico, explica Andrea Moreno, expomanager de Exponor 2017, vino en 1995, “cuando pasamos de ser una feria multisectorial a convertirnos en lo que conocemos hoy: una feria técnica, algo más en sintonía con el boom minero que comenzaba a vivir la región. Desde esa época ha tenido por objetivo dar a conocer las soluciones e innovaciones tecnológicas en el sector, tanto nacional como internacional”.

En ese transcurso, la tradicional feria que cada dos años organiza la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) ocupó distintos lugares, incluyendo el puerto, el estadio Los Héroes y la Universidad de Antofagasta. Sin embargo, para hacerse grande, Exponor necesitaba dar un salto. Y el principal escollo era, en ese entonces, el recinto.

A mediados de los 90 cambió el nombre a Exponor y la feria superó por primera vez los 100 expositores, diez veces menos de los de la última versión. Ya en el nuevo milenio, cuando la feria se realizaba en las dependencias de la Universidad de Antofagasta, desde la AIA comenzaron a pensar aún más en grande: para hacer un evento de carácter internacional debían contar con un recinto propio. Ahí comenzaron las negociaciones con Bienes Nacionales para conseguir el actual recinto. “Era la única forma de consolidar Exponor”, reflexiona Andrea Moreno.

En 2011, cuando Exponor se realizó por primera vez en la salida norte de Antofagasta (Ruta 1, donde se desarrolla actualmente), los esfuerzos estuvieron enfocados en construir los primeros pabellones. ¿Los resultados? Excelente evaluación por parte de la organización y expositores, declaraba Fernando Cortez, actual Gerente general de la AIA, en la prensa local.

Como desafíos, Cortez planteaba el tema de los accesos -por la gran congestión vehicular- y el mejoramiento de los baños.

Para la versión 2013, ya se encontraba a meses de inaugurarse la nueva autopista, que solucionaría los problemas de congestión vehicular, y se habían mejorado los servicios higiénicos y el sistema de alcantarillado, además de un perfeccionamiento sustantivo en el área de manipulación de alimentos.

La estrategia detrás de la inversión

En época de bonanzas, lo que pocos ven es la oportunidad para obtener el máximo potencial de ese momento de auge. Y, precisamente, ese fue uno de los grandes aciertos de los ejecutivos de la AIA: “Quisimos darle un giro técnico y aprovechar la principal actividad industrial económica (minería); definimos un programa, desde los tours tecnológicos, rueda de negocios, las visitas a terreno y los seminarios sobre los proyectos de inversión”, recuerda Andrea Moreno.

Así lograron capitalizar este envión que vivía la industria, concentrando en un mismo lugar a empresas tecnológicas e innovadoras, tanto locales como extranjeras, contribuyendo al intercambio de conocimientos tecnológicos y comerciales; potenciando además la zona norte del país y aprovechando la cercanía de la ciudad a las faenas mineras.

En concreto, profundiza Moreno, en los últimos años Exponor “pasó de ser una feria que convocaba a la familia completa, a un evento técnico orientado al sector minero industrial, donde quienes asisten a la exhibición son los operadores, técnicos, supervisores, jefes de áreas, superintendentes y gerentes de compañías mineras, industriales y empresas proveedoras de bienes y servicios”.

Las novedades de Exponor 2017

Si bien los tiempos de bonanza ya se fueron, desde la AIA plantean que “los desafíos de hoy están relacionados con una minería competitiva y sustentable, donde las empresas proveedoras o centros de investigación puedan generar soluciones en la industria”.

Además de esta estrategia, cubierta con una potente oferta de actividades durante la exhibición, los visitantes podrán ver cambios en la infraestructura, como el nuevo pórtico de bienvenida y la interconexión de todas las plataformas del lugar (ramplas de acceso y escaleras).

“Todo esto es un sueño para nosotros, porque permite que la gente pueda utilizar todos los espacios en nuestro recinto, que se construyó además para entregar un lugar donde se realicen eventos tanto técnicos como comunitarios”, concluye Andrea Moreno.

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